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El bloqueo, los cortes en el suministro de energía, las graves carencias en recursos sanitarios, los cierres de clínicas y consultorios, la pobreza y ahora la pandemia de la COVID-19 están provocando una grave crisis humanitaria en Palestina, y fundamentalmente en la Franja de Gaza.

Alianza por la Solidaridad-ActionAid, que trabaja en la zona desde hace más de 25 años, constata que los problemas para la población van en aumento. Los casos de contagio (ya son casi 2.000) han aumentado y el cierre total de Gaza, decretado desde el 24 de agosto, se ha incrementado. Sin embargo, es importante resaltar que la causa de la grave situación que soporta la población palestina no es la actual pandemia. Es fruto de un bloqueo que lleva activo ya 14 años y al que no se ve fin, bloqueo que empeora ante cualquier nuevo impacto.

Los cortes de energía repercuten directamente en la salud de la población

Desde el pasado 18 de agosto, la planta de energía de la Franja dejó de funcionar. Esto se suma a la decisión del Gobierno israelí de bloquear la entrada de combustible, generando cortes de energía de hasta 20 horas al día. Como consecuencia, la mayoría de las clínicas y consultorios han cerrado sus instalaciones, según datos de organizaciones locales.

“Sin electricidad, todas las personas que están en aislamiento por infección de COVID19 se están asfixiando porque hace calor, pero no se pueden usar los ventiladores ni las maquinas que dan oxígeno. Tampoco podemos hacer teletrabajo sin electricidad, con el riesgo de perder el empleo ahora que no se puede salir de Gaza, ni podemos usar las neveras y los alimentos se estropean. Debido al bloqueo, además, no nos llegan muchos productos básicos. Nos faltan hasta los recambios de las placas solares dañadas. Todo esto trae más frustración y violencia», explica Majeda Saqqa, directora en la organización local Culture and Free Thought Association Gaza, una de las socias de Alianza por la Solidaridad.

La violencia de género ha aumentado debido al confinamiento

Para mejorar las condiciones sanitarias de la población, Alianza ha puesto en marcha una clínica móvil que está atendiendo, con personal médico especializado, en la salud sexual y reproductiva. Además, esta unidad proporciona asesoramiento legal y jurídico y atención psicológica para casos de violencia de género, se han aumentado en los últimos meses debido al confinamiento y en un contexto de emergencia social.

Esta clínica-móvil, una colaboración de la ONG española con los Comités de Trabajo de la Unión de Salud, financiada por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID) comenzó a trabajar el pasado 8 de septiembre. Desde entonces, ha atendido a casi un centenar de pacientes, no sin dificultades para trasladarse dentro de Gaza. “La aceptación entre está siendo muy buena. Vamos siguiendo un planning de visitas y organizado por llamadas previas. Sin embargo, siempre surgen casos porque las necesidades son muy grandes. Hay muchas mujeres embarazadas o con problemas postparto que han quedado sin atención y la clínica móvil está capacitada hasta con un laboratorio para análisis”, señala Hala Riziq, responsable del proyecto en Gaza.

«En este servicio también les ofrecemos atención psicológica y asesoría»

Por su parte, Soraida A.Hussein-Sabbah, especialista en Género de Alianza por la Solidaridad en Palestina, señala los impactos que está teniendo la situación en las mujeres gazatíes. “Los temas de protección de las mujeres quedan ahora en segundo plano. Ahora las palestinas están confinadas en casas, con calor, apenas con cuatro horas de electricidad y sin poder trabajar. El 90% vive de la ayuda que recibe en los campos de refugiados que gestionan Naciones Unidas a través de UNRWA. En este servicio, también les ofrecemos atención psicológica y asesoría”, explica.

Para poder continuar con la atención a víctimas de violencia de género en este contexto de confinamiento, la organización también ha diseñado un manual que marca las pautas para darles asistencia vía remota, al mismo tiempo que se salvaguarda su dignidad y la seguridad. Además, se organizan talleres de formación ‘on line’ del personal dedicado a este servicio. El manual ha sido muy bien recibido por la comunidad humanitaria, puesto que había una necesidad compartida de recibir información y directrices en este tema.

La ONG también está desarrollando proyectos encaminados a promover la independencia económica de las palestinas. Primero ofreciéndoles formación en diferentes profesiones (costura, peluquería, informática…) que ellas demandan. Posteriormente, apoyando la puesta en marcha de pequeños negocios. Estos emprendimientos les empoderan y aumentan su presencia social y en el seno de las familias. Estas acciones son posibles gracias a la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), así como de la mencionada Agencia Andaluza de cooperación Internacional al Desarrollo (AACID).



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