[ad_1]

Traducción del artículo “Tokyo Rainbow Pride back again: more than two hundred thousand joined in solidarity with LGBTQI people” en el número 579 de la revista International Viewpoint, de abril de 2023;

Mi-Hyang Pak | Uno de los mayores festivales del orgullo LGBTQI de Asia volvió a las calles por todo lo alto tras un paréntesis de tres años después de la crisis de la COVID19. El año pasado su retorno fue limitado, tanto por las restricciones de número de participantes como por las relativas a viajes internacionales. Además, algunas de las actividades se hicieron online para cumplir con la limitación de contactos en persona. 

El Tokyo Rainbow Pride (TRP), que incluye también el “Festival del Orgullo” y el “Desfile del Orgullo”, se celebró los días 22 y 23 de abril en el parque de Yoyogi de Shibuya Ward, uno de los mayores espacios verdes de la ciudad. Un total de 240.000 personas se unieron a los actos bajo el lema “Presiona hasta que Japón cambie”.

Desde 2021, el TRP se celebra en abril en lugar de junio. Esta diferencia de fechas en los actos relacionados con el Orgullo de otros países es debido a circunstancias específicas de Japón, como las condiciones meteorológicas y las vacaciones consecutivas de los trabajadores japoneses. 

Shibuya Ward es una de las zonas más populares de Tokyo y fue la pionera en legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo y las uniones civiles que confieren un estatus legal comparable en 2015. La medida adoptada en Shibuya Ward fue totalmente diferente de las actitudes japonesas imperantes hasta entonces hacía las minorías sexuales. Ese mismo año, Setagaya Ward, situado junto al de Shibuya, también empezó a expedir certificados a las parejas del mismo sexo que reconocían sus uniones como equivalentes al matrimonio. 

Tras 2015, otros gobiernos locales siguieron su ejemplo y, ahora, más de la mitad de los gobiernos locales de Japón han establecido un sistema de unión similar. En 2003, Aya Kamikawa fue elegida para la asamblea municipal de Setagaya Ward. Ella fue la primera funcionaria pública japonesa en abiertamente trans. En marzo de 2021, el Tribunal del Distrito de Sapporo declaró inconstitucional que el gobierno japonés aún no reconociera el matrimonio entre personas del mismo sexo. Las minorías sexuales cuya existencia se había ignorado, han ido obteniendo definitivamente reconocimiento oficial. 

Así, por un lado, en los últimos 10 años, el número de participantes en el Tokyo Rainbow Pride se ha multiplicado por 53. En cambio, por otro, las minorías sexuales en Japón siguen sufriendo discriminación en sus lugares de trabajo y en sus vidas, a pesar de una mayor concienciación sobre las personas LGBTQI en la sociedad japonesa, lo que hace que aún muches oculten su identidad sexual. 

La mayoría de los problemas siguen sin resolverse en la sociedad. El sistema de parejas de hecho no es legalmente vinculante y no garantiza los mismos derechos que los de las parejas heterosexuales casadas. Japón sigue sin reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y el país, no tienen ninguna ley que prohíba la discriminación de las personas LGBTQI. El gobierno japonés sigue sin reconocer la existencia de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y personas no binarias, e incluso niega su dignidad como seres humanos. Las campañas a favor de los derechos LGBTQI se han visto obstaculizadas por el actual Primer Ministo, Fumio Kishida, y los conservadores del Partido Liberal Democrático. Japón es el único miembro del G7, pues, que no ha reconocido el matrimonio entre personas del mismo sexo ni ha promulgado leyes contra la discriminación de las personas LGBTQI. 

En el Tokyo Rainbow Pride de este año, embajadores de los Estados Unidos, Reino Unido y Holanda participaron de los actos reivindicando los derechos de las minorías sexuales. Los activistas japonenses también instaron al gobierno a promoulgar una ley contra la discriminación antes de la Cumbre del G7 en Hiroshima. 

Junto con el TRP, el 22 de abril se celebró la Tokyo Liberation March en el mismo distrito de Shibuya. La mobilización fue planificada por separado del TRP para presentar así una amplia gama de reivindicaciones contra la discriminación, visibilizando la necesidad de perspectivas interseccionales en su abordaje y los distintos efectos de la discriminación sobre el conjunto de la población. La marcha fue organizada principalmente por personas LGBTQI y trabajadoras sexuales. 

Estas miradas amplias al conflicto de la discriminación se plasmaron en la marcha, más allá de la defensa de los derechos LGBTQI: se denunció el largo historial de exclusión que tiene Shibuya respecto a las personas sin hogar. Así, 200 activistas y diversas minorías que resisten la discriminación y la exclusión caminaron por las calles de Shibuya, reivindicando la lucha contra la discrimianción LGBTQI, el fin de la exclusión de las personas sin hogar, de las desigualdades de género, la pobreza y la desigualdad, y de la discriminación de los residentes extrangeros en Japón.

Solidaridad, no exclusión. La lucha por una sociedad en que las personas LGBTQI y las oprimidas puedan vivir con dignidad es una sociedad en que todes podemos vivir con dignidad. Todes les oprimides debemos unirnos para conseguir leyes de igualdad que prohíban toda forma de discriminación.

[ad_2]

Source link