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En apenas unas semanas 2022 llegará a su fin. Y con la entrada de 2023 llegará el tan esperado Año Sorolla. Mientras llegan las actividades entorno al centenario de la muerte del maestro de la luz valenciano, las casas de subastas siguen su curso y ponen a la venta algunas de las joyas que el pintor dejó en vida. Este mes de diciembre son, al menos, dos cuadros de Sorolla los que se venden en Londres y Madrid.
Dos técnicas
En concreto, la pieza de Madrid es ‘Toma de hábito’, una aguada y gouache sobre papel de 50 x 97 centímetros. La casa de subastas Ansorena, entidad que la vende, explica que «la obra original de Joaquín Sorolla Bastida fue pintada en Italia el año 1888, durante su etapa de pensionado en Roma por la Diputación de València. Fue vendida al coleccionista bonearense, Matías Errázuriz, en la exposición organizada por José Artal en el Salón Witcomb de Buenos Aires del año 1900″. Desde la casa de arte hacen un seguimiento de la historia de la obra: «En 1942 Matías Errázuriz Alvear, hijo del coleccionista, lo presentó en la exposición homenaje a Sorolla de la Institución Cultural Española de Buenos Aires, y se reprodujo en la página 63 del libro-catálogo publicado por dicha institución. En 1973 se expuso en la muestra ‘Pintores del País Valenciano’ la Galería Arts de Valencia». La obra sale el próximo día 14 a subasta por 100.000 euros.
La segunda obra de Sorolla que sale a la venta, el próximo jueves, representa una de las estampas más típicas y solicitadas por los coleccionistas. El óleo sobre lienzo Playa de Valencia sale a la venta en Sotheby’s en Londres con una precio de salida de 70.000 euros. Esta pequeña pieza, de 23 x33 centímetros de tamaño, fue una donación que el propio Sorolla hizo a Jacques Copeau, administrador general del teatro Comédie-Française, colaborador de Georges Petit en París entre 1905 y 1909. Sorolla le hizo este regalo «en agradecimiento por la participación de Copeau en la organización de su exposición individual de 1906 en la Galería Georges Petit», explica Sotheby’s, que vende este lienzo. Ahora en manos de una colección privada, el cuadro fue pintado hacia 1898 y representa València, un tema que Sorolla venía retratando desde hacía varios años.
Temas más cercanos
«Su interés en el tema se había inspirado, al menos en parte, en la máxima de Jules Bastien-Lepage, quien instaba a los pintores a pintar lo que sabían y representar los temas que les eran más cercanos. El resultado fue una serie de lienzos que giraban en torno a la comunidad pesquera valenciana, con temas como la reparación de redes de pesca, la construcción de barcos y la recogida de la pesca. A finales de la década de 1890, el estilo de Sorolla se vuelve cada vez más impresionista, que perfeccionó en sus bocetos al óleo. Su magistral ejecución libre y el espíritu que imbuía a sus obras, son cualidades que van al corazón de la estética de Sorolla y dan cuenta de su perdurable popularidad», explican desde Sotheby’s.
Sobre la historia del cuadro, la casa de subastas británica añade que «cuando Sorolla regaló la obra a Jacques Copeau, añadió una firma adicional, una inscripción y fechó la obra en 1906».
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