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Este mes, concretamente el 13 de julio, se conmemora el Día Internacional del Sarcoma, fecha que tiene como objetivo informar y concienciar sobre este tipo de cáncer.

Esta enfermedad, que se desarrolla en los tejidos blandos del organismo y posee más de 150 variedades reconocidas por la Organización Mundial de la Salud.

Tanto los niños como los adultos pueden desarrollarlo; sin embargo, el sarcoma es más frecuente en la niñez y representa un 15% de todos los tipos de cáncer infantiles.

Un tumor desconocido

Los sarcomas son tumores malignos originados en los tejidos blandos del organismo como el cartílago, la grasa, los músculos, los vasos sanguíneos o el tejido fibroso.

Dado que estos tejidos se distribuyen por todo el organismo, los sarcomas pueden encontrase en cualquier parte del cuerpo. Y aunque son más frecuentes en brazos y piernas, también pueden encontrarse en el tronco, la cabeza o el cuello.

El sarcoma de partes blandas representa aproximadamente un 1 % del total de los tumores malignos, siendo responsables de un 2 % de la mortalidad por cualquier cáncer.

En la Unión Europea se presenta con una incidencia de 5 casos nuevos al año por cada 100.000 habitantes.

En general, son algo más frecuentes en hombres que en mujeres y la edad de presentación más frecuente en adultos es entre 40 y 60 años.

Síntomas silenciosos en su etapa inicial

Los síntomas del sarcoma de partes blandas pueden ser silenciosos en etapas iniciales, dado que este tumor puede originarse en distintas localizaciones.

Sin embargo, cuando se manifiesta, los síntomas más frecuentes son los siguientes:

  • Puede ser palpable una masa (bulto) en un brazo o en una pierna que aumenta de tamaño en semanas o meses.
  • La masa o bulto que aparece puede ser dolorosa o no. El dolor puede ocurrir por el crecimiento del propio tumor o bien por afectación de otras estructuras cercanas.
  • Puede producir sangrado por invasión de órganos contiguos, como puede ser el estómago o el intestino.
  • En tumores muy voluminosos que afectan a órganos abdominales, puede aparecer una masa (bulto) que se puede palpar en el abdomen.
  • Si se sitúa en los pulmones, producirá sintomatología respiratoria, y si produce obstrucción del intestino puede provocar vómitos y dolor abdominal.

¿Cómo se detecta y cuál es su tratamiento?

Existen diferentes técnicas para determinar el lugar, el tamaño, las características y la relación del tumor con los otros órganos vecinos, y también para conocer si el tumor se ha diseminado.

En la actualidad, la primera prueba a realizar es la Resonancia Magnética Nuclear. Con ella se confirma la existencia del tumor.

Además, aporta información relevante sobre su tamaño y características. Y es una prueba fundamental para ayudar a planificar el tratamiento quirúrgico a realizar.

El diagnóstico también requiere realizar una biopsia. Una prueba bastante conocida que consiste en tomar una pequeña muestra del tumor para poder analizarlo y determinar si hay presencia de células malignas.

El tratamiento va a depender de las características del tumor y del estado clínico del paciente.

Las principales formas de tratamiento para el sarcoma de partes blandas son:

  • Cirugía.
  • Radioterapia.
  • Quimioterapia.
  • Terapia dirigida a través de fármacos.

¿Es posible la prevención del sarcoma?

Dado que la mayoría de los casos de sarcomas no se relacionan con ningún factor de riesgo, no se conocen en la actualidad formas de prevenirlos.

Además, tampoco hay en la actualidad pruebas de diagnóstico precoz disponibles para detectar estos tumores antes de que aparezcan clínicamente.

Es recomendable que las personas con antecedentes familiares consulten con su médico la conveniencia, con sus ventajas y desventajas, de realizarse pruebas genéticas.

Cualquier persona que note un bulto de nueva aparición o que aumente de tamaño, debe consultar enseguida con su médico.

También en el caso de padecer dolor abdominal persistente y que aumenta, o de sufrir alteraciones gastrointestinales o sangrado.

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