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En verano, debido al calor y al exceso de sudor, es normal que nuestra piel se irrite. Aunque es un problema más habitual en personas con piel sensible o con alguna problema dermatológico, ninguno de nosotros está a salvo de una molesta irritación cutánea que puede ir acompañada de piel enrojecida, sarpullido, inflamación, picor y sequedad.
En ocasiones es difícil evitar este molesto problema en nuestra piel porque, debido al desconocimiento, usamos productos cosméticos o comemos alimentos que no sabemos que nos van a provocar esta irritación. Con las pautas que nos proporciona la farmacéutica Rocío Escalante, será más fácil mantener lejos de nosotros estas molestias reacciones cutáneas.
En primer lugar, es importante evitar caminar o hacer deporte con ropa mojada o húmeda. Y si lo haces, es importante elegir tejidos transpirables. Eliminar los restos de sal, arena, cloro después de estar en la playa o en la piscina también es un paso que no debemos olvidar. Una buena ducha mantendrá a raya las molestias irritaciones. Siempre, claro está, usando productos de higiene y cuidado personal suaves. Una buena hidratación posterior es otro factor a tener en cuenta para reforzar la función barrera de nuestra piel, puesto que la sequedad es bastante perjudicial.
Si tu piel ya se ha irritado, os damos las claves para aliviar esa sensación tan molesta que, en ocasiones, nos impide disfrutar de las ansiadas vacaciones veraniegas. Evita rascarte, ya que si lo haces tu dermis sufrirá todavía más. Lava la zona afectada con agua templada o fría, pero nunca caliente porque aumenta la sensación de quemazón, y utiliza jabones suaves, sin detergentes ni perfumes. A la hora de secarte, hazlo con suaves toques, sin frotar. Y no te olvides de utilizar una crema hidratante específica para pieles irritadas, evitando el sol en la medida de lo posible.
Si sigues estos consejos, te aseguramos que tu piel ¡te lo agradecerá!
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