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Después del aumento en los combustibles decidido por YPF y que comenzó a aplicarse desde la medianoche, los expendedores de combustibles esperan un tercer aumento, de cerca de 4% antes de fin de año, señaló en declaraciones Carlos Gold, vicepresidente de la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).
Con el aumento de anoche y el decidido el 19 de agosto pasado los combustibles aumentaron en promedio un 8% en todo el país y todos los estacioneros dan por cierto que habrá otro aumento, hasta redondear un total de 12% antes de fin de año.
También Shell aumentó los precios de los combustibles y se espera que lo hagan las demás refinadoras, como sucede cada vez que YPF, líder del mercado, aumenta sus precios. Para la petrolera de mayoría estatal, las ventas de combustibles en estaciones de servicio representan cerca del 70% de sus ingresos y venía reclamando hace varios meses el aumento. Incluso hubo un anuncio, luego frustrado, de una suba de hasta 10% a principios de año.
Con el aumento de anoche, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el precio del litro de nafta súper pasó a ser de $ 59,49, el de Premium $ 68,63, el litro de Diesel $ 55,56 y el del Diesel Premium 54,99.
En Córdoba, por ejemplo, la nafta Súper cuesta $ 64,94, la Premium $ 72,84, el litro de Diesel $ 56,97 y el de Diesel Premium $ 65,93.
Los precios son más baratos en la Patagonia y más caros en la provincias del Noroeste argentino, como Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán. YPF dijo que los aumentos son diferenciados para reducir las diferencias entre regiones, hasta llegar a uniformarlos.
Luego del primer aumento, hace un mes, YPF había dicho que habría un aumento de 7,5 a 8% en dos tramos, lo cual coincide con las declaraciones de Gold, el vicepresidente de Cecha, quien señaló que el aumento es necesario para poner el precio de los combustibles en línea con el precio de “paridad de importación”. El precio internacional del petróleo había llegado a territorio negativo en abril, pero repuntó desde entonces, debido a la política de recortes de producción acordada entre los principales productores, hasta superar el precio del “barril criollo”, de USD 45 el barril, que había acordado el gobierno con las empresas y provincias petroleras.
Infobae habló con Gabriel Bornoroni, el titular de la entidad, que agrupa a unas 20 cámaras de expendedores de combustibles de las provincias del país, quien ratificó con seguridad que el tercer aumento, cercano al 4%, será antes de fin de año.
“Venimos muy mal, la venta de combustible es proporcional a la circulación y la caída en las ventas ha sido en promedio del 40% respecto de febrero, el último mes previo a la pandemia”, dijo Bornoroni, quien aseguró que en algunas localidades la caída de ventas llega al 60%.
Las ventas habían empezado a recuperarse en mayo y la estimación de las petroleras eran que los niveles de expendio volverían a niveles de prepandemia en octubre. Sin embargo, en los últimos meses esa expectativa se derrumbó. “Hay estaciones de servicio y localidades que están 60% debajo de las ventas de febrero”, señaló Bornoroni, quien aclaró sin embargo que ninguna de las 4.830 estaciones de servicio de cámaras afiliadas a Cecha cerró. Ahora, la expectativa que buscan transmitir YPF y las demás petroleras es que las ventas vuelvan a los niveles de prepandamia a principios de 2021.
Ni el aumento de agosto ni el actual, estimó el directivo, mueve el amperímetro de ventas, que está directamente relacionado con el nivel de circulación, que depende a su vez del estado de la pandemia de coronavirus y las situaciones que se dan en las distintas localidades o provincias.
Resta ver también el impacto del aumento sobre los índices de precios.
En Capital Federal y Gran Buenos Aires, el aumento fue esta vez de entre 4,5 y 4,8% y en agosto había llegado hasta un máximo de 6%. En el promedio nacional, dijo YPF; el aumento fue esta vez de 3,5%.
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