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Redacción | Ecologistas en Acción publicó en el día de ayer un posicionamiento muy crítico sobre los Fondos de la Unión Europea para la Recuperación, conocidos popularmente como Fondos COVID. La organización ecologista analiza las tres fases en las que se han ido diseñando estos fondos, desde marzo de 2020 hasta su aprobación definitiva, y establece varias líneas de crítica fuerte a los planteamientos de las instituciones europeas, que califica como globalmente negativos por ser un paso más en la lógica productivista, pese al discurso “verde” que tiñe todo el marketing de la Comisión en tiempos recientes.

El análisis de EEA incide en los enormes traspasos de capital hacia el sector público que se han realizado ya y que los Fondos prevén incrementar, puesto que supone cargar la crisis de las grandes empresas sobre los contribuyentes, que pagarán la factura a través del presupuesto público. Unido a esto, el plan impone una serie de modificaciones de amplio impacto sobre las clases populares, al establecer una condicionalidad que, a cambio de una financiación que absorben las grandes empresas, dicta medidas que “afectarán al gasto público, las pensiones, la imposición indirecta y, probablemente, nuevas privatizaciones”.

Es importante destacar también el análisis de los mecanismos de deuda. Como expone el posicionamiento de Ecologistas, el grueso de los fondos llegarán en forma de créditos con plazos de devolución que se alargan hasta el año 2058 y que inciden en la deuda pública del Estado. Sin embargo, la condicionalidad aprieta a los estados precisamente con la limitación de la deuda, de tal manera que exige unos criterios que no podrán cumplir y que dejará a los estados europeos, particularmente al español, en una situación de endeudamiento perpetuo que permitirá a los acreedores imponer reformas. Así, un mecanismo de financiación público, a costa de los impuestos, acaba revirtiendo en un endeudamiento público masivo y en medidas draconianas para el conjunto de la población. De ahí que la valoración de EEA afirme que estos planes “debilitan la democracia y profundizan la crisis institucional”.

Por supuesto, el análisis de EEA no deja de poner el acento en el descarado greenwashing de la Comisión, que ha vestido de “verde” unos fondos que insisten en la financiación de megaproyectos, el crecimiento, y una apuesta global por la supuesta revolución industrial que impulsa la tecnología. Frente a esto, reclaman una serie de medidas concretas que marcan la línea de una salida de la crisis alternativa: rechazo de los fondos, eliminación del papel central de la banca privada, auditoria de la deuda o reparto del trabajo son algunas de las propuestas que lanza la organización ecologista y que se pueden encontrar completas aquí: https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2021/06/posicionamiento-NGEU.pdf




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