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Desde la izquierda, Bernardo Rabassa y el hoy alcalde de Palma, José Hila, aplaudiendo la inauguración de la calle a su nombre, en 2009.
Desde la izquierda, Bernardo Rabassa y el hoy alcalde de Palma, José Hila, aplaudiendo la inauguración de la calle a su nombre, en 2009.Familia Rabassa

El alcalde de Palma, José Hila, del PSOE, ha paralizado este viernes el cambio del nombre de siete calles de la ciudad de supuesta simbología franquista por posibles errores, y ha solicitado una reunión urgente con el Gobierno balear para aclarar si el listado del censo es correcto. En un escrito, el regidor ha pedido a la comisión de expertos del Ejecutivo balear que lleva este asunto que revise el censo, elaborado hace un año y que planteaba el cambio de nombre de 12 calles de la capital balear por su relación con el franquismo, ha explicado Hila en declaraciones a los medios. EL PAÍS informó el miércoles de que Hila, cuando era concejal en 2008, presidió el bautizo de una calle a Gabriel Rabassa, que ahora, como alcalde, ha ordenado retirar. Rabassa perteneció en su juventud a la Falange, pero luego fue un mecenas cultural que promovió la primera universidad de la ciudad.

“Han salido informaciones que ponen en duda estos cambios”, ha dicho el alcalde, en alusión a varios de los casos polémicos, como la plaza Almirante Churruca, las calles Almirante Gravina y Almirante Cervera, así como la de Rabassa. El Ayuntamiento sostuvo esta semana que basaba su decisión en que eran personajes que habían dado nombre a barcos o batallas “fascistas” y “franquistas”.

Sin embargo, se trata de un notable error histórico, porque los barcos Gravina y Churruca sirvieron en la Guerra Civil al bando republicano, y el Cervera, fue forzado a incorporarse a las fuerzas sublevadas en su base naval de Ferrol, donde había triunfado el golpe.

Hila reconoce ahora que, ante estas situaciones, “lo mejor es parar y revisar” porque “no siempre se tiene la razón”. El alcalde ha puntualizado que su equipo de gobierno, formado por socialistas, Podemos y una coalición llamada Més, actuó “de buena fe”, pensando que los cambios sugeridos por la comisión autonómica eran correctos, atendiendo a la Ley de Memoria Democrática aprobada por el Parlamento balear en 2018, y porque “nadie presentó alegaciones”.

El alcalde ha indicado también que su equipo de gobierno aceptó el informe de la comisión de toponimia y ha añadido que si los expertos se equivocaron se volverá a instalar las placas retiradas esta semana, que son las de la avenida Joan March y las dedicadas a los almirantes Churruca, Gravina y Cervera, y las de Brunete y Alfambra. En el caso de March, fue el banquero que financió la sublevación en 1936. Los otros nombres están ligados a hechos de la Guerra Civil.

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