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Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad a nivel mundial. Estas enfermedades, entre las que se incluyen la enfermedad isquémica, la insuficiencia cardiaca y la enfermedad cerebrovascular, presentan una elevada prevalencia en la sociedad actual.

 

Además, se calcula que el impacto de estas enfermedades aumentará en los próximos años debido al envejecimiento de la población. Por tanto, las investigaciones centradas en describir qué mecanismos se encuentran alterados en estas patologías resultan absolutamente necesarias para aplicar estrategias terapéuticas, tanto para la posible prevención como para el tratamiento.

 

El envejecimiento se considera un proceso fisiológico durante el cual se producen notables cambios en todos los sistemas que integran el organismo. De forma más específica, el grupo dirigido por la Dra. Mercedes Ferrer de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en España lleva los últimos 25 años investigando los mecanismos que regulan el tono vascular en distintas situaciones fisiopatológicas, entre las que se encuentra el envejecimiento.

 

En esta etapa vital, en el sistema cardiovascular tienen lugar alteraciones en la producción de mediadores celulares que regulan la función vascular. Asimismo, se produce una disminución en los niveles de hormonas sexuales en ambos sexos que, a su vez, ejercen un impacto negativo sobre la función vascular.

 

Estos efectos negativos se pueden resumir en un aumento del estrés oxidativo y de factores vasoconstrictores, así como en una disminución de factores vasodilatadores como el óxido nítrico. Las modificaciones en la producción de estos factores inducen cambios en la estructura de la pared arterial de forma que pierden elasticidad y resultan comprometidas las respuestas vasculares a distintos estímulos. Todo ello favorece la aparición de patologías cardiovasculares como la hipertensión arterial, que presenta una alta prevalencia en el envejecimiento.

 

El equipo de Mercedes Ferrer ha demostrado que la incubación de arterias procedentes de animales envejecidos con un extracto acuoso de la microalga espirulina mejora la función vascular de las arterias. Los resultados evidencian la importancia que están cobrando las intervenciones nutricionales en el tratamiento de las patologías cardiovasculares.

 

En anteriores estudios, el mismo grupo demostró que la dieta suplementada con ciertos ácidos grasos poliinsaturados prevenía las alteraciones vasculares inducidas por la pérdida de hormonas sexuales.

 

Ahora, estos científicos demuestran que otra fuente importante de compuestos naturales con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias la constituye la espirulina, una microalga rica en pigmentos como clorofila y ficocianina, carotenoides y polifenoles responsables de una elevada capacidad antioxidante descrita por otros investigadores.

 

Con esta información, Ferrer y sus colegas se propusieron analizar el efecto de un extracto acuoso sobre la función vascular en aorta procedente de ratas envejecidas, describiendo algunos de los mecanismos implicados.

 

“Tras 3 horas de incubación con el extracto acuoso de espirulina, se observaba un aumento de la respuesta vasodilatadora debido a una mayor liberación y función de factores vasodilatadores como el óxido nítrico y el monóxido de carbono”, explican los investigadores.

 

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Imágenes obtenidas mediante microscopía confocal que muestran la producción del anión superóxido (utilizando una sonda fluorescente visible en color rojo, HE) y la presencia de núcleos (utilizando una sonda fluorescente visible en color azul, DAPI) en segmentos aórticos de control (en ausencia de espirulina) e incubados con espirulina. (Imágenes: UAM)

 

“La reducción de mediadores pro-oxidantes —agregan los autores del estudio—, también participaba en dicho efecto y, posiblemente también en la mejora de las respuestas contráctiles”.

 

Los resultados se complementaron con unos análisis de caracterización de la composición del extracto, llevados a cabo por el grupo de la Dra. Cristina Otero en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España.

 

Estos análisis muestran una elevada capacidad antioxidante del extracto, un alto contenido de polifenoles y de aminoácidos, así como la identificación de 12 péptidos, algunos de los cuales corresponden a fragmentos de proteínas que unen clorofila y ficocianina y que parecen tener propiedades antioxidantes.

 

La colaboración entre los grupos de investigación de Mercedes Ferrer y Cristina Otero permitirá analizar los mecanismos implicados en el posible efecto beneficioso de diferentes extractos, no solo en arterias que presenten disfunción vascular, sino que en un futuro se pretende analizar el efecto de la suplementación dietética con estos extractos en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

 

El estudio se titula “Spirulina extract improves age-induced vascular dysfunction”. Y se ha publicado en la revista académica Pharmaceutical Biology. (Fuente: UAM)

 

 

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