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  • Vacaciones en el campo, la tendencia para un verano marcado por la Covid-19

Vivimos una emergencia sanitaria sin fecha de caducidad que ha cambiado radicalmente nuestra forma de viajar. Hasta hace nada lo cool era buscar destinos cuanto más exóticos y lejanos mejor, un modelo turístico hiperglobalizado que la pandemia ha parado en seco. «Si no decías que habías estado en Bali, Bora Bora o las Islas Fiyi parecía que no te habías ido de vacaciones», comenta Rafael Ausejo, CEO de Ruralka, una empresa que lleva más de 200 hoteles rurales con encanto en España. «Y si te quedabas aquí, tenías que contar que habías ido a la playa, lo rural estaba mal visto». 

Pero llegó el virus y con él una nueva forma de hacer turismo, o no tan nueva, porque se parece a la que se hacía allá por los 70: «Un turismo familiar, en coche y de proximidad«, apunta Ausejo. «Esa es hoy la tendencia, elegir lugares a no más de 3 horas en coche de casa». Una moda que dicen los expertos llega para quedarse, al menos, a corto y medio plazo. «La gente busca entornos naturales donde disfrutar del aire puro, del silencio, del campo, de los planes de verdad, de las no aglomeraciones…».

«Se vuelve al campo en busca de la antigua normalidad’

Las cifras no engañan. El auge del turismo rural es un hecho. «Hemos acabado junio con buenos números, julio y agosto se presentan optimistas y lo más sorprendente es que tenemos muchísimas reservas para septiembre e incluso octubre», dice Ausejo. «Los hoteles rurales con encanto están en alza, antes éramos el patito feo y hasta nos trataban de forma despectiva porque este es un país de turismo de sol y playa; pero es un sector muy preparado, con una hostelería y unos servicios prácticamente de lujo», defiende. 

El campo es la antigua normalidad, eso es lo que atrae a la gente, ir a un sitio donde se pueda vivir como antes, donde no haya que llevar todo el rato la mascarilla puesta, donde vivir más relajado y sin miedo

«La pandemia ha hecho que la gente cambie sus prioridades, sobre todo los urbanitas, que están deseosos de salir de la ciudad«, indica Ausejo. «El campo es la antigua normalidad, eso es lo que atrae a la gente, ir a un sitio donde se pueda vivir como antes, donde no haya que llevar todo el rato la mascarilla puesta, donde respirar aire puro, donde vivir por unos días más relajado y sin miedo», asegura.

#Esteañomequedo

Una vuelta a lo rural que el sector está aprovechando para reivindicar el turismo nacional de interior con numerosas iniciativas. Una de ellas la campaña #Esteañomequedo, de Ruralka. «Un grito de guerra con el que queremos alentar a los viajeros para que salgan de casa a descubrir nuestro país«, dice Ausejo, y que ha sido acogido con entusiasmo en las redes sociales. «Miles de personas están compartiendo con nuestro Hashtag imágenes de sus rincones favoritos de España, sirviendo de inspiración a los que están pensando hacer un viaje este verano».

«Nuestra intención es recordarle a la gente que España es un gran país. Su diversidad cultural, geográfica o gastronómica es enorme«, cuenta. «Simplemente al cambiar de comunidad ya notas que cambia el paisaje, las construcciones y hasta los rasgos físicos de las personas, de norte a sur y de este a oeste», añade. «Esta riqueza no la tienen en todos lados y hay que disfrutar de ella. Es el momento de que los españoles decidamos conocer más nuestro país», subraya.

Cadena de favores

Para que esta forma de viajar cale hondo en los turistas el sector se está poniendo las pilas. «Estamos ofreciendo propuestas de viajes cerrados a los clientes. No solo se les oferta un lugar idílico donde estar sino también un montón de actividades que hacer basadas en lo que llamamos ‘cadena de favores’«, explica.

«Son recomendaciones de corazón que hacen los propietarios de los hoteles, como buenos conocedores del lugar: esa excursión que no te puedes perder, el guía local que tienes que conocer, el restaurante que hay que visitar, los quesos del pastor de la zona que hay que probar o el trabajo de ese artesano que tienes que  descubrir… todo lo que sirva para enriquecer la estancia y que además contribuya a levantar la economía del lugar», subraya Ausejo.

Auge del turismo rural

Pedaleando por el campo en Alcoy (Alicante)niusdiario.es

Estancias extraordinarias, pero seguras

El trauma de la crisis sanitaria, coinciden los expertos, está teniendo un impacto psicosocial, también a la hora de viajar. «Nosotros hemos comprobado que la gente es más prudente y se preocupa más por su seguridad«, confirma Ausejo. «Buscan entornos que te den tranquilidad, seguridad, y los hoteles rurales han trabajado muchísimo en eso», destaca.

«Hemos seguido directrices sobre higiene la OMS y el propio gobierno y hemos desarrollado con los hoteles un protocolo higiénico sanitario que garantice la salud y el bienestar de los viajeros«, avanza. «Tratamientos de esterilización, homologación de productos de limpieza, mascarillas y guantes a disposición del cliente, personal con mascarillas o caretas protectoras, opción de desayuno servido en la habitación o individualmente en otro espacio del hotel, lámparas ultravioletas en los intercambios de documentos; felpudos desinfectantes para evitar el contagio de zapatos y ruedas de maletas o señalización nueva con distancias de seguridad en todo el hotel, entre otros», enumera.

Cambio de mentalidad

«Lo ideal sería que todo esto que ha sucedido sirviera para un cambio de mentalidad en la forma de movernos por el mundo«, indica Ausejo, «una vuelta a la sencillez, a favor del turismo responsable y en contra de la masificación tan en voga en los últimos años», reitera.

«El primer síntoma de que algo está cambiando es que la gente está alargando sus reservas, antes en los hoteles las estancias eran de dos o tres noches y ahora son de una semana de media. El teletrabajo da la opción de estar en un hotel idílico, en plena naturaleza, y a la vez cumplir con tus obligaciones», explica.

Lo que ha sucedido puede suponer un cambio de mentalidad, a favor del turismo responsable y en contra de la masificación

«El turismo rural tiene una oportunidad única de consolidar esto que es tan maravilloso, de llegar al corazón del viajero», concluye. «Sueño con ese momento en que decir que has pasado las vacaciones en  Pontevedra, Jaén o Salamanca sea igual de glamouroso que contar que has estado en cualquier destino idílico del mundo«.

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