El gobierno helvético inyectará 100.000 millones de francos suizos a Credit Suisse

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  • Las autoridades suizas esperan atajar la crisis de confianza y aseguran que se trata de una operación decisiva para salvar la estabilidad del sistema financiero internacional

El presidente de la Confederación helvética, Alain Berset, ha informado este domingo de que Credit Suisse recibirá una inyección de capital de 100.000 millones de francos suizos para asegurar la liquidez del banco, que será comprado por UBS, otro banco suizo, por 3.230 millones de dólares. Berset ha asegurado que este suministro adicional es una «máxima prioridad» para la administración porque salvar a Credit Suisse significa garantizar «la estabilidad» del sector financiero mundial.

El gobierno suizo pretende atajar así la situación de inestabilidad y de falta de confianza sobre la entidad, y «apoyar» la compra por parte de UBS, ha afirmado Berset en una rueda de prensa celebrada en el Palacio Federal de Berna en la que se ha anunciado la oficialidad de la operación. De hecho, la transacción ha sido abiertamente orquestada por las autoridades suizas que se habían llegado a plantear nacionalizar el banco si no se alcanzaba un acuerdo. La compra, finalmente, se hará efectiva antes de finales de año y la Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero (FINMA) ha asegurado que se podrán continuar todas las actividades comerciales de ambos bancos «sin restricciones ni interrupciones».

El sector queda ahora expectante a la apertura de los mercados bursátiles en Asia, Australia y Nueva Zelanda. Por su parte, UBS espera conseguir un ahorro anual de unos 7.000 millones de dólares para 2027. Los accionistas de Credit Suisse recibirán una acción de UBS por cada 22,48 que posean del banco suizo, lo que equivale a 0,76 francos suizos por acción.

Las acciones de nivel 1 adicionales de Credit Suisse con un valor nominal de alrededor de 16.000 millones de francos suizos se amortizarán por completo. Las autoridades suizas están planteándose, además, imponer pérdidas a los tenedores de bonos de Credit Suisse como parte de un rescate del banco, afirman fuentes conocedoras a Reuters. Pero los reguladores europeos están preocupados porque un movimiento así pueda afectar a la confianza de los inversores.

Turbulencias

Berset ha destacado que Credit Suisse es uno de los 30 bancos sistémicos a nivel mundial y uno de las dos principales entidades bancarias del país. Así, ha defendido que esta operación no solo es decisiva para Suiza, sino que también lo es para las empresas, clientes privados, propios empleados y «para la estabilidad de todo el sistema financiero», ha remarcado.

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Ha recordado las «turbulencias» que ha sufrido el sistema bancario mundial en los últimos días, que «desestabilizaron a los bancos más frágiles» como, en este caso, Credit Suisse. «A pesar de la buena capitalización, Credit Suisse ha perdido la confianza de los bancos«, ha reconocido.

El viernes el gobierno reconoció que hacía falta una «solución rápida que garantizara la estabilidad» del banco. Y la calma ha llegado tras un fin de semana intenso de negociaciones, en las que UBS ofreció en primera instancia unos 1.000 millones de dólares, para llegar a un acuerdo con los 3.250, equivalente a 1.872 millones de euros.

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