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«Necesitamos más personal» es decir: más militares y mejor preparados. Era la primera petición del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Teodoro López Calderón, tras conocer el compromiso de España con la OTAN para aumentar el gasto militar al 2% del PIB en los próximos 8 años.
Para llegar a ese 2%, la OTAN sostiene que España tiene que aportar 12.000 millones de euros más hasta 2024. Moncloa hace otras cuentas. Afirma que el gasto en defensa – no el presupuesto- es del 1’4% del PIB y no del 1% como dice la Alianza. Con lo cual el incremento sería de 7.000 millones de euros.
¿Cómo se van a gastar?. Sánchez lo deja en manos de la cúpula militar. «El ministerio, el Jemad y los Ejércitos lo decidirán en su momento», dijo el presidente en rueda de prensa.
A día de hoy la mitad del presupuesto del Ministerio de Defensa se va en el pago del personal. Defensa tiene más de 125.000 soldados y funcionarios cuyas nóminas superan los 5.000 millones de euros anuales. Aumentar las tropas subiría el gasto. Y eso sin hablar de la eterna reivindicación de una subida de sueldos.
Submarinos, cazas, fragatas y drones
Las Fuerzas Armadas llevan años apretándose el cinturón. «Llevamos una década perdida», aseguran mandos de Defensa a NIUS. La crisis económica cerró el grifo del gasto militar. «A las viejas peticiones hay que sumar los nuevos desafíos tecnológicos, que son muchos», sostienen. La promesa de esa inyección de millones en los próximos ocho años ha hecho que las FAES vuelvan a sacar su lista de deseos. La prioridad la dicta el Estado Mayor de la Defensa en su ‘Objetivo de Capacidades Militares».
La lista engloba desde los sistemas de drones, guerra electrónica y los 4 aviones C-295 que reclama el Ejército del Aire o fragatas como las F110 y los cazas F35B, que la Armada lleva tiempo pidiendo. Pasando por los nuevos helicópteros NH900 y la modernización del blindado Leopardo que le gustaría a Tierra.
Además hay que contar con los contratos que ya están en marcha pero que no han terminado de pagarse.
- Submarinos serie S-80: Son cuatro. El primero, el S-81 «Isaac Peral» se entregará a finales de año y el último, el «Mateo García de los Reyes» se espera tenerlo listo en 2028. El proyecto se ha retrasado varios años y su precio se ha disparado hasta los 4.000 millones de euros.
- Eurofigther Typhoon: Defensa compró el pasado mes de junio, 20 cazas Eurofighter para sustituir a los F-18. El contrato (uno de los mayores en los últimos tiempos) asciende a 2.043 millones de euros. La primera entrega está prevista en 2016.
- VCR 8×8 «DRAGÓN»: Es el vehículo de combate sobre ruedas creado para sustituir a los BMR. Se han encargado 384 vehículos. El coste supera los 3.800 millones de euros y se entregarán desde 2022 hasta 2026.
Las compras en materia de Defensa son muy peculiares. Son proyectos a muy largo plazo, los tres Ejércitos «compiten» entre sí y las empresas españolas tienen prioridad, y «se nos mira con lupa», afirma un directivo de una de ellas. Para las empresas de defensa se abre un abanico de posibilidades. «Veremos a ver si ese aumento se traduce en contratos», aseguran desconfiados. Todavía recuerdan las crisis del 2010 que les obligó a priorizar las ventas fuera del país.
Las peticiones de la OTAN también suponen dinero
La OTAN , bueno Estados Unidos, están hartos de pagar la factura de defensa y seguridad de la Alianza y por eso han presionado a sus miembros para aumentar hasta el 2% del PIB ese gasto militar. Además ahora toca aportar efectivos a la ampliada Fuerza de Respuesta Rápida. Esta cumbre ha aumentado de 40.000 a 300.000 los militares OTAN que tienen que estar disponibles para actuar en cualquier momento.
La OTAN no han pedido cifras por país, pero parece claro que hay que destinar más efectivos a esta Fuerza. En España se estudia la creación de un Cuartel General de Brigada, que reuniría a unos 3.000 soldados nacionales listos para desplegarse en cualquier lugar de Europa si la Alianza lo pide.
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