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Encuentran fósiles de primates que vivieron en el Ártico hace 52 millones de años

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Encuentran fósiles de primates que vivieron en el Ártico hace 52 millones de años

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Dos especies hermanas, parientes de los primeros primates (llamadas primatomorfanos) han sido descubiertas por un equipo internacional de investigadores liderado por Kristen Miller, de la Universidad de Kansas (Estados Unidos). 

Las dos especies (Ignacius mckennai e Ignacius dawsonae) habitaron el norte del Círculo Polar Ártico, lo que actualmente es Canadá, hace unos 52 millones de años, cuando esta región tenía un clima cálido, aunque una biodiversidad limitada. 

Concretamente, ambos especímenes han sido descubiertos en la isla de Ellesmere, en capas de sedimentos vinculados con el Eoceno temprano, una época de intenso calentamiento global. 

La oscuridad como causa de mandíbulas y dientes más robustos

Según Miller, nunca se ha encontrado ningún pariente primate en latitudes tan extremas como el Círculo Polar Ártico, ya que estos primos evolutivos cercanos de los primates se encuentran más comúnmente alrededor del ecuador en regiones tropicales

Dentición de un ancestro de los primates
Imagen: Kristen MillerKristen TietjenK. Christopher Beard

Dentición de Ignacius mckennai

Sin embargo, a través de un análisis filogenético, Miller ha podido comprender cómo los fósiles de la isla de Ellesmere están relacionados con las especies que se encuentran en las latitudes medias de América del Norte, como Nuevo México, Colorado, Wyoming, y Montana. 

Durante el tiempo en que vivían estos primos evolutivos cercanos de los primates, el Círculo Polar Ártico era mucho más cálido, pero todavía estaba oscuro durante gran parte del año. Esta oscuridad puede haber provocado que ambas especies desarrollaron mandíbulas y dientes más robustos en comparación con otros parientes primates de la época, porque la comida era mucho más difícil de encontrar durante los oscuros meses de invierno.

Según Chris Beard, profesor distinguido de Ecología y Biología Evolutiva en la Universidad de Kansas, para sobrevivir los largos inviernos árticos, cuando los alimentos preferidos como las frutas no estaban disponibles, tuvieron que depender de alimentos alternativos como las nueces y las semillas, es decir, comida más dura que requería mejores dientes y más músculos en la mandíbula

Pero a pesar de la robustez de la mandíbula, los investigadores también descubrieron que ambas especies eran un poco más grandes que sus parientes cercanos más al sur, un grupo de primates primitivos denominados plesiadapiformes.

 

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