¿En qué se diferencian de otras mascarillas?

El poro de las mascarillas tradicionales, el microespacio por el que pasa el aire pero no el virus, es más grande que el poro que deja la tela de microfibras del CSIC. El virus, en las tradicionales, se queda adherido a la mascarilla al atravesar el poro por el efecto electrostático que causa el material. Pasado un tiempo, cuando se emite humedad por la respiración se provoca que la mascarilla pierda esa carga electrostática, por lo que no atrapa los virus y se respiran. Algo que no ocurre con las del CSIC.