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PAMPLONA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) –

El nuevo coordinador general de Izquierda Unida de Navarra, Carlos Guzmán, ha exigido al Ejecutivo foral «mayor celeridad» en el cumplimiento del acuerdo programático «y en su profundización por la izquierda». Le ha demandado, además, una reforma fiscal, una apuesta por la «fiscalidad medioambiental», huir de la «instrumentalización política» del euskera y que «no se ponga de perfil en la financiación de la educación que segrega por sexo».

Carlos Guzmán ha asegurado que Izquierda-Ezkerra, coalición formada por IUN y Batzarre, «tuvo y sigue teniendo un papel fundamental en el ciclo de cambio político iniciado en 2015» y ha ratificado su compromiso con el desarrollo del acuerdo programático que sostiene el actual Gobierno de Navarra. IUN, ha recalcado, «hemos sido y seguiremos siendo una fuerza totalmente fiable para mantener a las derechas alejadas del poder». «Con nosotros nadie ni por activa ni por pasiva podrá contar para facilitar gobiernos de la derecha regionalista», ha insistido.

Así se ha pronunciado durante su intervención en el acto de clausura de la XI Asamblea General de IUN, un proceso, ha dicho, en el que se ha demostrado que el partido «tiene una gran historia detrás» y «un futuro prometedor por delante que conquistar».

Guzmán ha dedicado unas palabras a la coordinadora saliente, Marisa de Simón, de quien ha destacado que ha dirigido la organización «en unos tiempos muy convulsos» y ha considerado que «con tus aciertos y tus errores, puedes estar más que satisfecha».

Igualmente, se ha dirigido a la otra candidatura a la Coordinadora General, encabezada por Iñaki Bernal, de la que ha valorado su «gran generosidad, altura de miras y compromiso con nuestra organización». Y ha llamado a interiorizar, tras la asamblea, que «no hay ni vencedores ni vencidos» sino que «el conjunto de la organización debe salir fortalecida de este proceso».

«De forma tendenciosa, hay quien ha querido ver en este proceso una seña de debilidad o de división; nada más lejos de la realidad», ha criticado Guzmán, que ha puesto en valor la «pluralidad y la fortaleza ideológica de IUN». Así, ha destacado que mañana «habrá una dirección plural y heterogénea» que deberá asumir los mandatos de la Asamblea de «unidad e integración».

A nivel interno, el dirigente de IUN ha señalado que el «gran reto» es «fortalecer» la formación «recuperando la ilusión» y «dotarnos de una mayor y mejor participación y dinámica» y ha abogado por «abrir las puertas de par en par a la sociedad a través de las redes de activistas que tenemos que constituir».

Carlos Guzmán ha remarcado que IUN «no debe olvidar su vocación de movimiento político y social» y ha advertido que las instituciones «son una oportunidad y un peligro» porque «son engranajes de ese propio sistema que aspiramos a transformas» y sus dinámicas «a veces nos agota y nos puede llegar a alejar del trabajo del día a día de la calle».

«Esto no quiere decir que tengamos que caer en el izquierdismo infantil y renunciar al trabajo institucional», ha precisado Guzmán, que ha apostado por «instrumentalizar las instituciones» para «mejorar las condiciones de las familias trabajadoras» y «usar ese altavoz para difundir nuestras propuestas e ideas». Así, ha abogado por tener «un pie dentro de la institucionalidad y el otro fuera».

El coordinador general de IUN ha resaltado que «en los momentos más cruentos de la pandemia, fue el sector público y la clase trabajadora la que dieron el do de pecho en primera línea de fuego» que «dieron lo mejor de sí para cuidarnos a todos». Y ha destacado que «a donde no llegó la clase trabajadora llegó la solidaridad vecinal».

Asimismo, ha destacado que actualmente la gran preocupación deber ser «asegurar una salida social y justa de esta crisis sanitaria y económica a las familias trabajadoras». Por ello, ha exigido al Ejecutivo foral «mayor celeridad» en el cumplimiento del acuerdo programático «y en su profundización por la izquierda».

Guzmán ha reconocido la «buena gestión» realizada por el Gobierno de Navarra durante «los momentos más cruentos de la pandemia» pero ha remarcado que «la salida social y justa de la crisis requiere de presupuestos suficientemente financiados», para lo que es «imprescindible» una reforma fiscal en la que «quien más tiene y más gana tiene que pagar más».

De la misma manera, ha demandado una banca pública que «intervenga directamente en el desarrollo económico de Navarra y que democratice el acceso a los servicios financieros al conjunto de la ciudadanía». Además, ha reclamado que el proyecto de ley foral de cambio climático apueste «de forma contundente» por una «fiscalidad medioambiental» y por «modelos energéticos alternativos».

Asimismo, ha exigido al Ejecutivo navarro que «no se ponga de perfil en la financiación de la educación segregada por sexo» y ha reclamado un «potente plan industrial que, desde lo público, apueste por un modelo medioambientalmente sostenible, de alto valor añadido y especializado, que genere empleo digno y de calidad».

Guzmán ha destacado que Navarra «es una tierra plural y diversa en la que habitan distintas identidades nacionales» y ha apelado a trabajar para «normalizar la convivencia entre diferentes». Al respecto, ha señalado que el euskera, «como patrimonio cultural de nuestra Comunidad, debe ser mimado y cuidado, huyendo de su instrumentalización política».

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