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La causa del atentado contra Cristina Kirchner dio un giro en las últimas horas: los investigadores del caso empezaron a considerar que Brenda Uliarte, la novia de 23 años de Fernando Sabag Montiel, habría sido quien en realidad planificó e instigó la tentativa de homicidio y que su amiga Agustina Díaz, de 21 años, detenida durante la madrugada de este martes, la habría ayudado a planificar el ataque y, después de cometido, a encubrirlo.

“¡¿¡¿¡Cómo no le pegó el tiro? ¿¡¿¡Cómo mandaste a este tarado? ¿Se puso nervioso?!’”, le dijo Díaz a su amiga Brenda en alusión a Sabag Montiel, que el 1° de septiembre gatilló su pistola Bersa .32 a centímetros de Cristina Kirchner sin que la bala saliera del arma. Después de esa conversación, ambas hablaron por teléfono pero no se conoce el contenido de esa llamada. Así lo informaron a LA NACION fuentes que trabajan en el caso. Díaz fue detenida durante un allanamiento realizado en su casa de San Miguel, donde vive con sus padres y un hermano menor.

El otro mensaje que la complicó es una conversación donde ella le dijo a Uliarte: “borrá todo”, en referencia al contenido de celular, y le pidió que se deshiciera de su teléfono.

La propia Díaz cambió el chip de su celular. La sospecha de los investigadores es que lo hizo para que no pudieran rastrear sus llamadas, pero no tiró el viejo y cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó su casa de San Miguel, encontró el nuevo chip y el antiguo.

En el peritaje realizado se encontraron mensajes previos al 1° de septiembre con referencias a cómo cometer el atentado y otros posteriores, sobre cómo deshacerse de la evidencia, relataron las fuentes. Esto pone a Díaz en una situación complicada, ya que podría ser acusada no solo de encubrimiento, por las maniobras posteriores para destruir pruebas, sino de haber tenido un rol activo para que se ejecutara el ataque. El teléfono de Díaz será analizado por la PSA, que debe primero abrirlo. Eso puede llevar más de 24 horas.

Por el momento, no hay evidencia en el expediente de que existan nexos políticos de Díaz ni de Uliarte con alguna agrupación o partido, mas allá de su rechazo por el kirchnerismo, dijeron fuentes del caso.

Con las pruebas reunidas hasta ahora -sobre todo, lo relevado del celular de Uliarte- la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo indagaran mañana a la nueva detenida. Además, ampliarán las indagatorias a Sabag Montiel y a Uliarte para mostrarles los nuevos elementos reunidos en la causa contra ellos y que puedan defenderse.

Los especialistas de la PSA bajaron la información de cada celular en varias bases de datos que se interrelacionan mediante un software denominado Pathfinder, que permite la actuación de motores de búsqueda entre las diferentes bases con diversas palabras claves. Así, por ejemplo, cuando colocan la palabra “arma”, aparecen los celulares de quienes entre sí intercambiaron mensajes relativos al arma y su contenido.

“La autora intelectual, con lo que tenemos hasta el momento, es Brenda”, dijo uno de los investigadores del caso. Ella, según esta hipótesis, habría “usado” a Sabag Montiel.

Uliarte y Díaz, de 23 y 21 años, se conocían de San Miguel. “Amor de mi vida”, la tenía agendada la novia de Sabag a la nueva acusada. En sus charlas se despedían con la frase “te amo”, según supo LA NACION.

Con el avance de la causa y las averiguaciones sobre el terreno y los teléfonos celulares, los investigadores no creen hoy que los integrantes del grupo de vendedores de copos de algodón de azúcar hayan tenido relación con el atentado.

No hay pruebas, advierten en los tribunales de Comodoro Py, de que alguno de ellos haya estado en las inmediaciones del edificio de Cristina Kirchner, pese a que en una imagen de video, difundida por TV, algunos creyeron ver a Nicolás Gabriel Carrizo, quien se identificaba como el “jefe” del grupo de vendedores de copos. Para los investigadores no hay elementos suficientes para creer que ese hombre, con la cara tapada, fuera efectivamente él.

Díaz se reunió este martes por la tarde con el defensor público Martín Hermida, nombrado para representarla. Como Hermida ya defiende a Sabag es probable que deba excusarse y sea otro abogado de la Defensoría General de la Nación que intervenga.

Entre el lunes por la noche y el martes, por orden de Capuchetti, además de la detención de Díaz se realizaron tres allanamientos, dos en la provincia de Buenos Aire y uno en la ciudad de Buenos Aires para secuestrar teléfonos celulares y dispositivos electrónicos. Este martes la jueza levantó el secreto del sumario.

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