[ad_1]
Una corriente de libertad recorre las calles y redes sociales del sureste asiático. Es la llamada Alianza del té con leche. Un movimiento transnacional digital que toma el nombre de la bebida idiosincrática y une a jóvenes de Tailandia, Hong Kong y Taiwán en la defensa de los derechos civiles frente a las maneras autoritarias de los regímenes tailandés y del Partido Comunista Chino. El fenómeno se adentra en una de las grandes incógnitas del debate político global: ¿son los derechos humanos asimilables a los valores asiáticos? ¿Triunfarán en Asia Oriental o por el contrario prevalecerán…
Inicia sesión para seguir leyendo
Sólo con tener una cuenta ya puedes leer este artículo, es gratis
Gracias por leer EL PAÍS
[ad_2]
Source link