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Unos investigadores han reanalizado los datos publicados anteriormente sobre ADN de 1.785 humanos antiguos que vivieron en los últimos 45.000 años. Su objetivo ha sido averiguar el grado de parentesco entre el padre y la madre de cada una de esas personas del pasado remoto. Los resultados del nuevo análisis son sorprendentes.

 

Al contrario de lo que podría suponerse, la endogamia en la prehistoria parece que era inferior a la de hoy en día. Los humanos antiguos rara vez elegían a sus primos como pareja. De entre los 1.785 individuos analizados, solo 54, es decir, alrededor del tres por ciento, muestran los signos típicos de que sus progenitores eran primos. Además, esas 54 personas no están agrupadas en el espacio ni en el tiempo, lo que demuestra que los matrimonios entre primos fueron eventos esporádicos en las poblaciones antiguas estudiadas. En particular, incluso para los cazadores-recolectores que vivieron hace más de 10.000 años, las uniones entre primos eran la excepción.

 

Para analizar un conjunto de datos tan amplio, el equipo de Harald Ringbauer, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, desarrolló una nueva herramienta computacional para examinar el ADN antiguo en busca de parentesco. La herramienta detecta tramos largos de ADN que son idénticos en las dos copias de ADN, una heredada de la madre y otra heredada del padre. Cuanto más cercano sea el parentesco entre ambos progenitores, más largos y abundantes serán estos segmentos idénticos. En el caso de los datos de ADN modernos, los métodos computacionales pueden identificar estos tramos con facilidad. Sin embargo, la calidad del ADN de huesos de hace miles de años es, en la mayoría de los casos, demasiado baja para aplicar estos métodos convencionales.

 

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Los investigadores analizaron el ADN extraído de antiguos restos humanos en busca de signos genéticos de parentesco. (Imagen: MPI for Evolutionary Anthropology)

 

Además de identificar los apareamientos entre parientes cercanos, el nuevo método también permitió a los investigadores estudiar el parentesco de fondo o general. Este parentesco se origina en las muchas relaciones de parentesco lejano que normalmente desconocen los propios habitantes dentro de las poblaciones pequeñas.

 

Los investigadores encontraron un impacto demográfico sustancial de la innovación tecnológica de la agricultura. La aparición de la agricultura en una región era seguida siempre por un marcado descenso del parentesco de fondo, indicativo del aumento del tamaño de la población.

 

El estudio se titula “Parental relatedness through time revealed by runs of homozygosity in ancient DNA”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Communications. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

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