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Redacción Asturies | En un ciclo político en el que desde el gobierno PSOE – Unidas Podemos se antepone la negociación entre burocracias sindicales y patronal para avanzar en derechos, siendo la gran clase empresarial la beneficiada como vimos con la reforma laboral y de las pensiones, el conflicto, por el apostamos otros partidos como Anticapitalistas, demuestra que es la herramienta más efectiva, no solo para conquistar derechos sectoriales, sino también para generar dinámicas de fortalecimiento y construcción de movimiento sindical y popular ante una fase de nueva crisis capitalista. La inflación, cercana ya al 11%, está provocando huelgas por la subida salarial, entre otras demandas, en la mayoría de sectores laborales de todos los países, también con niveles de inflación superiores al 10%.

Durante las últimas semanas las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio y del resto de trabajadoras que forman parte del convenio de este sector, están llevando a la práctica todo el potencial organizativo que han estado trabajando durante los últimos años. Desde que fue privatizado el servicio por el Ayuntamiento de Xixón, y por lo tanto las condiciones laborales fueron deteriorándose aún más, las trabajadoras mediante una plataforma asamblearia con calma y paciencia se fueron fortaleciendo a nivel local para a continuación empezar a extender la organización a trabajadoras de otros concejos de Asturies. No solo luchando por sus derechos sino que estaban presentes en plataformas unitarias sociales por la sanidad y las pensiones públicas, contra la ley mordaza , contra la subida de la luz y la carestía de la vida, en movilizaciones feministas y LGTBI o en luchas laborales de otros sectores en lucha, entre otras más. Su nivel de conciencia fue creciendo hasta llegar a convertirse en la verdadera representante de las trabajadoras de su sector en detrimento de las burocracias sindicales de CCOO y UGT, que al igual que el gobierno han apostado por la negociación desde arriba y de despachos en vez de por el conflicto y de lucha sindical y asamblearia.

Las burocracias sindicales de CCOO y UGT tenían desde hace unas semanas un preacuerdo de convenio colectivo para el sector de ayuda a domicilio. Un convenio que dejó fuera las demandas de las trabajadoras del SAD. Como trabajadoras organizadas pidieron participar de la mesa de negociación, petición que fue denegada. Tampoco fueron invitadas a una reunión donde escucharlas. Nadie puede entender esta actitud de unos sindicatos mayoritarios. La huelga indefinida impulsada por el SAD Asturias provocó que el convenio casi pactado con la patronal del sector por estos fuese paralizado para unirse a esta y con el transcurso de los días intentar romper el conflicto y la huelga presionados por la patronal. Ahí fue cuando surgieron las asambleas y la propuesta de tipo de asamblearismo sindical de unos y otras. Las de CCOO y UGT a puerta cerrada, las del SAD abierta a todas las trabajadoras. Esa fortaleza y método combativo y democrático que están demostrando las plataformas del SAD seguro que a su vez fortaleció a las trabajadoras en huelga de CCOO y UGT a decidir seguir en huelga en sus  respectivas asambleas frente a la dinámica pactista de sus burocracias. Sin duda, el empuje y la fortaleza, como dijimos construida pacientemente durante años, está siendo clave para alargar la huelga indefinida el mayor número de días posible hasta que la patronal ceda ante las justas demandas de las trabajadoras. El apoyo social en Asturies es amplio y, hoy sábado se verá reflejado en la manifestación convocada en el día 20 de huelga. Veinte días, y los que quedan hasta conquistar sus derechos, que necesitan de apoyo material, por ello, la importancia de solidarizarse también aportando a su caja de resistencia como hemos hecho desde Anticapitalistes Asturies y muchos otros colectivos políticos y sociales y personas más. Una solidaridad de clase fundamental para seguir extendiendo el conflicto y creando movimiento sindical y social, en una fase política donde el gobernismo y las negociaciones por arriba sin la participación popular y trabajadora está demostrando no ser útil para combatir una crisis social que ya sufrimos, ni para construir un proyecto político que avance en derechos para la mayoría social.




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