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El secretario de Justicia, Merrick Garland, designa al exmagistrado de la corte internacional de La Haya Jack Smith para dirigir los múltiples frentes judiciales que acorralan al expresidente
El secretario de Justicia y fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha anunciado este viernes que nombrará a Jack Smith fiscal independiente para llevar a cabo las diversas investigaciones abiertas contra el exmandatario y candidato presidencial Donald Trump. Smith es fiscal y ha sido magistrado en la corte internacional de La Haya, donde ha investigado crímenes de guerra.
«Ejerceré un juicio independiente y avanzaré en las investigaciones de manera expedita y exhaustiva hasta el resultado que dicten los hechos y la ley», ha dicho Smith en un comunicado emitido por el Departamento.
Los abogados especiales son fiscales semiindependientes que, según las normas del Departamento de Justicia, pueden ser designados para investigaciones de alto nivel cuando puede haber un conflicto de intereses, o la apariencia de ello. Ejercen una mayor autonomía en el día a día que los fiscales regulares de los Estados Unidos, pero en última instancia todavía están sujetos al control del fiscal general.
Según publica la prensa estadounidense, el anuncio de Trump esta semana de que se presentará a unas terceras elecciones presidenciales en 2024 -si no concurren otros candidatos republicanos, en cuyo caso habría unas primarias- ha precipitado los acontecimientos. También ha influido el hecho de que Biden ha indicado, a su vez, que muy probablemente volverá a presentarse de nuevo a la presidencia.
Los partidarios de Trump ya han acusado al Departamento de Justicia bajo la Administración Biden de investigar a Trump por razones políticas, y algunos republicanos han planteado la idea de acusar a Garland si presenta cargos en su contra.
La situación no será nueva para Trump. Mientras estuvo en la Casa Blanca, ya se enfrentó a la investigación de un fiscal especial. El exdirector del FBI Robert S. Mueller III analizó la naturaleza de varios vínculos entre su campaña de 2016 y Rusia. La investigación se cerró en falso después de que Mueller concluyese que Trump no conspiró con el Kremlin para alcanzar el Despacho Oval.
El magnate se enfrenta a varios frentes judiciales. La primera investigación se refiere a los intentos de Trump de reventar los resultados electorales que hace dos años dieron a Joe Biden la presidencia del país. La segunda tiene como fin analizar la gestión de los documentos confidenciales durante su paso por la Casa Blanca y por qué se llevó a su mansión de Florida decenas de informes considerados ‘alto secreto’ tras dejar el cargo. Una vez finalizadas las elecciones de medio mandato, los investigadores prevén multiplicar las citaciones a socios y antiguos asesores de Trump y no descartan que se produzcan imputaciones.
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