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Los ministros de Petróleo y Energía de la alianza OPEP+, integrada por 23 países, acordaron este domingo en Viena extender por un año más, hasta finales de 2024, los recortes vigentes de su bombeo, según recoge la agencia Efe. Además, llegaron a un compromiso sobre el reparto interno de la cuota de producción a partir del 1 de enero de 2024, que dejará en 40,46 millones de barriles diarios (mdb) la oferta total del grupo, según la declaración final de la reunión ministerial celebrada este domingo. El objetivo de este movimiento es tratar de incrementar los precios del barril de crudo, que se mantienen por debajo del coste que tenían antes de que empezase al guerra en Ucrania.

Desde marzo de 2022, el barril de Brent, referencia para Europa, ha caído casi un 50%, pasando de intercambiarse por 120 dólares por barril a 76 dólares. El West Texas Intermediate, referencia para Estados Unidos, lo hace a 70 dólares. Este nuevo recorte de oferta es el tercer ajuste que se realiza en los últimos nueve meses con el objetivo de encarecer estos precios. La OPEP mantiene el recorte de producción de dos millones de barriles diarios acordado en octubre de 2022, así como gran parte de las reducciones de producción anunciadas en abril, que han sumado hasta 1,66 millones de barriles diarios.

Los países del Golfo pérsico han sido los primeros en anunciar sus recortes. Emiratos Árabes Unidos (EAU), Irak y Omán anunciaron ya han señalado la prórroga de su reducción voluntaria de la producción de petróleo hasta finales de 2024, así como también lo indicó Arabia Saudí

Emiratos reducirá la producción de crudo en 144.000 barriles diarios hasta finales del próximo año, informó el Ministerio de Energía emiratí en un comunicado. «Entendemos las necesidades del mercado y la OPEP+ está unificada en este sentido (…). Vivimos una fase de transición en el sector energético que requiere más inversiones», ha señalado el ministro del departamento emiratí, Suhail Al Mazroui en la nota que recoge la agencia Efe.

Por su parte, Irak «extenderá su reducción voluntaria de 211.000 barriles diarios (mbd) hasta finales de diciembre de 2024, como medida de precaución, en coordinación con los países participantes en el acuerdo OPEP+», ha indicado el Ministerio de Petróleo iraquí en una nota publicada por la agencia de noticias oficial INA. Omán sigue la estela de sus vecinos y reducirá la producción de petróleo en 40.000 barriles diarios durante el mismo periodo, de acuerdo con un comunicado.

Anteriormente, Arabia Saudí había anunciado ya la reducción de su oferta de crudo en un millón de barriles a partir del próximo 1 de julio, un recorte «voluntario» que implementará además de seguir cumpliendo con las limitaciones del bombeo a las que se ha comprometido en la OPEP+.

Temor a una recesión

Los delegados se reunieron en un clima de incertidumbre sobre la economía global, con varios indicadores económicos negativos para la demanda de crudo. Los productores de crudo acudieron a este enclave n en un momento en que el mercado está acechado por el impacto de la inflación, el endurecimiento monetario de los grandes bancos, una recuperación de la demanda china menos fluida a lo esperado y varias turbulencias que afectaron al sistema financiero.

Esta reunión se ha celebrado dos meses después de que varios de los países de este cartel anunciaran un recorte voluntario de sus cuotas de producción para impulsar los precios, una decisión que entró en vigor en mayo pero que tuvo un efímero efecto y que no frenó la caída de las cotizaciones.

Ardua negociación

La reunión en la sede la OPEP comenzó casi tres horas después de lo previsto y la negociación fue ardua entre estos 23 países responsables de un 60% de la producción mundial de crudo.

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Un tema clave de la negociación fue la base de producción porque sirve para calcular la cuotas de bombeo por país y poder así configurar un recorte conjunto. Emiratos Árabes Unidos, que abogaron por una mayor producción, lograron que se aumentara la base sobre la que se calcula su cuota de bombeo.

Según la agencia Bloomberg, este incremento generó reticencias de países africanos como Angola, Congo y Nigeria, cuyas cuotas fueron recortadas para el próximo año. Estos países africanos producen al máximo de su capacidad, pero a penas logran cumplir con sus objetivos de bombeo y ahora están bajo una presión añadida.

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