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Una de las 10 especies descubiertas, llamada Taliabu Myzomela.
Una de las 10 especies descubiertas, llamada Taliabu Myzomela. James Eaton (Birdtour Asia)

Frank E. Rheindt, investigador del departamento de ciencias biológicas de la Universidad Nacional de Singapur, viajó a las islas Wallacea por su cuenta para observar aves. Durante esa expedición de 2009, el científico descubrió nuevos pájaros que desconocía. Cuatros años después, se fue con su equipo a recoger toda la información y muestras de ADN en tan solo seis semanas. Los resultados que se publican este jueves en la revista Science ponen en evidencia que, en las Islas de Wallacea de Indonesia (Taliabu, Pegen y Togian), diez especies únicas y hasta ahora desconocidas sobrevuelan en montañas de hasta 1.400 metros que los exploradores de otros siglos nunca alcanzaron. 

Voy a ser pesimista, pero no creo que las especies que describimos aquí vayan a sobrevivir más de dos décadas

Actualmente, se conocen alrededor de 11.000 especies de pájaros, según datos del estudio. Rheindt asegura que hay más conocimiento sobre las aves que sobre los mamíferos. “Pero lo más curioso de este trabajo es que hemos descubierto una gran cantidad de pájaros [cinco especies y cinco subespecies] en un sitio relativamente pequeño que nunca se habían visto antes”, detalla. Dos de las islas no sobrepasan los 3.000 kilómetros cuadrados y la tercera, no más de 250. Los científicos han podido confirmar que se trataba de familias distintas debido a la genética y a la diferencia en el canto. 

La cantidad de islas en Indonesia se estima en 17.508 y la mayoría, explica el experto, están rodeadas por un mar de entre 20 y 50 metros de profundidad. Sin embargo, el agua que bordea los tres terrenos del estudio alcanza los 120 metros, lo que implica que no están conectadas al resto. Hace 15.000 años, la mayoría de las islas de Indonesia estaban juntas, las especies se mezclaban y reproducían entre sí. “Sin embargo, en este nuevo caso, las islas siempre han estado separadas y las especies que hemos descubierto ahí son totalmente únicas. Las condiciones de aislamiento del entorno han acentuado el endemismo”, desarrolla el especialista. Los científicos desconocen la fecha en la cual estos pájaros tan especiales colonizaron el espacio ya que ni siquiera tienen información registrada sobre la edad exacta de las islas. “Sabemos solo que son relativamente jóvenes, como de unos dos millones de años, por lo que suponemos que las aves llegaron hace más de un millón de años, pero seguimos trabajando en ello”, argumenta Rheindt.

Una de las subespecies descubiertas, el pájaro Togian Jungle-Flycatcher.
Una de las subespecies descubiertas, el pájaro Togian Jungle-Flycatcher.James Eaton (Birdtour Asia)

Por otro lado, lo que sí puede confirmar el investigador es que la historia de estas tres islas permanece incompleta. Los coleccionistas de los siglos anteriores no se adentraron en las entrañas y altitudes de la región. La isla Taliabu tiene relieves de hasta 1.400 metros, pero los científicos, a lo largo de ocho expediciones históricas se quedaron en las zonas costeras. En la misma línea, Peleng, que alcanza 1.000 metros de altitud, acogió a tres coleccionistas que nunca se aventuraron en el corazón de la isla. Por último, tan solo dos observadores y coleccionistas de aves visitaron a la más pequeña que no cuenta con relieves de más de 350 metros.

El estudio asume que es por todos estos elementos que nueve de las 10 especies descritas vienen de las alturas de más de 800 metros de las islas que nunca fueron alcanzadas antes. “Hemos descubierto una avifauna de montaña que cuenta con un inusual número de pájaros que permanecían completamente desconocidos por la historia”, relata el artículo de Science.

La desaparición de la masa forestal

“Voy a ser pesimista, pero no creo que las especies que describimos aquí vayan a sobrevivir más de dos décadas”, opina Rheindt. Las 10 nuevas familias de pájaros descubiertas viven bajo dos peligros que alarman a los científicos. En primer lugar, la deforestación. Desde los años 2000, según relata el investigador, las compañías asiáticas han bloqueado el bosque de Taliabu y ya alcanzan las montañas. Los pájaros que viven en las altitudes se ven obligadas a migrar hacia arriba, pero la cima no es infinita. 

La segunda amenaza es el cambio climático. “Y el problema ahí es que no podemos intervenir con rapidez”, añade, “nuestro planeta está en una etapa completamente nueva. Basta con mirar lo que pasa en Australia. Todo se quema, millones de animales mueren y estos acontecimientos no van a dejar de crecer”. El experto recuerda que la isla Taliabu sufrió, hace unos 20 años, los fuegos más feroces jamás vistos hasta hoy. El bosque no lo soportó y nunca volvió a ser el mismo.

El bosque deteriorado de una montaña de la isla Taliabu.
El bosque deteriorado de una montaña de la isla Taliabu.BRAM DEMEULEMEESTER

Sin embargo, el ornitólogo no cree que vayamos «hacia un mundo sin pájaros«, porque ellos sobrevivirán más que nosotros a todo esto. «Son muy resistentes”, piensa el investigador, “pero sí pienso que nuestros hijos vivirán en una tierra con una biodiversidad muy pobre, probabemente con un centenar de especies de aves menos que ahora”, concluye.

Para Toni Gabaldón, investigador del Instituto de Investigación Biomédica en Barcelona (IRB), este estudio es muy importante ya que optimiza los recursos para encontrar nuevas especies utilizando la historia y la experiencia de los naturalistas. «Aunque parece que conocemos todo, esta investigación demuestra que nos queda mucho por descubrir. El conocer especies y su hábitat es crucial para mantenerlas y protegerlas», comenta. El biólogo añade que al tratarse de especies endémicas, su población es reducida, y por lo tanto mucho más vulnerable. «Cualquier impacto podría eliminarlas de un plumazo», asevera. 

Seguir los pasos de la historia

Las pistas que siguió el equipo de Rheindt fueron las de Alfred Russel Wallace. El experto del siglo XIX, apoyado luego por más de 100 exploradores contemporáneos hasta las guerras mundiales, ofreció un panorama exhaustivo de la colección de Wallacea de pájaros de la región. «Estudiar las rutas y la operaciones de estos históricos coleccionistas e identificar los obstáculos que tuvieron ha sido un enfoque muy fructífero para determinar con precisión nuestras áreas de observación», cuenta el estudio.

Los últimos ornitólogos que estuvieron en la montaña más alta de Taliabu fueron, según creen los científicos de esta expedición, P.J. Davidson y su compañero. En 1991 alcanzaron los 800 metros donde observaron cuatro de las especies que describe este estudio, pero no consiguieron material biológico. Peleng permanecía también inexplorada por la ornitología moderna. «Antes de nuestra primera observación, que sepamos, solo hubo las excursiones ocasionales de Mochamad Indrawan y sus colegas hacia los años 90 y principios del 2000», admite el principal autor del estudio.

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