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A estas alturas ya resulta indiscutible que la ciencia ficción es el género que más ha mutado y se ha diversificado desde su creación, a finales del siglo XIX. De las parábolas morales y discursivas de los primeros tiempos al escapismo pulp de los años cuarenta y cincuenta, hasta llegar a la transformación total de los géneros y los temas con la nueva ola de los sesenta. A partir de ahí, la ciencia-ficción dejó de tener límites temáticos o estilísticos, y desarrolló un lenguaje propio que hoy día no ha dejado de crecer y enriquecerse.
Actualmente la ciencia-ficción no deja de dar sorpresas y cada año llegan a las librerías una gran cantidad de obras de tremenda calidad, que van de la recuperación del gusto por la aventura clásica a reflexiones políticas, sociales, ecológicas o filosóficas que solo pueden tener cabida dentro de la versatilidad que ofrece la cienciaficción. Para celebrar su variedad y riqueza, hemos seleccionado 21 (y pico) obras del género absolutamente imprescindibles, muy conscientes de la tremenda cantidad de huecos que quedan por cubrir, y con el ánimo de que esta selección sea solo un punto de partida.
‘La máquina del tiempo’ – Herbert George Wells (1895)
El pionero H.G. Wells escribió este absoluto clásico del género, que no se entretiene demasiado en las cuestiones técnicas (nunca sabemos cuál es la teoría de los viajes en el tiempo o cómo funciona la máquina), y que va al grano con lo que le interesa: la aventura de exploración futura y el adoctrinamiento de sus lectores. El retrato de una sociedad futura dividida entre gente hipersensible y mostrencos monstruosos es fascinante, y términos como ‘Morlock’ han pasado al acervo popular.
Si te ha gustado: Tienes cita obligada no solo con el otro pionero por excelencia (más preocupado por la aventura y la cuchipanda que por la ciencia, también), Julio Verne, sino también con las otras dos grandes novelas de género de Wells: ‘El hombre invisible’ y su fundacional mad doctor, heredero directo de Frankenstein, y ‘La guerra de los mundos’ y su creación de otro tropo ineludible, la invasión extraterrestre.
‘1984’ – George Orwell (1949)
Pese a haber sido malinterpretada muy a menudo (no hay más que ver lo baqueteado que está el apelativo ‘Gran Hermano’, o cómo el mensaje superficial del libro es usado como arma arrojadiza tanto por grupos de derecha como de izquierda), la influencia de este clásico absoluto de George Orwell es indiscutible, y habla de muchas cuestiones que están a la orden del día: la guerra perpetua, la vigilancia gubernamental, el negacionismo histórico y muchos otros temas. Un clásico absoluto porque, tristemente, nunca pasa de moda.
Si te ha gustado: El otro gran clásico de temas-relevantes- -cuando-se-escribió-pero-ahora-más-todavía es ‘Un mundo feliz‘, la otra distopía eternamente citada y versioneada. En ella Aldous Huxley retrató una sociedad futura sedada por estímulos placenteros.
‘Fahrenheit 451’ – Ray Bradbury (1953)
Perfecta para cerrar la trilogía de distopías clásicas junto a ‘1981’ y ‘Un mundo feliz’, y una de las obras clave del genial Ray Bradbury. Presenta un futuro en el que los bomberos no apagan fuegos, sino que los generan, quemando los libros, que están prohibidos. Uno de estos bomberos se une a un grupo de resistencia que memoriza los clásicos de la literatura para evitar que se pierdan. Claramente inspirada en la censura del conocimiento en la era McCarthy, el alcance de la novela es mucho más amplio, y Bradbury llegó a identificarlo con una crítica acerca del tratamiento que los medios de masas dan a la literatura.
Si te ha gustado: Bradbury es, además de un gran novelista, un extraordinario cuentista. De hecho, quizás su mejor obra sea el relato en el que inventó el concepto del «efecto mariposa», ‘El ruido de un trueno’, así que te recomendamos que (aparte de ‘Crónicas marcianas’ y ‘El carnaval de las tinieblas’, claro) ataques a una buena recopilación de cuentos.
‘Soy leyenda’ – Richard Matheson (1954)
Un clásico de altísima gradación, que aún hoy asombra por el impacto que ha tenido en la cultura popular muchas de sus ideas. Para empezar, la idea del superviviente a un apocalipsis en forma de plaga, un tropo que aquí se ve acentuado por la angustia del protagonista de desconocer por qué él ha sobrevivido. Para seguir, su reformulación del vampirismo como una enfermedad tratable y curable, pero que aún así sigue conservando buena parte de sus elementos míticos y folclóricos. Y finalmente, el resorte narrativo de la persona encerrada, acosada sin descanso por monstruos muy parecidos a él mismo, y que derivaría en multitud de variantes gracias a la adaptación apócrifa más famosa del libro, ‘La noche de los muertos vivientes’.
Si te ha gustado: Richard Matheson es una auténtica leyenda de la ciencia-ficción clásica y se maneja muy bien en las distancias cortas, como demuestran cuentos suyos como ‘Button, Button’, popularizado por la adaptación de ‘The Twilight Zone’. Pero su otro indiscutible clásico dentro del género es ‘El increíble hombre menguante’, una asfixiante epopeya intimista con la ciencia-ficción como excusa y giro final de metafísica pop de la buena.
‘El fin de la eternidad’ – Isaac Asimov (1955)
Los devotos de Asimov se tirarán de los pelos por haber colado aquí esta novela y no otras mucho más conocidas, pero tengo debilidad por esta historia de viajes en el tiempo extremos que cubren literalmente el fin de los días (y el principio). Una asociación, Eternidad, se asegura de que Todo Lo Que Sucede, Sucede Como Tiene Que Suceder, y a través de ella Asimov explora todas las convenciones del subgénero, de los loops a las paradojas, pasando por los tópicos de las máquinas o la Policía del Tiempo, convirtiendo esta novela en casi la historia definitiva de viajes temporales.
Si te ha gustado: Por supuesto, Asimov es un clásico absoluto y te urge leer dos de sus grandes aportaciones al género: la saga de space operas ‘Fundación’ y las historias de robots, dispersas en multitud de cuentos y novelas, y donde estableció ideas como las Tres Leyes de la Robótica, que han trascendido a la ciencia real.
‘Las estrellas, mi destino’ – Alfred Bester (1956)
Considerada el gran precedente del cyberpunk y conocida también como ‘Tigre, tigre’, esta novela es una de las grandes configuradoras de la ciencia-ficción-moderna, imprescindible para entender el salto de gigante que daría el género con las tendencias nuevaoleras de los años sesenta. En esta especie de ‘El conde de Montecristo’ con teletransporte, Bester cuenta una apasionante historia de venganza con personajes absolutamente amorales, robos y piratas espaciales, cicatrices faciales y todos los planetas del sistema solar enfrentados entre sí. Y en el contexto de un siglo XXV donde la posibilidad de materializarse en cualquier destino con solo pensarlo es una realidad. Trepidante, divertidísima y con una pareja de antihéroes absolutamente icónicos.
Si te ha gustado: Además de la otra novela de importancia de Bester, ‘El hombre demolido’, igual de influyente que esta, adéntrate en la ciencia-ficción de los cincuenta si quieres diversión sin fin: de los maestros de los microrelatos y del humorismo fino, como Fredric Brown, a obras magnas como ‘Pórtico’ de Frederik Pohl, pasando por autores sobrepasados por la popularidad de sus adaptaciones, como Robert Heinlein (autor de ‘Tropas del espacio’), pero que tienen multitud de obras donde sumergirse, como la maravillosa ‘Forastero en tierra extraña’.
‘Solaris’ – Stanislaw Lem (1961)
Una densa y absorbente novela que parte de un enfoque de pura ciencia-ficción (la investigación de un planeta cubierto por un mar que podría ser una inteligencia extraterrestre, y que pronto comienza a manipular las mentes de la tripulación que intenta entender su naturaleza) para convertirse en una introspectiva pesadilla psicológica. Extrañísima pero apasionante, y con un sentido del humor muy especial, Lem brilla al hacer interesantes páginas y más páginas describiendo un océano con vida propia, pero también las aterradoras secuencias en la nave, que parecen salidas de una ficción de zombis.
Si te ha gustado: Lem tiene otras muy notables incursiones en la ciencia-ficción, como pueden ser ‘Diarios de las estrellas’, ‘La voz de su amo’ o la estupenda ‘Congreso de futurología’, una especie de ‘Futurama’ intelectualizada. Si te interesa la ciencia-ficción rusa, acude a ‘Pícnic al borde del camino’, de Arkadi y Borís Strugatski, la novela que inspiró la película ‘Stalker’ de Andrei Tarkovski, director también de la versión cinematográfica de ‘Solaris’.
‘Dune’ – Frank Herbert (1965)
Vamos a hablar hasta la saciedad de ‘Dune’ en los próximos meses gracias a la adaptación de Denis Villeneuve. Aunque al lector moderno se le pueden atascar algunos pasajes muy de su tiempo y determinadas veleidades psicodélicas, su influencia e impacto en la cultura pop está fuera de toda duda. 20.000 años en el futuro, el universo se rige por dinámicas feudales y en el planeta desértico Arrakis crece la sustancia más valiosa del universo, la Especia, famosa por su capacidad para expandir la mente. Parece un delirio para hippies, pero sus intrigas palaciegas y sus gusanotes de arena son de los que te acompañan toda la vida.
Si te ha gustado: Aunque ninguna secuela alcanza las cotas de la primera novela, la trilogía inicial completada por ‘Mesías de Dune’ e ‘Hijos de Dune’ es muy recomendable. Hay aún otras secuelas, por si tienes ganas de más.
‘Matadero Cinco’ – Kurt Vonnegut (1969)
Este clásico antibélico roza la ciencia-ficción como roza muchos otros géneros, lo que no deja de ser habitual en la inclasificable obra de Vonnegut. Seguiremos la vida de Billy Pilgrim, desde sus experiencias en la 2ª Guerra Mundial a sus viajes en el tiempo después del conflicto, con visitas al planeta Trafaldamore, donde sus habitantes ven las cuatro dimensiones. Desordenada cronológicamente, ‘Matadero Cinco’ es una buena muestra de la prosa de Vonnegut, un puzle de microhistorias que rebosa chistes, ironía y latiguillos como la frase «So it goes», que repite 106 veces en el libro.
Si te ha gustado: Si el humor de Vonnegut te ha parecido interesante, pero crees que no hay suficiente ciencia-ficción en este u otros libros suyos como ‘La pianola’ o ‘Las sirenas de Titán’, acércate al igualmente sardónico pero más de género Robert Sheckley, un genio de la ciencia-ficción disparatada gracias a libros como ‘Universo de locos’ o ‘Dimensión de milagros’ (y autor a su vez de otro clasicazo distópico, ‘La décima víctima’).
‘Ubik’ – Philip K. Dick (1969)
Es difícil elegir una sola novela de Philip K. Dick, que además ha pasado por innumerables etapas, progresivamente más personales e inclasificables. Pero quizás esté en ‘Ubik’ lo mejor de su aproximación al género, ya que sin dejar de ser netamente dickiana, tiene todos sus temas recurrentes: la divinidad alienígena, la paranoia inducida, la desintegración de la realidad. El punto de partida de ‘Ubik’ es el de un técnico implicado en una enrevesada trama de espionaje corporativo y poderes psíquicos que entra en contacto con una sustancia que puede revertir las alteraciones en la realidad. Una laberíntica y progresiva pérdida de contacto con lo tangible hará preguntarse al lector qué demonios es real y cómo estar seguro de absolutamente nada.
Si te ha gustado: Tienes Dick para parar un tren: sus cuentos de ciencia-ficción clásica son una delicia y sus novelas más o menos convencionales son clásicos absolutos (de ‘Un ojo en el cielo’ a ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, pasando por ‘Fluyan sus lágrimas, dijo el policía’, todo lo convencionales como lo puede ser Dick). Y si te va la marcha, su caída en los abismos de la locura con novelas tronadísimas como ‘VALIS’ o ‘Radio Libre Albemut’ son imprescindibles si te interesa el autor tanto como la obra.
‘La mano izquierda de la oscuridad’ – Ursula K. Le Guin (1969)
La novela más conocida de la autora de género más prestigiosa es esta maravilla que aún hoy, más de cincuenta años después de su publicación, sigue pasmando por su valentía y lo avanzado de sus ideas, especialmente por haber sido escrito después del relativamente más sencillo (pero también clásico) volumen de fantasía ‘Un mago de Terramar’. Le Guin nos traslada a Invierno, un planeta donde sus habitantes no tienen género predefinido, y un visitante terrestre pasará años intentando entender sus costumbres. De nuevo, una novela que se puede juzgar por lo singularmente actual y progresista de sus ideas, todo ello sin descuidar una apasionante trama de intrigas políticas y supervivencia en la nieve.
Si te ha gustado: Adéntrate en Le Guin con prudencia, pero sin miedo. La calidad de todas sus novelas es extraordinaria, y aunque no siempre pertenecen a la ciencia-ficción pura, cualquiera de sus libros es prácticamente una apuesta segura: ‘Los desposeídos’ es, quizás, su obra más reconocida y radical junto a ‘La mano izquierda…’
‘El hombre hembra’ – Joanna Russ (1975)
Alucinante, reconozcámoslo, título en español para un clásico de la ciencia-ficción feminista que exige un notable esfuerzo por parte del lector, ya que cambia a menudo de punto de vista y narrador sin avisar. Cuenta las vidas de cuatro mujeres que viven en mundos en distintos tiempos y espacios. Cuando todos ellos se cruzan se ven obligados a reconsiderar sus ideas sobre la feminidad: de la que vive en un mundo similar a la Tierra en los setenta a una ucronía donde la Segunda Guerra Mundial nunca sucedió, pasando por una distopía en un futuro lejano sin hombres u otro mundo donde hombres y mujeres están enfrentados en una guerra sanguinaria desde hace décadas. Brutal.
Si te ha gustado: Si te interesa la ciencia-ficción como excusa para la reflexión sobre los roles de género, tienes una cita ineludible con la recientemente reeditada ‘Consecuencias naturales’ de Elia Barceló, en la que el primer contacto entre terrícolas y la raza extraterrestre Xhroll obliga a un gañán terrestre (y seguramente español) a replantearse la feminidad en sus propias carnes.
‘Neuromante’ – William Gibson (1984)
Quizás la novela moderna de ciencia-ficción más influyente, no solo en términos literarios (que también: inventó el cuberpunk), sino en nuestro día a día. Para entendernos: ‘Neuromante’ visualizó el uso de internet tal y como se lo damos hoy, más allá de una mera red de ordenadores concectados, y está demostrado que los estudiantes que dieron forma a la primigenia ARPANET eran ávidos lectores de la obra de Gibson. Pero ‘Neuromante’ es mucho más: una visión del futuro deshumanizada y no precisamente fácil de asimilar, entre influencias orientales, ramalazos de novela negra y un vocabulario aparentemente abstracto y sin sentido, pero que pronto acaba invadiendo la mente del lector.
Si te ha gustado: Todo el Gibson de los ochenta es recomendable, y quizás te apetezca revisarlo de cara a la llegada de ‘Cyberpunk 2077‘: quizás las secuelas más o menos oficiales de ‘Neuromante’, ‘Conde Cero’ y ‘Mona Lisa acelerada’ sean un buen punto de partida.
‘El cuento de la criada’ – Margaret Atwood (1985)
Aunque la serie de televisión de Hulu la ha popularizado en todo el mundo, conviene volver a la mucho más poderosa e intensa novela original de Atwood, más intimista y dura. El fortísimo componente feminista del texto, en el que se describe una sociedad distópica donde las mujeres no son más que engendradoras de bebés, no la hace menos ambigua: aquí no todos los hombres son villanos y no todas las mujeres son fiables. Pero todos son víctimas, de un modo u otro, de una opresión misógina construida por algunos hombres y mujeres para conservar su poder, lo que enhebra una terrible visión política, casi dictatorial, del patriarcado.
Si te ha gustado: No todo Atwood es ciencia-ficción (ahí está la fabulosa ‘Alias Grace’) y no toda su ciencia-ficción es tan notable como ‘El cuento de la doncella’ (le pasa a la esperada y algo oportunista secuela de ‘El cuento de la doncella’, ‘Los testamentos‘), pero tiene obras muy interesantes, como ‘Oryx y Crake’, una distopía bioapocalíptica rabiosamente combativa acerca de humanos modificados que tiene un punto satírico y surreal muy interesante.
‘Amanecer’ – Octavia E. Butler (1985)
El arranque de la trilogía de la Xenogénesis (compuesta por esta, ‘Ritos de madurez’ e ‘Imago’) habla de cómo los humanos tienen que aprender a coexistir con especies distintas a ellos, a menudo inyectando en las tramas elementos relacionados con la genética. Aquí, la protagonista despierta en una nave espacial dos siglos y medio después de la destrucción de la Tierra, y allí conoce a una raza alienígena de aspecto repulsivo que quiere cruzar a los humanos con el tercer sexo extraterrestre. Un punto de partida extravagante pero muy claro acerca de la no siempre sencilla aceptación de la diferencia.
Si te ha gustado: No siempre Octavia E. Butler ha escrito ciencia-ficción (su última novela reeditada en España, ‘Parentesco’ usa la fantasía como una excusa para un dramático discurso racial), pero su serie ‘Patternist’, por desgracia inédita en español, es tan notoria como ‘Xenogénesis’. En ella vuelve a hablar de sus temas recurrentes (el entendimiento, la diferencia, la raza), aquí con un conflicto con la telepatía de trasfondo. Si quieres más Butler en español, tienes la fantástica y reciente recopilación de cuentos ‘Hija de sangre y otros relatos’
‘Hyperion’ – Dan Simmons (1989)
Famoso por este clásico inspirado en ‘Los cuentos de Canterbury’ de Chaucier, pero también por sus historias de terror (suya es ‘The Terror’, recientemente adaptada a televisión). Simmons cuenta aquí cómo en el siglo XXIX, miles de planetas están conectados por portales mientras humanos modificados entran en conflicto con la Hegemonía. Varios peregrinos implicados en una compleja trama relacionada con viajes en el tiempo en el peligroso y no muy explorado planeta Hyperion se cuentan historias para entretenerse, y cada una adopta un subgénero literario como estilo (con querencia, claro, por modalidades de la ciencia-ficción).
Si te ha gustado: Particularmente me gustan más las incursiones de Simmons en otros géneros, como el estupendo ‘La canción de Kali’, pero si tienes más ganas de Hyperion, la saga continúa: ‘La caída de Hyperion’ es continuación directa, y luego tienes ‘Endymion’ y ‘El ascenso de Endymion’. Todos (y algunos relatos) conforman ‘Los cantos de Hyperion’
‘Snow Crash’ – Neal Stephenson (1992)
La literatura de Neal Stephenson a menudo se define como la de un cyberpunk menor, siempre a rebufo del maestro Gibson, pero es del todo injusto. No solo sus estilos son diferentes, siendo el de Stephenson literariamente más alambicado, y a la vez más humorístico y accesible, sino que salvo una serie de rasgos comunes, han acabado tocando temas bien distintos, derivados de que Stephenson es un excelente ensayista. ‘Snow Crash’ es la más ‘Neuromante’ de sus novelas, eso sí, y una excelente puerta de entrada a su estilo: tenemos un hacker medio japonés, una situación política en la que EE.UU está atomizada en franquicias -un punto de partida que parece salido de ‘Futurama’- y un mundo virtual, el Metaverso, todo ello en una trama de un virus propagado por un culto religioso. Y mucha diversión y acción frenética.
Si te ha gustado: Tienes Stephenson para rato, pero si te sientes valiente, adéntrate en su magna ‘Criptonomicón’, un enloquecedor tocho de mil páginas con dos líneas temporales narradas en paralelo y que rastrea los orígenes, presente y futuro de la criptografía. Entre otras cosas insospechadas.
‘Marte Rojo’ – Kim Stanley Robinson (1992)
La trilogía de Marte de Kim Stanley Robinson, formada por ‘Marte Rojo’, ‘Marte Verde’ y ‘Marte Azul’, es una crónica del asentamiento y la terraformación del planeta que más literatura de ciencia-ficción ha generado. Dos siglos de personajes van narrando el largo proceso de colonización, entrando en materias sociológicas y políticas, a la vez que tiene lugar la debacle climática de la Tierra. Una amplísima documentación orográfica y geológica sobre el planeta, y una forma de inventar artefactos y sistemas políticas y urbanos altamente realista convierten esta historia futurista pero muy verosímil en una delicia para amantes tanto de las grandes sagas de conquista del espacio como para devotos de la ciencia pura y dura.
Si te ha gustado: Si la ciencia-ficción actual de línea dura te interesa, puedes echarle un vistazo a China Miéville, que estilística y temáticamente no tiene nada que ver con Kim Stanley Robinson, pero que te ayudará a adquirir una visión más amplia del género hoy día. Abanderado del new weird (ya solo el nombre no podía estar más distante de Robinson), sus historias entremezclan géneros, están altamente politizadas y son inmersivas y originalísimas: prueba con ‘La ciudad y la ciudad’ o ‘Embassytown: La Ciudad Embajada’.
‘La historia de tu vida’ – Ted Chiang (2002)
Hacemos algo de trampa con Chiang porque no ha escrito ninguna novela, solo relatos y novelas cortas. Pero su primer libro recopilatorio sigue siendo una de las piezas de ciencia-ficción más sugestivas de los últimos años, incluso después de la imposible (pero moderadamente acertada) adaptación de ‘La llamada’ que hizo Denis Vileneuve. Más cercano quizás a la fantasía poética con elementos tecnológicos que al género de toda la vida, Chiang despliega aquí historias sobre ángeles caídos, la Torre de Babel o la caliagnosia, un tratamiento médico que elimina las reacciones ante el aspeco físico de otros. Con una habilidad sobrehumana para tratar lo específico y lo abstracto (matemáticas, sentimientos fríos y puros, filosofía, especulación), Chiang merece su fama de mito vivo del género.
Si te ha gustado: Desesperantemente poco activo para lo que es habitual en los autores del género, Chiang tiene al fin una nueva recopilación a la vuelta de la esquina: ‘Exhalación’, que llegará en los próximos meses con nueve cuentos sobre temas tan diversos como la inteligencia artificial, los viajes en el tiempo o los límites de la memoria, y cuyos títulos (‘El ciclo de la vida de los elementos de software’, ‘La niñera automática, patentada por Darcey’…) ya hacen salivar.
‘El problema de los tres cuerpos’ – Liu Cixin (2006)
La ciencia-ficción china viene pisando fuerte, y Liu Cixin es su principal representante. Esta es la primera entrega de una trilogía que se distancia por completo de las temáticas occidentales e inyecta una buena cantidad de ciencia real y ci-fi de línea dura en su historia. Conoceremos a los habitantes de un planeta, el único habitado (Trisolaris) de un sistema estelar ternario, con tres soles. La inestabilidad de su órbita ha hecho que las civilizaciones del planeta hayan sido destruidas una y otra vez, lo que les ha llevado a desarrollar una tecnología avanzadísima y un sistema moral que les convierte en peligrosos enemigos, ávidos de supervivencia.
Si te ha gustado: Si te interesa la aproximación china al género, acude a Ken Liu, que no solo es responsable con sus traducciones del desembarco en occidente de sus compatriotas, sino que tiene novelas propias tan interesantes como ‘La gracia de los reyes’, y es responsable de un par de antologías que te conviene buscar: ‘Estrellas rotas’ y ‘Planetas invisibles’.
‘Justicia auxiliar’ – Ann Leckie (2013)
Una de las novelas más notable del género en tiempos recientes viene de la pluma de una mujer, y demuestra cómo en los últimos años nuevas generaciones de autores y autoras están renovando el género con enfoques originalísimos (la gran ausente de esta lista, de hecho: Anna Starobinets). ‘Justicia auxiliar’ fue muy comentada en su día al presentar a una potencia galáctica que usa IAs que controlan cuerpos humanos (los auxiliares) como soldados. Sus miembros no distinguen por género, lo que lleva al empleo continuo de pronombres personales femeninos. La trama arranca años después de la desaparición de una nave, la Justicia de Toren, con un único auxiliar superviviente aún con restos de la conciencia de la nave.
Si te ha gustado: A estas alturas las autoras de género tienen poco que demostrar, pero si te apetece leer a autoras actuales de ciencia-ficción, acude a la interesantísima Nnedi Okorafor. Es una escritora estadounidense de origen nigeriano que además de la saga ‘Binti’, una emocional aventura espacial sobre el entendimiento entre diferentes, tiene en español ‘¿Quién teme a la muerte?’, ambientada en una África postapocalíptica donde aún perviven la magia y la cultura tradicional del continente.
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