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Los hicsos, que gobernaron durante la 15ª dinastía del Antiguo Egipto, no fueron invasores extranjeros, sino un grupo que se elevó al poder desde el interior, según un estudio publicado en la revista de libre acceso PLOS ONE por Chris Stantis de la Universidad de Bournemouth, Reino Unido, y sus colegas.

 

Los hicsos fueron una dinastía extranjera que gobernó partes de Egipto entre aproximadamente el 1638 y el 1530 a.C., siendo el primer caso de un Egipto gobernado por individuos de origen foráneo. La historia habitual era que los hicsos eran invasores de una tierra lejana, pero esta idea se ha puesto en duda. Las pruebas arqueológicas vinculan la cultura de los hicsos con un origen en el Oriente Próximo, pero no está claro exactamente cómo llegaron al poder.

 

En este estudio, Stantis y sus colegas recogieron muestras de esmalte de los dientes de 75 humanos enterrados en la antigua capital de los hicsos, Tell el-Dab’a, en el noreste del Delta del Nilo. Comparando las proporciones de isótopos de estroncio en los dientes con las firmas de isótopos ambientales de Egipto y otros lugares, evaluaron los orígenes geográficos de los individuos que vivían en la ciudad. Encontraron que un gran porcentaje de la población eran forasteros que inmigraron desde una amplia variedad de otros lugares. Este patrón fue cierto tanto antes como durante la dinastía de los hicsos.

 

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Sello con el nombre del faraón hicso Apofis. (Foto: The Metropolitan Museum of Art (CC0))

 

Dicho patrón no coincide con la historia de una invasión repentina desde una sola tierra lejana, sino de una región multicultural en la que un grupo interno – los hicsos – llegó al poder después de vivir allí durante generaciones. Este es el primer estudio que utiliza química arqueológica para abordar los orígenes de los gobernantes hicsos, pero los autores señalan que se necesitarán más investigaciones y técnicas químicas más amplias para identificar los antepasados específicos de los hicsos y otros residentes no originarios de Egipto.

 

Stantis añade: «La química arqueológica, específicamente el análisis isotópico, nos muestra la migración de primera generación durante una época de grandes transformaciones culturales en el Antiguo Egipto. En lugar de las viejas teorías de la invasión, vemos más gente, especialmente mujeres, migrando a Egipto antes del dominio de los hicsos, lo que sugiere cambios económicos y culturales que conducen a un dominio extranjero en lugar de a la violencia». (Fuente: NCYT Amazings)

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