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Los pterosaurios fueron un grupo de reptiles voladores que vivieron durante los períodos Triásico, Jurásico y Cretácico, hace entre unos 228 y 66 millones de años. Debido a la rareza de los huevos y embriones de pterosaurios fosilizados hallados hasta la fecha, así como a las dificultades para distinguir entre los restos fósiles de crías y adultos pequeños, uno de los debates abiertos sobre estas criaturas a día de hoy versa sobre si las crías de pterosaurio fueron capaces de volar desde el momento de su nacimiento.

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Para arrojar luz sobre esta cuestión ahora el paleozoólogo de la Universidad de Southampton, Darren Naish, han creado un modelo sobre las habilidades de vuelo de las crías de pterosaurio en base a las medidas de las alas obtenidas de cuatro fósiles, tanto de crías de corta edad como embriones, de dos especies bien conocidas de pterosaurios: Pterodaustro guinazui y Sinopterus dongi. Los autores compararon del mismo modo estas medidas con las de las alas de los adultos de la misma especie, cotejando variables como la fuerza del húmero,la embergadura o la carga alar. Los resultados de la investigación se recogen en un artículo que bajo el título Powered fight in hatchling pterosaurs: evidence from wing form and bone strength se publica esta semana en la revista Scientific Reports.

La llegada al mundo de un joven pterosaurio

Así, existen diversas opiniones encontradas sobre el comportamiento y el estilo de vida de los pterosaurios durante sus primeras fases de vida. Entre ellas cabe citar 3. Por ejemplo, uno de los modelos propone que las crías eran capaces de desarrollar una vida independiente y defenderse desde los estadios más tempranos de su desarrollo, incluso desde tan solo algunas horas después de la eclosión de sus huevos. Otro de ellos postula que los juveniles de estas especies fueron capaces de volar, sin embargo incapaces de luchar hasta alcanzado el 50% de su tamaño adulto. Y el tercero defiende que los juveniles fueron capaces de luchar en detrimento de sus capacidades de vuelo.

Ontogenia de un pterosaurio

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Resumen visual de cómo los parámetros de lucha básicos dependientes del tamaño (carga alar, envergadura y relación de aspecto) podrían haber influido en la ecología de los pterosaurios durante su desarrollo. 


Foto: Naish D. et al.

Ahora, no obstante, entre sus hallazgos, el equipo de Naish ha encontrado que, contraintuitivamente, los huesos del húmero de las crías eran más fuertes que los de muchos pterosaurios adultos. Esto indica, según los autores, que los pterosaurios, ya en sus primeras etapas de vida habrían sido lo suficientemente robustos como para exhibir un vuelo ágil y veloz, así como para defenderse de los depredadores.

Los autores también encontraron que, si bien las crías tenían alas largas y estrechas adecuadas para vuelos de larga distancia, estas también eran más cortas y más anchas que las de los pterosaurios adultos, con un superficie alar más grande en relación con la masa y el tamaño corporal de las crías. Según los investigadores, estas dimensiones de las alas podrían haber propiciado que las crías de pterosaurio fueran menos eficientes que los adultos en viajes de larga distancia pero, por el contrario, podrían haber resultado en que volaran de un modo más ágil, lo que le habría facilitado realizar maniobras más complicadas entre las que se podrían citar cambios repentinos tanto de dirección como de velocidad.

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Los autores especulan que el ágil estilo de vuelo de los pterosaurios recién nacidos podría haberles permitido escapar rápidamente de los depredadores así como hacerles más aptos para perseguir presas más ágiles o volar entre la densa vegetación, inaccesible a sus congéneres adultos. Esto podría indicar que los pterosaurios ocuparon hábitats distintos como crías y como adultos, reservándose los espacios densos y de vegetación abundante para los primeros, y los grandes espacios abiertos para los segundos. Algo parecido a lo que otros estudios dicen confirmar respecto al T-rex, especie en la cual crías y adultos parece que siguieron estrategias de alimentación y ocuparon nichos ecológicos diferentes.



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