[ad_1]

CLAMOR

No es sólo la incertidumbre
ni el hastío de las batallas cotidianas
no es la última mentira
ni tampoco el rostro cínico de turno
que sonríe desde la pantalla a la hora más manoseada del día.

No son los potros de bárbaros atilas
aunque parece que lo fuesen
porque vemos llegar el golpe y apenas esquivamos:
petrificados de tanto gastar tardes
no acertamos a devolver la rabia entera.

No son solo los tiempos
el cansancio pandémico
o los interminables duelos con lo que pudo ser
y no fue, pero insiste –la historia de todos los poemas–
y no da tregua ni a los pájaros ni a las luciérnagas

se trata sencillamente de la desposesión

esa palabra
que nos dice que alguien arranca, devora,
coloniza, mata, quiebra, pudre, agosta, contamina, viola
o conquista por la fuerza y se apropia de algo
que nos pertenece en lo más hondo.

Los días rezuman mala conciencia
y dejan un sabor áspero
entre la lengua y la garganta:

clavados en la sombra
aguardamos la luz
sabiendo que no basta, que algún día
habrá que salir a recobrarla.

Si es que alguna vez la tuvimos entre las manos.

(Mario Espinoza Pino)



[ad_2]

Source link