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JOANA SERRA Corresponsal. Berlín

A falta de una semana para su relevo del poder, a Angela Merkel le dispensó el ejército alemán este jueves el protocolario «Zapfenstreich», el toque de retreta. Es el más alto honor militar, reservado para despedir del cargo a cancilleres, presidentes, ministros de Defensa o máximos cargos del ejército. Una marcha implantada en 1838, que Adolf Hitler adoptó durante el nazismo y que la democracia alemana mantiene. Junto a las marchas militares de rigor y el himno nacional, con soldados desfilando con sus antorchas, cada homenajeado elige para la ceremonia un par de piezas de especial significación en su vida.

Merkel, crecida en la Alemania comunista, optó por la canción de Nina Hagen «Du hast den Farbfilm vergessen» –»Olvidaste tu rollo de fotos de color»–. Una canción de 1974, que Hagen cantaba ya cuando era, como Merkel, ciudadana germano-oriental, y que se llevó consigo dos años después al otro lado del muro para triunfar como reina del punk.

La banda militar tuvo que ingeniárselas para adaptar la pieza, inexistente en su repertorio. Completó la selección elegida por Merkel «Für mich soll’s rote Rose regnen» –»Por mi lloverán rosas rojas»–. Una preciosa canción de Hildegard Knef, la gran dama de voz profunda de la escena alemana.

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