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MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) –

La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, ha impulsado este martes una ley que prohíbe el uso de símbolos empleados por Rusia en el marco de la invasión de Ucrania y ha defendido que esta medida no afecta en ningún modo a la memoria histórica.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, iniciada el 24 de febrero, las tropas e infantería rusa ha mostrado símbolos como las letras ‘V’ y ‘Z’, así como la cinta de San Jorge –de rayas naranjas y negras–. Este último emblema se ha empleado históricamente como recuerdo de la victoria soviética sobre el régimen nazi, si bien en el contexto ucraniano ha sido empleado por simpatizantes rusos tras la guerra de Crimea de 2014.

«Al menos 100.000 personas en Moldavia perdieron la vida (en la Segunda Guerra Mundial) para que pudiéramos vivir en paz. Por lo tanto, especular sobre la victoria en 1945 para promover una agresión militar contra Ucrania hoy es una ofensa a la memoria de nuestros padres y abuelos, que dieron su vida para que pudiéramos vivir en paz», ha remarcado Sandu.

En esta línea, la presidenta ha mostrado su rechazo frontal al empleo de estos símbolos casi 80 años más tarde y en un contexto asociado a «la matanza de miles de personas, el sufrimiento de millones de otros refugiados y la incitación al terror, la destrucción y la violación».

«El lugar de estos símbolos está junto a otros símbolos bárbaros de destrucción y muerte, en la basura de la historia», ha zanjado Sandu, según recoge la agencia moldava IPN.

Según el documento presentado por la presidenta Sandu, la fabricación, venta o posesión de estos símbolos será castigado con una multa de entre 4.500 y 9.000 lei moldavos –entre 225 y 450 euros– o con trabajos a la comunidad. En el caso de las personas jurídicas la sanción podría alcanzar los 18.000 lei –en torno a 900 euros–.