Murió Isabel II: cómo serán los funerales de la reina y la coronación del rey Carlos III

El calendario que podría llegarse a esperar para este 9 de septiembre, según The Guardian:

El sepelio de Elizabeth está estipulado a desarrollarse 10 días después del fallecimiento de la jefa de Estado, más precisamente el próximo 18 de septiembre. Al igual que la coronación del rey, se espera sea celebrado en la Abadía de Westminster, lo que la convertiría en la primera soberana en tener un funeral allí desde 1760.

A la ceremonia asistirán líderes de todo el mundo. En los momentos posteriores al evento, Isabel II será enterrada en la Capilla de San Jorge, en los terrenos del Castillo de Windsor. Sus restos yacerán junto a los de su padre el rey Jorge VI, su hermana la princesa Margarita y su también difundo esposo el príncipe Felipe.

Tres días después de su defunción -el domingo-, el ataúd de la reina será llevado a la catedral escocesa de St. Giles y permanecerá allí por al menos 24 horas para que tanto residentes escoceses como personas de todas partes del mundo puedan presentar sus correspondientes respetos.

El gran momento simbólico del ascenso será la coronación que, debido a la preparación que se requiere, es probable que no ocurra hasta mucho después del ascenso de Carlos III al poder. A modo de ejemplo, la reina Isabel II ascendió al trono en febrero de 1952, pero no fue coronada hasta 1953

En los últimos 900 años, este rito se celebra en la abadía de Westminster. Guillermo el conquistador fue el primer monarca en ser coronado allí y Carlos III será el número 40. Se trata de un servicio religioso anglicano, oficiado por el arzobispo de Canterbury.

En el momento cumbre de la ceremonia, el arzobispo colocará la corona de San Eduardo sobre la cabeza de Carlos, una pieza sólida de oro que data de 1661. La corona es la pieza principal de las Joyas de la Corona en la Torre de Londres y solo la usa el monarca en el momento de la coronación.

A diferencia de las bodas reales, la coronación es un evento de Estado, y el gobierno paga por esta y, en última instancia, decide la lista de invitados. Habrá música, lecturas y el ritual de unción del nuevo monarca, utilizando aceite de naranja, rosas, canela, almizcle y ámbar gris.

El nuevo rey realizará el juramento de coronación frente a un mundo expectante. Durante esta ceremonia recibirá el orbe y el cetro como símbolos de su nuevo papel y el arzobispo de Canterbury colocará la sólida corona de oro sobre su cabeza.

La ceremonia iniciará con el anuncio de la muerte de la monarca británica en boca del presidente del Consejo Privado -actualmente la parlamentaria Penny Mordaunt-. La redacción de la proclamación puede cambiar, pero tradicionalmente ha consistido en una serie de oraciones, promesas y elogios.

Luego, esta proclamación será firmada por un número de altos cargos como el primer ministro, el arzobispo de Canterbury y el lord canciller. Como sucede en tipo de eventos históricos, se prestará atención a lo que haya podido ser alterado, añadido o actualizado, como signo de una nueva era.

Una vez finalizada la breve reunión, el Consejo de Ascenso se reúne una vez más al día siguiente -el domingo-. Este nuevo encuentro no se inicia con un “juramento” de comienzo de reinado al estilo de otros jefes de Estado, como lo haría por ejemplo el presidente de Estados Unidos.

Pero sí hay una declaración pronunciada por el nuevo rey, en línea con una tradición que data de comienzos del siglo XVIII, en la que realizará un juramento para conservar la Iglesia de Escocia. Tras una fanfarria de trompetistas, una proclamación pública declarará a Carlos como el nuevo rey.

Si bien el anterior príncipe de Gales se convirtió automáticamente en rey tras la muerte de su madre Isabell II, generalmente se convoca un consejo de adhesión en el Palacio de St. James en Londres -dentro de las 24 horas posteriores a la muerte de un soberano- para la proclama.

En este caso, al haber fallecido Elizabeth a horas de la jueves, no hubo tiempo suficiente para poner en marcha los planes para la mañana de este viernes. Por ende, el nombramiento tendrá lugar el próximo sábado. Hasta el momento, se desconoce el horario en el que se procederá con la ceremonia.

Históricamente, todo el Consejo Privado es convocado al consejo de acceso para supervisar la proclamación formal de un nuevo monarca. Pero con la cantidad de consejeros privados, que son miembros vitalicios y en su mayoría políticos pasados y presentes, que ahora asciende a más de 700, se establecieron restricciones.

Solo se convocará a 200, y se les pedirá a los eliminados que ingresen a una votación anual para algunos escaños restantes. La decisión provocó una disputa por la falta de consulta y la pérdida del deber clave, informó el medio británico The Guardian.