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Pepe Mejía | El próximo 12 de octubre se cumple un año más –y ya van 530 años– de la invasión, el expolio y la colonización de los pueblos de Abya Yala.

Desde sus inicios el proyecto colonizador tuvo como objetivo buscar nuevas vías de comercio y ampliar los mercados, además de potenciar el suculento negocio de la compra y venta de esclavos. La monarquía, a través de sus llamados “reyes católicos”, y la iglesia católica -a través del papa Valenciano Alejandro VI- fueron los impulsores y responsables de la invasión y el expolio. La espada y la cruz fueron los símbolos de la dominación. El engaño, la mentira, la usura y el robo fueron sus herramientas.

Conviene recordar que cuando Pizarro llega a Cajamarca -el 15 de noviembre de 1532- y secuestra por sorpresa al inca Atahualpa, el gallardo extremeño de Trujillo pidió un alto rescate en oro, plata y piedras preciosas. La población dedicó varios días para juntar el preciado tesoro y recuperar a su inca. Cuando Pizarro tuvo su tesoro, Atahualpa no recuperó su libertad sino que fue ejecutado por las tropas españolas bajo disciplina de los reyes católicos. El primer engaño estaba consumado.

Desde antes de este hecho histórico, los pobladores se quejaban de los robos y rapiñas cometidas por las tropas españolas. Y Atahualpa se lo hizo saber al dominico padre Valverde, que exculpó a los españoles y comunicó a Pizarro que Atahualpa había tirado al suelo un ejemplar de la biblia. Pizarro entró en la plaza de armas de Cajamarca al grito de ¡Santiago!, grito de guerra utilizado en la Reconquista de los Moros y que hoy en día lo reivindica Abascal en sus soflamas ultraderechistas desde la tribuna de Vox.

 

El expolio de antaño y el extractivismo de hoy continúa

Hoy en día, el expolio de las riquezas naturales, el extractivismo, continúa. La espada y la cruz han sido suplantadas por empresas transnacionales españolas que, en muchos casos, no pagan impuesto o pagan muy poco. En su afán depredador envenenan ríos y condenan a muerte a muchos pueblos. Y en otros casos mandan asesinar a activistas medioambientales.

El expolio y el asesinato continúa. La actual monarquía se alinea con los postulados colonialistas de la ultraderecha española y latinoamericana. El Gobierno ampara, protege y defiende a las empresas españolas en su expolio en tierras de Abya Yala.

Esta fecha es propicia para revisar la actuación de las empresas españolas en suelo latinoamericano. Preguntarnos si estas empresas respetan los derechos humanos y laborales de lxs trabajadorxs y si violan los derechos de las poblaciones indígenas y campesinas. El desprecio a las comunidades indígenas continúa como hace 530 años.

También tenemos que preguntar a las empresas españolas si practican el soborno para ganar concesiones o influir en procesos electorales. Algunas de las empresas españolas que operan en territorio colonizado en antaño por las huestes de Pizarro desarrollan el tráfico de influencias y aportan a las cloacas del Estado.

La mayor catástrofe medioambiental en las playas de Lima fue provocada por una empresa: Repsol, que basa su éxito en un modelo de alta contaminación. El actual monarca, Felipe VI, inauguró la refinería desde donde se vertieron seis mil barriles de petróleo, un verdadero ecocidio que el monarca “católico” no se interesó por las víctimas.

A Repsol también se le ha vinculado con la presencia del paramilitarismo y graves crímenes de lesa humanidad (como desplazamiento forzado, asesinatos, amenazas de muerte, etc.) en el departamento de Arauca en Colombia, según el informe de Amnistía Internacional, “Colombia, un laboratorio de guerra: represión y violencia en Arauca. Abril 2004”.

Bajo el paraguas de la Fundación Carolina, creada en el año 2000 para favorecer la mal llamada “Hispanidad” y con el pretexto de la cultura y los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, se reúne un club exclusivo que junta 17 transnacionales como Repsol, Prisa, ACS, Santander o Inditex, además de entidades oficiales como el Instituto de Crédito Oficial o la Cooperación Española, bajo la dirección de la presidencia del Gobierno español y del núcleo duro (sin Unidas Podemos) del Ejecutivo.

El conglomerado empresarial –presidido por su majestad- es el verdadero ariete del aumento de las desigualdades y la pobreza en los países de América Latina. Las empresas españolas han sido las principales animadoras de la privatización de empresas públicas. La corrupción y las irregularidades que rodearon esas operaciones beneficiaron, sobre todo, a las transnacionales españolas.

Una de las primeras grandes privatizaciones, en 1994, fue la de Entel, en Perú, que terminó en manos de Telefónica, la cual negoció con el régimen de Fujimori “condiciones para evitar la libre competencia” y asegurar así sus beneficios en el país con los precios más altos de la región, según denunció el sindicato Sutep. Ayudó mucho meter en plantilla a Santiago Fujimori, hermano del exdictador y tío de Keiko Fujimori. Hoy, Telefónica tiene 20 millones de clientes en el país a través de las marcas Movistar y Tuenti, pero no consigue deshacerse de los fantasmas del pasado. En 2019, un escándalo afectó a la imagen de la compañía española por negarse a entregar información a la Fiscalía sobre Keiko Fujimori. Pedro Cortez, presidente de Telefónica de Perú, lo reconocía de esta forma en ese año: “La corrupción ha hecho que todas las empresas estemos bajo sospecha”.

 

Empresas españolas colaboraron con el narcotráfico

El BBV, ahora BBVA, fue otro de los grandes beneficiados de la red de corrupción del régimen fujimorista: el banco fue acusado e investigado por el juez Baltasar Garzón de sobornar al presidente Fujimori y a su asesor de Inteligencia, Vladimiro Montesinos, para la compra del Banco Continental en 1995.

“En 2018, el medio de investigación OjoPúblico desveló que diversas organizaciones ligadas al narcotráfico y otros negocios ilegales se servían de la filial peruana del BBVA como vía para el blanqueo de dinero, según los informes financieros del Gobierno y de la policía del país sudamericano. Bajo el título de #DineroLeaks, OjoPúblico implicaba al banco español en una trama de narcotráfico, corrupción de cargos públicos y evasión de impuestos. Según esta filtración de fuentes oficiales, el BBVA recibió 2.200 millones de dólares de “clientes sospechosos por sus nexos con el crimen organizado y la evasión fiscal”. (Repsol: muerte, sobornos y cloacas. Viento Sur, 18 de febrero de 2022)

Las empresas españolas utilizan todos los recursos para aumentar y garantizar sus beneficios: lavado de capitales, uso de paraísos fiscales, sobornos, e intromisión en los procesos electorales en los países que mantiene alguna actividad.

Muchas empresas españolas en América Latina despiden a trabajadorxs y estos se ven obligados a salir de su país de origen.

 

Racismo institucional contra la población migrante

En España, la población migrante latinoamericana sufre acoso laboral y sexual, racismo institucional, hostigamiento diario de identificación por perfil racial, explotación laboral, abusos incluido el sexual, precariedad, la restricción de sus derechos manteniendo la vigencia de la Ley de Extranjería, el internamiento en las cárceles de exterminio que son los Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE).

El proceso de regularización no llega, pero sí para las personas que proceden de Ucrania. Hay ciudadanas latinoamericanas que llevan más de diez años sin documentación y diez mil personas de Ucrania han sido regularizadas en días.

 

La resignificación de la mano de la derecha, la ultraderecha, la monarquía y el gobierno

Hoy asistimos a una resignificación instigada desde sectores de la derecha y la ultraderecha, con la complacencia del Gobierno y la propia monarquía, para seguir medrando y expoliando.

En la presentación de su “Hispanidad 2022”, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dijo, haciendo mención a Julián Marías, que “España fuese para toda Hispanoamérica una Plaza Mayor abierta, libre, hospitalaria y responsable”. Un contrasentido con la realidad en la que vivimos la comunidad migrante latinoamericana.

Bajo el lema “Unidos por la libertad”, Vox y los herederos del fascismo y Mussolini han reunido en una cumbre en Madrid a la ultraderecha latinoamericana.

La excusa para la reunión de estos apologetas del genocidio es celebrar el “Día de la hispanidad”, el “descubrimiento de América por Cristóbal Colón, bajo auspicio y mando de los Reyes Católicos, en lo que es una milagrosa continuación en ultramar de la Reconquista Cristiana que, concluida en la península, descubrió un mundo nuevo para continuar la expansión de la Cristiandad”.

La derecha y ultraderecha latinoamericana asume, sin complejos, el ideario de conquista e imposición de una religión en tierras de Abya Yala. No cabe duda que ante este escenario de intento de vuelta a la conquista y la imposición de una religión de la mano de la derecha, la ultraderecha, la monarquía y el Gobierno, en beneficio de las empresas extractivistas, sólo queda juntar nuestras luchas, denunciar a las empresas españolas aquí y redoblar nuestras muestras de solidaridad y afecto con los colectivos de migrantes, las comunidades racializadas, las comunidades indígenas y campesinas, con el movimiento feminista y LGTBI. Reivindicando y acompañando las luchas por la tierra y lo humano, esencia misma de Abya Yala.

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