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Redacción | Vuelve la huelga de las trabajadoras del grupo Inditex en todo el Estado tras el éxito de la convocatoria del pasado 7 de enero. En este caso, la huelga viene precedida por una acuerdo entre la empresa y las direcciones sindicales de CCOO y UGT calificado por gran parte de la plantilla como “burla”.
Este acuerdo alcanzado en la mesa de negociación, de donde se ha excluido al sindicato CGT, consiste en una tímida subida salarial del 3% como “anticipo”, según lo califican ambas partes negociadoras. Desde el sindicato CGT consideran este acuerdo como “una falta de respeto hacia las trabajadoras, ya que un 3% queda muy lejos del incremento salarial del 25% conseguido por parte de nuestras compañeras de CIG en A Coruña a base de concentraciones y huelgas”, como han declarado desde el sindicato a los medios.
Así nos lo explicaba Sara, trabajadora de Zara en Madrid y delegada del sindicato CGT hace unos días en la última convocatoria frente a las tiendas de la empresa en el centro de la capital madrileña “nuestras reivindicaciones son claras y así se lo estamos haciendo saber a la empresa con cada paro y huelga, subida salarial de 500€ para las jornadas entre 15 y 40 horas semanales y subidas de 250€ para las jornadas de 15h”. Como nos comenta Sara a Poder Popular “se han disparado las solicitudes de anticipos del cobro por parte de muchas trabajadoras y trabajadores porque sencillamente no llegamos a final de mes”. Y es que como han señalado en muchas de las convocatorias las propias trabajadoras dados los bajos salarios, “venir a trabajar, me sale a pagar”.
Aníbal, secretario general de CGT Inditex, señala como “la precariedad y la explotación es la norma en el caso de Inditex”. Y es que tras más de 12 años como dependiente de tienda en Zara en Madrid, Aníbal es uno de los muchos cuyo contrato aún no alcanza la jornada completa de 40h semanales. Como él, muchas trabajadoras y trabajadores son contratados para jornadas completamente fraccionadas a lo largo de todos los días de la semana, incluidos festivos. Este procedimiento agrava aún más la precariedad entre la plantilla, pues dificulta y encarece el transporte diario, impide poder dedicar el resto del día a otras actividades y hace más difícil si cabe la autorganización de las trabajadoras. Como señala Aníbal “el acuerdo alcanzado por la empresa con las direcciones sindicales de CCOO y UGT supone aumentar el malestar entre el personal de tiendas, lo que nos lleva a convocar una nueva jornada de huelga. Por eso salimos a la calle, para exigir a Inditex una subida salarial justa”.
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