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La actual situación de la Universidad es muy peculiar e inestable, el surgimiento de distintos movimientos estudiantiles y sociales que demandan cambios exige la búsqueda de nuevas formas de entender y dar sentido al presente. Es vital que se encuentren palabras, conceptos e ideas que ayuden a dar sentido a la actualidad.
Una posibilidad para lograrlo pasa por reflexionar sobre el significado de dos espacios de la universidad y la forma en que se relacionan diversos grupos con ellos. Así pues, por ejemplo, para comprender los movimientos estudiantiles que en los últimos años se han desarrollado en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se puede analizar y problematizar lo que son las aulas y los baños y la forma en que ellos se relacionan con las demandas estudiantiles.
Esto fue lo que se propuso hacer Marisa Belausteguigoitia Rius, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, el pasado 31 de octubre durante la conferencia “Pintas, baños neutrales y otras historias. Preguntas necesarias”, organizada por el Comité de Ética del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. En ella abordó la toma de la FFyL ocurrida entre el 2019 y el 2020 por parte de las Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y Letras (MOFFyL), así como las protestas y tomas acontecidas entre agosto y septiembre por grupos de estudiantes trans.
En el primer caso, la toma de la Facultad por las MOFFyL, la chispa que detonó la protesta fue la desaparición de un mural que había sido pintado en una pared y que denunciaba la situación de acoso que algunas mujeres habían enfrentado en las instalaciones de la Facultad. La toma se extendió por varios meses, llegando a su fin en abril de 2020. Entre los logros del paro está la creación del curso “Genero, violencia y ética comunitaria”, señaló Belausteguigoitia.
Durante los meses que duró el paro, las mujeres realizaron varias pintas en paredes y suelos de la facultad, donde plasmaron variados mensajes de protesta. Dichos mensajes, a decir de la académica, pueden y deben servir como huellas y ventanas para comprender de manera más completa el movimiento, sus ideales y objetivos. Sin embargo, su lectura debe realizarse de manera no lineal y siempre teniendo en cuenta el espacio al que hacen referencia, el aula.
Dos años después de dicha toma, en agosto de 2022 otro movimiento estudiantil alteró el ritmo normal de la Facultad de Filosofía y Letras, el movimiento de estudiantes transgénero (trans), señalo Belausteguigoitia, y agregó que, su intervención fue motivada por la aparición de una pinta contra la comunidad trans en un baño de la Facultad. Como respuesta a esto, los afectados lograron la creación de un baño neutro.
Esta situación, al igual que lo realizado por las MOFFyL, tuvo como detonante la necesidad de un grupo de visibilizar una problemática que los afectaba. Aunado a esto, la creación de un baño neutro planteaba la desestabilización del binario hombre-mujer y nos hace cuestionar la evolución que en Occidente ha tenido el baño como un espacio definido por más elementos que el puramente funcional-biológico, expresó la investigadora.
Lo que el estudio de ambos eventos demuestra es la necesidad profunda que hay en la Universidad de crear “un nuevo mapa para reinventar una forma de comunidad emocional, un espacio urbano y un tejido universitario, un modo de estar y ser representante de una comunidad que reconoce las luchas y demandas legítimas de los grupos de estudiantes”, afirmó Belausteguigoitia.
La conferencia “Pintas, baños neutrales y otras historias. Preguntas necesarias” tuvo lugar el 31 de octubre en el Auditorio 2 del IIS-UNAM y estuvo a cargo de Marisa Belausteguigoitia Rius, reconocida especialista en estudios de género y actual directora del @CIEGUNAM.
Fotografías del evento
Video del evento
Técnico Académico del Departamento de Difusión del IIS-UNAM | alberto.trejo@sociales.unam.mx
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