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Aún estamos en primavera, pero durante los próximos días nos transportaremos a los meses más calurosos del verano con temperaturas propias de julio o agosto.

Los termómetros, entre 10 y 15 grados por encima de lo normal para esta época del año, podrían llegar hasta los 40 grados en muchos puntos de la geografía española, e incluso superarlos.

Según los datos aportados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el calor va a ser el gran protagonista, siendo más acuciante durante este fin de semana. 

Tal y como ha explicado la AEMET en su cuenta de Twitter. 

«Tenemos por delante una semana en la que el calor va a ser protagonista. Temperaturas muy altas, de pleno verano. Se superarán los 35 °C en muchos puntos de la Península y Baleares, e incluso podríamos registrar los primeros 40 °C del año«.

Y no solo en España. Toda Europa sufrirá una inusual ola de calor en pleno mes de mayo. Y esto se debe a la llegada de una masa de aire muy cálido procedente de África.

La estabilidad atmosférica y las altas presiones favorecen que las temperaturas suban aún más. En zonas de Extremadura y del Valle del Guadalquivir vivirán lo que se conoce como noches tropicales, que se produce cuando las mínimas son iguales o superiores a 20ºC.

Y eso durante la noche. Porque por el día los expertos vaticinan que se superen ampliamente los 40ºC en Andalucía y Extremadura al comienzo de este fin de semana. 

Riesgo de hipertermia

Aunque el calor no afecta a todas las personas por igual, y teniendo en cuenta que las altas temperaturas se van a prolongar durante semanas, hay que tomar una serie de precauciones.

Las personas mayores, los enfermos, los menores y las personas con sobrepeso son quienes tienen más riesgo de sufrir hipertermia.

¿Qué es?

Pues, a diferencia de la hipotermia, que es la temperatura corporal excesivamente baja, la hipertermia es la temperatura corporal anormalmente alta. Y se produce cuando nuestro cuerpo rebasa los 41 grados centígrados.

Un joven se refresca con un ventilador situado en el centro de Madrid durante un episodio de ola de calor.


La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) especifica que las personas mayores de 65 años son el grupo más vulnerable ante la ola de calor, ya que “tienen una sensación reducida de calor y, por lo tanto tienden a protegerse menos”. 

Como señala el Ministerio de Sanidad, «durante una primera ola de calor: el cuerpo aún no está acostumbrado a las altas temperaturas», por lo que es vital seguir una serie de recomendaciones en niños de 0 a 4 años, personas mayores, dependientes y quienes realizan trabajos intensos, en el exterior o actividades deportivas intensas.

Y no es el único problema que les sitúa en situación de riesgo.

«También experimentan las personas mayores una disminución de la percepción de sed, lo que les coloca en una situación de alto riesgo de deshidratación. Especialmente en los mayores que sufren una enfermedad neurodegenerativa, sobrepeso, enfermedades crónicas o tienen medicación».

Tampoco podemos olvidar los casos en los que la dependencia física dificulta el cambio de vestimenta, y la adaptación del entorno”.

Golpe de calor: Síntomas y tratamiento

Cuando la temperatura corporal supera los 41 grados, podría producirse un fallo orgánico irreversible. Es lo que se llama un golpe de calor. Y es esencial conocer sus síntomas, para actuar a la mayor brevedad posible.

  • Dolor de cabeza.
  • Boca seca y/o pastosa.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Piel seca y enrojecida.
  • Pérdida de conciencia o confusión.
  • Ausencia de sudor pese a las altas temperaturas.

Un hombre bebe agua en Córdoba durante una ola de calor. Efe


“Si la temperatura exterior es muy alta y las pérdidas de líquidos no se reemplazan de forma adecuada, entramos en una situación de deshidratación, la tensión arterial desciende, aparece sensación de debilidad e incluso calambres musculares”, explica Antonio López Trigo, presidente de SEGG. 

  • «Si esta situación no se corrige a tiempo y progresa, se pierde la capacidad de sudoración, la piel presenta un aspecto seco y enrojecido, la temperatura corporal asciende progresivamente hasta cifras que superan los 40 grados, y entramos en hipertermia. Y si este proceso continúa, se llega a una situación de shock en la que sucede un fallo de los distintos órganos, convulsiones y coma».

Ante esta situación, lo primero que hay que hacer es llevar a la persona a la sombra o a un ambiente fresco. También, quitarle el exceso de ropa y enfriarla usando toallas frías en la cabeza, cuello, axilas e ingles.

“Tenemos que actuar como cuando una persona tiene 40 de fiebre, es decir, intentaremos bajar la temperatura, y para ello podemos utilizar paños de agua fresca y aplicarlos en la frente, en la nuca o en los pulsos”, apunta López Trigo.

Antonio López Trigo – Presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología

¿Cómo evitar un golpe de calor?

Estos consejos, de sobra conocidos, son extensibles a todas las personas, con independencia de su edad y su estado físico.

  • Tomar abundantes líquidos, en forma de agua, zumos de frutas o infusiones.
  • Comidas ligeras. Durante los episodios de altas temperaturas se debe optar por platos más ligeros, para que las digestiones “sean menos pesadas”, como gazpachos, salmorejos, cremas frías o ensaladas
  • Evitar la exposición directa al sol durante las horas centrales del día, es decir, de 12 a 16 horas. 
  • No hacer ejercicio físico que suponga demasiado esfuerzo
  • Ropa ligera y de color claro.
  • Siempre usar sombrero o gorra y gafas de sol.



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