Aunque algunos pongan en tela de juicio los datos oficiales, lo cierto es que el panorama ha cambiado sustancialmente en China en los últimos meses de lucha contra el coronavirus. Las cifras reflejan que el gigante asiático es uno de los países en los que la estrategia de erradicar el virus que provoca la COVID-19 ha funcionado mejor, gracias con toda seguridad al componente de alto control social inherente al régimen de Pekín.
Las autoridades chinas han contenido bien la propagación de la enfermedad entre sus nacionales y, a la vista de los recuentos, los contagios de las últimas semanas provienen en mayor medida del exterior, lo que se han llamado ‘casos importados’. Por eso los protocolos sanitarios para aquellas personas que viajan a China son exhaustivos, hasta un punto difícilmente imaginable para nosotros.
En este contexto un usuario de Twitter ha publicado un hilo en el que da cuenta del proceso que una persona que ha viajado a China debe afrontar en los días siguientes a su llegada:
Vivo en Shanghái, China. En el país que ha logrado contener el virus y en donde la vida ha vuelto a la normalidad. Por razones familiares, he pasado unas semanas en Madrid.
ESTA ES LA VUELTA DE MI VUELTA A CHINA. Para alucinar.
DENTRO HILO. pic.twitter.com/CCgTRQb6wp
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Comenzamos en España donde, aparte del visado en regla, también necesitas presentar una PCR con resultado negativo hecho en las 72h previas al vuelo. Tienes que enviar el informe del test a la Embajada china, que te lo devolverá sellado vía email.
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Al poner un pie en el aeropuerto, te das cuenta de que has aterrizado en otro planeta. Absolutamente todo el personal del aeropuerto viste con traje protector, capucha y escudo facial incluidos. pic.twitter.com/RLi6vMYX8G
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Ya en la terminal, nos asignan un QR. No hay nada abierto, ni se escuchan anuncios por megafonía. Parece vacío, pero está lleno de gente que, como yo, hace las colas en silencio. Todo está perfectamente organizado, tanto que comienzas a sentirte como una rata en un laboratorio.
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
A continuación, la segunda PCR (te sientas, te escanean el QR y comienza el tercio de las banderillas: ni Manolete las hincaba tan al fondo) y pasamos a inmigración. Es imposible distinguir a los policías que revisan tu pasaporte porque también van de astronautas. pic.twitter.com/p5yI4P5jl7
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Recogida la maleta, nos van separando por grupos para enviarnos a un hotel, donde haremos la cuarentena. Por si os lo estáis preguntando: sí, el hotel lo paga el viajero. Y no, no lo elije él. Y sí, todo el mundo tiene que hacer cuarentena vigilada, tanto chinos como extranjeros. pic.twitter.com/q4kJ3QVAPX
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Se trata de hoteles especialmente acondicionados donde al llegar te dan un termómetro y unas pastillas de lejía para que disuelvas en las heces antes de tirar de la cadena. El mío era decente, pero solo eso. La comida pasable, aunque a lo largo de los días se hacía cuesta arriba. pic.twitter.com/t3nAu69Zqa
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Vale, la última foto no es la comida del hotel, si no lo que me preparé el primer día que llegué a casa ?
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Cada día tienes que enviar a través de un QR tu temperatura corporal, a las 9 y a las 2. Prohibido dejar la habitación bajo ningún concepto. Puede pedir comida fuera: leche, galletas o pan de molde, pero nada que venga cocinado de un restaurante.
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Teletrabajo, mucha lectura, series y dormitar (quizá no en ese orden). La primera semana se pasó rápido. El trato es aséptico y, a veces, rudo. Pedí un cuchillo para pelar la fruta y, aludiendo motivos de seguridad, me lo denegaron ?.
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Cada uno aprovecha el tiempo lo mejor que puede. Mi amigo Jorge, deportista redomado, se vio en la misma situación hace apenas unas semanas y el tío se hizo una media maratón en los 8 metros de pasillo con los que contaba en su habitación. When there is a will, there is a way. pic.twitter.com/XhdNLKGQV2
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Como resido en Shanghái, me han dejado pasar la segunda semana de cuarentena en casa. El día antes del traslado en furgoneta, mi mujer me llamó para decirme que acababan de instalar un sensor en la puerta y una cámara de seguridad. Comenzaba a sentirme como Al Capone. pic.twitter.com/lLwaOL5c3F
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
El traslado fue en una furgoneta. 2 tipos vestidos de astronauta me llevaron hasta mi urbanización. Allí, 2 policías me esperaban para leerme lo que serían mis obligaciones (tiene derecho a un abogado, todo lo que diga?). Uno de ellos grababa el proceso con una mini cámara. pic.twitter.com/p7oYizIfQM
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
La vida en casa ha sido más fácil. Podía pedir comida de fuera y el comité vecinal se encargaba de subírmela. Dos veces al día venía un médico a medirme la temperatura. Ni que decir tiene que mi mujer ha tenido que pasar esa semana en casa de una amiga.
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
El día 12 de cuarentena vino un médico a hacerme el último PCR, otras dos banderillas para la saca. Dos días después era por fin libre.
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020
Muchos os preguntáis cómo es posible que un país tan grande haya sido capaz de contener el virus. Esto que acabo de contaros lo hacen con todas las personas que entran a China, nacionales y extranjeros.
? Nyscalo (@Nyscalo) November 9, 2020