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Una investigación revela una llamativa relación entre sufrir el primer episodio de psicosis y el nivel de riesgo de desarrollar patología hepática.

 

Las personas que han sufrido un primer episodio de psicosis tienen un riesgo elevado de desarrollar a corto plazo patología hepática, en concreto esteatosis hepática (también conocida como enfermedad del hígado graso). Así lo concluye un estudio colaborativo liderado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla – Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla – Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL), todas estas entidades en España.

 

“Los pacientes que sufren un primer episodio de psicosis tienen un mayor riesgo de presentar aumento de peso y alteraciones metabólicas como diabetes, dislipemias, o síndrome metabólico”, explica Javier Vázquez Bourgon, investigador del CIBERSAM, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander) y del  Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL) y uno de los coordinadores de este trabajo. En la población general, se sabe que estas alteraciones metabólicas están íntimamente asociadas a la aparición de una de las patologías hepáticas más comunes, el hígado graso (esteatosis hepática), el cual puede evolucionar hacia formas más graves y crónicas de patología hepática. “Dado que los pacientes con psicosis tienen un mayor riesgo de presentar aumento de peso y alteraciones metabólicas, el objetivo de este estudio fue ver si también presentan de manera más frecuente esa afectación hepática”, señala.

 

Para ello, en esta investigación se analizaron datos de 160 personas que habían sufrido un primer episodio de psicosis comparándolos con 66 individuos sin patología mental, como grupo de control (grupo “normal”). En estos pacientes, se evaluaron a lo largo de 3 años los cambios a nivel metabólico y hepático, a través del índice de hígado graso (FLI).

 

“El estudio encontró que, dentro de los 3 primeros años desde el debut de su primer episodio psicótico, hasta una quinta parte de los pacientes (21,9%) desarrollaron hígado graso”, detalla Javier Crespo, jefe de grupo del CIBEREHD en el Hospital Marqués de Valdecilla – IDIVAL, donde se ha realizado este trabajo. Por el contrario, solo el 3% de los individuos sin psicosis pertenecientes al grupo de control del estudio presentaron esteatosis hepática en ese periodo.

 

“Además, la presencia de hígado graso se asoció con una peor evolución en los parámetros metabólicos, y con la aparición de Síndrome Metabólico e hipertensión arterial en los pacientes con este trastorno de salud mental”, añade el investigador del CIBEREHD.

 

“Gracias a esta investigación tenemos una mayor evidencia de la asociación entre la psicosis y la afectación hepática, lo cual enfatiza la importancia de incluir en la práctica habitual acciones encaminadas a la detección temprana de patología metabólica así como de patología hepática (esteatosis hepática) en los pacientes con un primer episodio de psicosis”, apunta Benedicto Crespo Facorro, jefe del grupo del CIBERSAM en el Hospital Virgen del Rocío e IBIS.

 

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Benedicto Crespo Facorro (izquierda) y Javier Vázquez Bourgon. (Foto: CIBERSAM / CIBEREHD)

 

“Todos estos datos, suponen un avance en el conocimiento del impacto metabólico a nivel hepático en los pacientes con psicosis”, concluyen los investigadores.

 

El estudio se titula “Elevated risk of liver steatosis in first-episode psychosis patients: Results from a 3-year prospective study”. Y se publica en la revista académica Schizophrenia Research. (Fuente: CIBERSAM / CIBEREHD)

 

 

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