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Las lágrimas de San Lorenzo, o perseidas, son uno de los espectáculos celestes más populares del verano. Desde el pasado 17 de julio, y hasta el 24 de agosto, estarán iluminando nuestros cielos. ¿Cómo podemos verlas? Respondamos a esta y otras tantas preguntas.
¿Por qué se produce la «lluvia de perseidas»?
A medida que la Tierra se interna en la nube de polvo y esquirlas que deja el cometa 109P/Swift-Tuttle, mientras gira alrededor del Sol, las «estrellas fugaces» comienzan a decorar nuestros cielos estivales. Estas, en realidad, son pedazos de polvo meteorítico atravesando la atmósfera a más de 210.000 kilómetros por hora.
Debido a la posición de la nube, el punto radiante, que es el «centro» desde el que parecen converger las estrellas fugaces en una «lluvia» como las perseidas, se encuentra cercano a la constelación de Perseo. Es de aquí de donde recogen su nombre, ya que parecen provenir de entre sus estrellas. Pero no es cierto.
Como decíamos, su origen está en la estela del 109P/Swift-Tuttle, cuya última aparición cercana tuvo lugar en 1992, produciéndose en 1993 un pico de actividad importante. Desde entonces, la actividad ha descendido progresivamente hasta el nivel normal de la actualidad.
¿Y de dónde viene el nombre de «lágrimas de San Lorenzo»? Bueno, esto es más obvio, y es que su cenit casi coincide con el santoral de San Lorenzo, el 10 de agosto, que fue martirizado en la parrilla y cuyas lágrimas, cuenta el acervo popular, se ven en el cielo conmemorando su día y su martirio (que fue en otra fecha indeterminada).
Cuándo ver las perseidas
La temporalidad es uno de los factores más importantes de este evento, aunque también es de los más laxos, puesto que el fenómeno está activo desde el 17 de julio de este año y se podrán observar hasta el 24 de agosto. Las «lágrimas» se producen durante todo el día pero, obviamente, solo se pueden observar por la noche debido a la luz.
Esto nos lleva al siguiente punto: para poder disfrutar de las perseidas es indispensable hacerlo por la noche y con la menor luz posible. En casi todos los puntos de la geografía española ahora mismo anochece bastante tarde. Es casi obligatorio esperar a más de las once de la noche, hasta que es noche cerrada, para poder verlas bien.
Este año, la actividad irá creciendo hacia el 11 y 12 de agosto, momento en el que nos internamos en la parte más densa de la estela. El apogeo será en la noche del 12 al 13 de agosto. A partir de aquí, la lluvia irá bajando de nuevo su intensidad, aunque puede que se vean estrellas fugaces durante casi todo el verano.
Dónde y cómo ver las lágrimas de San Lorenzo
Al igual que el tiempo, el lugar es de importancia extrema. Aunque muchos de los cuerpos fugaces son muy brillantes, la contaminación lumínica puede estropearnos un buen número de ellos. No es fácil acceder a cielos despejados, especialmente en las zonas más pobladas.
Acudir a lugares altos puede ser una buena idea, ya que dejaremos por debajo de la línea de visión parte de la contaminación lumínica. Una vez encontrado un sitio adecuado, hay que situarse mirando de espaldas a la Luna, aproximadamente, que es en la dirección en la que encontraremos a Perseo.
No es necesario usar ningún tipo de artilugio, prismáticos o telescopio. Es más, por la fugacidad de los eventos, es casi contraproducente, ya que calibrar el punto nos lleva mucho más tiempo que hacer la propia observación, además de que no conseguiremos apuntar adecuadamente si no es por suerte.
Lo mejor, sin duda, es recostarse en una silla o tumbona, o en el césped, y limitarse a disfrutar de uno de los espectáculos más sencillos, pero increíblemente bonitos, de la naturaleza, sin más.
Imágenes | anieto2k, Unsplash
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