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Artículo escrito por el Dr. Julio Terrén

 

En primer lugar, es importante remarcar que las intervenciones de pecho son operaciones muy seguras cuyos resultados suelen perdurar toda la vida. Ahora bien, también es cierto que en algunas ocasiones pueden producirse complicaciones asociadas, ya sea inmediatamente después de la intervención, como tras el paso de algunos años.

 

Los motivos son distintos: contractura capsular, efecto rippling, envejecimiento y caída de los tejidos, descontento con el resultado estético… pero la causa más común que lleva a las mujeres a decidirse por una segunda intervención en el pecho, después de algunos años suele estar relacionada con variaciones en el tamaño y/o la forma de los senos.

 

Hay que tener en cuenta que las mamas con implantes, pueden sufrir una caída natural como consecuencia del envejecimiento de los tejidos con el paso del tiempo. Esto es lo que se conoce como ptosis o caída secundaria de mama.

 

¿Cómo se soluciona la caída secundaria de la mama?

 

La solución más común es la mastopexia, elevación de senos o pexia mamaria secundaria. Con esta intervención quirúrgica se consigue, como su propio nombre indica, elevar la mama hasta una posición más natural.

 

Mediante la mastopexia se elimina el exceso de piel flácida, se recoloca en su posición el complejo areola-pezón y se realiza –si es necesario y en función del grado de envejecimiento– un recambio de las prótesis mamarias.

 

Hay que diferenciar entre los distintos grados de caída de la mama. Cada mujer tiene diferencias que hay que evaluar de manera individualizada:

 

  • En algunas ocasiones solo se reposiciona el complejo pezón/areola mediante una mastopexia periareolar, que exige una incisión alrededor de toda la circunferencia de la areola.

 

  • Cuando la paciente presenta unos senos flácidos y bastante caídos es necesario eliminar más cantidad de piel; para ello se realizan dos incisiones, una periareolar y otra vertical.

Si el exceso de piel es mucho mayor se completa con otra cicatriz horizontal, más corta o más larga en el surco mamario, dando un aspecto en forma de “T” invertida.

Tras recolocar la mama se decide si se sustituye el implante mamario por otro de tamaño y peso más adecuado.

 

  • La caída mamaria no siempre tiene su origen en el envejecimiento de los tejidos. En ocasiones se debe a que se han excedido las posibilidades médicas o las proporciones de la paciente colocando un implante más grande de lo adecuado.

Ello produce una mayor laxitud en los tejidos, causando un descenso variable del implante sobre el surco submamario. Para solucionarlo se reconstruye la altura deseada del surco submamario mediante suturas y se fija la cápsula del implante de manera que no vuelva a descender en el futuro.

 

  • En otras ocasiones la caída del pecho se produce por malas decisiones en la elección del implante mamario.

Es más habitual cuando las mamas son muy flácidas, incluso ya rayando la ptosis o mamas caídas, y se coloca un implante de tipo redondo por detrás del músculo pectoral (posición submuscular).

La solución más adecuada para esta complicación consiste en sustituir los implantes redondos por otros anatómicos, readaptando el espacio existente para la prótesis y, en ocasiones, cambiando el plano de colocación de los implantes a una posición subfascial o subglandular (por debajo de la glándula y por encima del músculo).

Esta nueva cirugía requiere de técnicas complejas que aconsejan el ingreso en la clínica.

 

  • También puede suceder que el cirujano no haya realizado un bolsillo lo suficientemente estrecho como para sujetar el implante e impedir su movimiento libre. A largo plazo producirá una mayor caída de los tejidos mamarios.

 

Las prótesis con mejor comportamiento para evitar o suavizar los efectos de la caída mamaria son los implantes mamarios de gel de silicona que cuentan con una superficie micro-rugosa o micro-texturizada, ya que garantizan una adhesión mayor a las partes internas de la mama.

 

Los implantes con superficies lisas son más “libres” y obligan al cirujano a ser más prudente con el tamaño y con la fijación del surco inferior de las mamas. También es fundamental que la paciente siga los consejos de recuperación indicados para evitar las complicaciones.

Dr. Julio Terrén, cirujano plástico

 

 

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