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El gigante ruso del gas Gazprom ha recibido este lunes un aviso formal de las autoridades rusas de que el compresor de la estación de Portovaya, que ahora mismo no se utiliza y que es el que provee de gas a Alemania a través del gasoducto Nord Stream, ya no cumple con los requisitos de seguridad. De esta forma, el Kremlin cierra definitivamente el suministro a Europa.

«La explotación de esa unidad compresora sin subsanar los fallos detectados crea un riesgo de incendio o explosión, lo que repercute en la seguridad industrial de toda la estación», señala el comunicado de Gazprom en su canal de Telegram.

Por otra parte el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha rechazado este lunes categóricamente cualquier intento de culpar a Rusia por la suspensión indefinida del suministro y responsabilizó de nuevo a Occidente por considerar que son las sanciones las que impiden el funcionamiento de la infraestructura.

«Los problemas con el bombeo surgió debido a las sanciones impuestas en contra de nuestro país y en contra de una serie de compañías por parte de los estados occidentales, incluyendo a Alemania y el Reino Unido. No hay otros motivos que generen problemas para el bombeo», indicó Peskov en su rueda de prensa diaria.

Peskov señaló que «sólo queda operativa una turbina y con fallas, con roturas, lo cual conduce al cese del bombeo». «Teniendo en cuenta que las sanciones se mantienen, que generan un desorden jurídico y práctico absoluto en todo lo relacionado con el servicio técnico de todos los equipos e instalaciones, pues por ahora sólo queda confiar en que se podrá poner en marcha esa única turbina», añadió.

Fuga no detectada

El consorcio gasístico ruso anunció el pasado día 2 que suspendía completamente el flujo de gas a Europa a través de Alemania debido a una fuga de aceite, algo que la Unión Europea (UE) ha calificado de «falacia» y como una prueba más de que Rusia no es un suministrador fiable.

Gazprom destaca que dicha fuga no se detectó durante los trabajos de inspección y servicio efectuados anteriormente por los especialistas de la compañía alemana Siemens. Además, argumenta que la estación Portovaya es ahora «una instalación de producción peligrosa», por lo que su funcionamiento sin subsanar el fallo va en contra de la legislación vigente en Rusia.

«Hasta que no se elimine el fallo en el funcionamiento de los equipos, el tránsito de gas por el gasoducto Nord Stream queda completamente suspendido», informó entonces el consorcio ruso en su cuenta de Telegram.

Sin motivos suficientes

La eliminación completa de las fugas de aceite «solo es posible» en un taller especializado, agrega el consorcio ruso, citando a Siemens.

En cambio, la empresa alemana Siemens Energy, fabricante de la turbina afectada por la supuesta fuga en la estación, mantiene que ese no es suficiente motivo para detener el suministro.

El presidente de Gazprom, Alexéi Miller, ha manifestado que la reparación de las turbinas de Nord Stream en una fábrica especializada es ahora imposible debido a las sanciones occidentales.

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