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Hay razas de perros que, a la hora de comunicarse, tienden más a aullar que a ladrar, y esto parece estar asociado a la antigüedad de la raza, es decir, una mayor cercanía genética con los lobos, tal y como sucede con el samoyedo, el husky o el malamute de Alaska. 

Son las conclusiones de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (Hungría). Sin embargo, en el estudio también señalan que, si bien los aullidos de los lobos pueden significar muchas cosas, en el caso de los cánidos tienen más que ver con el estrés. Además, solo aúllan los ejemplares que son mayores de cinco años de edad. 

Los investigadores también estudiaron el impacto de factores como la raza, edad, sexo y estado reproductivo en el comportamiento de los perros, descubriendo que las hormonas sexuales masculinas tienen un efecto significativo, ya que los machos intactos y castrados se comportan de manera diferente en comparación con las hembras intactas y esterilizadas. 

Los investigadores comprobaron que los machos castrados aullaban más, y es que, tal y como apunta el estudio, las reacciones de miedo están controladas por el cortisol, pero pueden ser inhibidas por la testosterona. En consonancia con esto, el aullido puede ser un signo de mayor nivel de miedo en los machos castrados, algo que ya apuntaban estudios anteriores.

El origen de la divergencia de razas

La crianza selectiva reciente para diferentes propósitos ha afectado a las razas de perros de manera divergente, resultando en diferencias que no solo involucran su apariencia, sino también su comportamiento. 

Se cree que la formación de razas es un proceso en dos etapas. En la primera etapa, hace más de 500 años, el énfasis se puso en la función de los perros, con varios eventos posibles de retrocruzamiento con lobos, formando razas conocidas como antiguas (o básicas). Esta categoría incluye 13-16 razas, como Shar-Pei, Basenji, Akita o Saluki. 

Todas las demás razas, llamadas razas modernas, fueron creadas en la segunda etapa aproximadamente durante los últimos 200 años, cuando los humanos comenzaron a criar perros para diferentes propósitos especializados con una apariencia estandarizada. Por lo tanto, las razas antiguas comparten más características genéticas comunes con los lobos que las razas modernas. 

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