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Jorge Luis Díaz | El 25 y 26 de enero las trabajadoras del sistema sanitario catalán van a la huelga. No es una situación nueva, ya que el antecedente más reciente de huelga sanitaria es de Marzo de 2021. Desde entonces la situación no ha mejorado, a pesar de promesas políticas y acuerdos parlamentarios. Tampoco es una situación aislada a nivel territorial, ya que a lo largo y ancho del Estado Español se repiten convocatorias como la catalana.

A esta convocatoria de huelga se ha sumado también el sector educativo, y se ha convocado una gran movilización conjunta el sábado 28 de enero a las 11 horas en plaza Sant Jaume de Barcelona.

La Atención Primaria es el sector que está liderando los conflictos en todo el Estado. Esto no es casualidad, ya que también es uno de los más perjudicados y que sufre una crisis más grave. Hablamos con Antonia Raya, enfermera del Centro de Atención Primaria del Raval Nord en Barcelona. 

 

¿Cómo ves la situación de la Atención Primaria? ¿Ha afectado mucho la pandemia? ¿Se ha recuperado durante este año?

Sinceramente creo que estamos en el peor momento de la Atención Primaria. Ya estábamos muy mal antes de la pandemia, que supone un paréntesis en cuanto a las tareas propias de la Atención Primaria, se para todo para hacer tareas propias del control del COVID. Al pasar la pandemia, los pocos nuevos contratos de administrativos y auxiliares de refuerzo terminan y son cesados, y nos quedamos con los que éramos, y con una población y una plantilla que ha pasado una pandemia, con todo lo que esto conlleva. Los barrios están muy castigados anímica y socioeconómicamente, con mucha precariedad; y lógicamente todo eso supone una losa brutal para todos, para la población pero también para las profesionales, que tienen que lidiar con una situación en la que han aumentado mucho las desigualdades, en la que se ha visto afectada la salud física y mental… y con unas fuerzas escasas. En el tiempo que llevo ejerciendo como enfermera, la situación del sistema es la peor que he vivido.

 

Existe una falta de personal crónica en el sistema. Hablas de que sois pocas. ¿Cuáles crees que son las causas de la falta de profesionales?

En la Primaria hay falta de personal por una voluntad política de no reforzarla. Tenemos tecnología obsoleta, que hace que te desesperes, ordenadores que tardan 20 minutos en encenderse… No es sólo la falta de personal, hay falta de muchas cosas. 

Hay una fuga de profesionales que se han formado como especialistas en Primaria que se han ido sobre todo por la sobrecarga. Por una falta de interés y también un ninguneo, una falta de reconocimiento. Yo hoy mismo estoy enfadada, porque la decisión que habíamos tomado con un paciente y su familia no se respeta desde el CUAP y se decide mandarlo al hospital, en contra de la decisión tomada en Primaria. Sentimos una falta de credibilidad como especialistas en Primaria. El resultado es que el sistema sanitario está totalmente desordenado y bloqueado. Cuando no tienes una asistencia primaria que ordene los diferentes niveles, que dirija los flujos de pacientes a donde tienen que ir, la consecuencia es que se producen flujos a la privada, y esto provoca desigualdades incluso en los barrios más desfavorecidos. Tenemos pacientes convencidos de que yendo a la privada hacen un favor a la sanidad pública, porque así al menos ellos no van y no saturan más el sistema. No se dan cuenta de que están pagando doble, ya que el sistema privado parasita y se nutre de lo público.

 

Una de las reclamaciones de la huelga es convertir el sistema sanitario catalán en un sistema de titularidad 100% pública. ¿Cómo afecta a la salud de los pacientes el sistema de colaboración público-privada?  

Es un problema. Es un problema evidente porque la privada es un negocio. Por eso la Atención Primaria no tiene interés, porque hacemos poco negocio. Trabajamos con valores como la longitudinalidad, que nos permite conocer la comunidad en la que viven nuestros pacientes, pero esto no es negocio. No hay grandes operaciones, es todo muy básico porque esa es nuestra función, y porque atendemos lo que está antes de la enfermedad. La prevención es más difícil de medir, y esto hace que no tengamos un lugar en este mundo en el que todo se mide. Durante la pandemia se vio con claridad, cuando hemos dejado de hacer nuestras tareas habituales lo que pasa es que aumentan los cánceres, aumentan las patologías cardiovasculares, los pacientes crónicos están más frágiles y descompensados…

Para lo que sí hay recursos es para los equipos de atención domiciliaria dirigidos desde los hospitales, o para multiplicar las líneas telefónicas gestionadas por empresas privadas, para eso sí hay recursos. Es como si todo estuviera orquestado para que cierre la Primaria. No paran de salir nuevos dispositivos que realizan tareas que nos competen a nosotros, y que está demostrado que es beneficioso para todos que las hagamos nosotros.

¿Por qué ese interés? Porque no producimos según el modelo neoliberal que tienen nuestros dirigentes. Y no hay más. Cuando el conseller Barcells dice que la longitudinalidad es algo antiguo y obsoleto me gustaría preguntarle si alguna vez dejaremos de lavarnos las manos antes de entrar en el quirófano, porque eso es antiquísimo. No tiene ni idea de lo que está diciendo.

Nos cuentan que lo hacen porque no podemos más. No podemos más porque no somos bastantes. Deberían meter a toda la gente de los CUAPs en Primaria, y ofrecer buenas condiciones a la gente que se ha ido. El motivo fundamental de la huelga no son los salarios, el motivo es que necesitamos ser más. Si en una pirámide quitas la base el sistema se desmorona.

 

Sorprende que en las reclamaciones de la huelga se mantenga una reclamación de 2021, que es acabar con la precariedad y la temporalidad de los contratos, a pesar de la aplicación de la Reforma Laboral. ¿Cómo afecta a la Atención Primaria la Reforma Laboral?

Como pertenecemos al Instituto Catalán de la Salud nos comentaron que la Reforma Laboral no aplica. En mi centro de salud siguen firmándose contratos mes a mes. Los sindicatos nos comentaron que el ICS tiene un convenio aparte y no le afecta la Reforma Laboral. Pienso que la huelga debería ser indefinida, y deberíamos empezar a hacer cajas de resistencia. La huelga también tiene clases. Mi compañero administrativo quizá no puede hacer huelga porque no puede permitírselo. La situación es muy precaria. Yo me doy cuenta de la precariedad porque voy a trabajar encontrándome mal, o cuando fallece un familiar no me cojo todos los días, y eso es algo que no he hecho nunca, yo siempre he defendido que hay que respetar los derechos colectivos.

 

Para concluir, ¿cuál crees que debería ser el modelo sanitario en Catalunya? ¿Cuál crees que sería el papel de la enfermería en ese modelo?

Yo soy defensora de una sanidad pública 100% y universal con la base en la Atención Primaria. La enfermería debe ser clave, debemos ser capaces de trabajar en plenas competencias. La población tiene mucha necesidad de cuidados. Trabajamos con la gente mayor y dependiente, y con las personas que tienen patologías crónicas. La enfermera debería ser capaz de llevar el 90% de la Atención Domiciliaria y el seguimiento de crónicos casi al 100%. La médica podría dedicarse a visitar con tiempo a las personas, a tener una mejor coordinación con otros especialistas. Necesitan tener espacios para dedicar un tiempo extra a los casos complejos, para estudiarlos y debatirlos con otros profesionales. 

Trabajamos de forma muy estanca, existe una mala coordinación con la Atención Hospitalaria. 

Yo haría Unidades Básicas de Atención (UBA) con cupos de 1400 pacientes por médica y 700 para cada enfermera, dos enfermeras y un médico. Las gestoras, las enfermeras del CUAP, las enfermeras de PADES, etc… todos esos servicios que se han ido desmembrando y especializando los volvería a integrar en la Atención Primaria. También las auxiliares de enfermería y las administrativas deberían tener un papel fundamental, y durante la pandemia fueron muy importantes. ¡Que me dejaran mandar seis meses! (risas).



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