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«Hace diecisiete años que soy bombero y las ganas de aportar mi grano de arena, de amor por este trabajo, me han llevado a tomar esta decisión». El bombero de Palma Toni Jaume cogió un vuelo la noche de este martes pasadas las 21.30 horas en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas con destino a Estambul para participar en las labores de rescate de los supervivientes en el terremoto. A través de una nota de voz de WhatsApp explicó a Ultima Hora que siente respeto por las réplicas del seísmo. «Vas allí y sabes que hay un riesgo porque nos metemos en zonas delicadas, pero intentamos controlar nuestra integridad física», comentó.

«Las posibilidades de que hayan personas vivas desde que se ha producido el seísmo van disminuyendo». Jaume, de 42 años, viajó con especialistas del Grupo Internacional de Rescate Ante Catástrofes Naturales (GIREcan). «Somos un equipo multidisciplinar de 15 personas formado por bomberos, médicos, enfermeros, arquitectos y un oficial de comunicaciones», contó. El bombero participa cada año en simulacros con GIREcan.

El vuelo estaba previsto a las 18.00 horas, pero salió con tres horas de retraso. Al llegar a Estambul tenían programado tomar otro avión que les trasladara hasta la zona cero del devastador terremoto, en la provincia turca de Kahramanmaras. «La premura de activación de los equipos de rescate es primordial. Anosotros se nos está retrasando un poco, ya deberíamos estar allí trabajando».El bombero palmesano tiene experiencia en zonas catastróficas. En el año 2007 participó junto a otro compañero, Joan Rosselló, en una misión humanitaria tras el terremoto de Pisco, en Perú, que dejó 595 muertos y 2.291 heridos en 2007.

Víctimas

Los devastadores terremotos del pasado lunes han elevado la cifra de muertos a más de 7.200, de los cuales 5.434 se han registrado solo en Turquía, donde también se contabilizan más de 31.000 heridos. En Turquía, donde tuvieron su epicentro los temblores de magnitud 7,7 y 7,6, el último recuento eleva la cifra de fallecidos a 5.434 y la de heridos a 31.777, según los datos difundidos desde Hatay -una de las zonas más afectadas- por el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca.

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