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Los voluntarios colocan los cuerpos de los fallecidos a un lado de la carretera./REUTERS

Los voluntarios colocan los cuerpos de los fallecidos a un lado de la carretera. / REUTERS

Las autoridades de Kiev denuncian que las víctimas, localizadas este sábado, son civiles que intentaban escapar de los bombardeos» y fueron tiroteados el pasado 25 de septiembre

Apenas 24 horas después del bombardeo ruso sobre un convoy humanitario en la región de Zaporiyia que dejó una treintena de fallecidos, el macabro hallazgo de un ataque de similares características ha salido a la luz este sábado en la localidad de Kupiansk, perteneciente a la norteña provincia de Járkov. Según ha desvelado el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), los cuerpos de 24 personas han sido localizados en el interior de siete vehículos acribillados a tiros el pasado 25 de septiembre. Las víctimas son «civiles que intentaban escapar de los bombardeos», denunció en su canal de Telegram el gobernador del enclave, Oleg Sinegubov, para quien «esta es una brutalidad que no tiene justificación.

Según Sinegubov, los cadáveres, entre los que figuran 13 niños y una mujer embarazada, fueron encontrados este sábado en la llamada ‘zona gris’ entre las líneas de los dos Ejércitos. Concretamente entre la provincia ocupada por las fuerzas rusas Svatove de Lugansk y Kupiansk, en la región de Járkov, que fue liberada por las tropas de Kiev a principios del mes pasado durante su gran ofensiva en el este del país, si bien todavía era escenario de combates.

Rusia desata el horror en Zaporiyia

El servicio de seguridad SBU de Ucrania ha precisado que los siete vehículos fueron tiroteados por un grupo ruso que usó armas de fuego para atacar la columna, mientras los civiles intentaban huir de los combates. La SBU publicó imágenes de los vehículos destruidos, en una carretera junto a una vía férrea y lo que parecían ser restos carbonizados de personas. Dos cuerpos estaban sentados en los asientos del conductor de sus automóviles; uno estaba sosteniendo el volante.

Segundo bombardeo en 24 horas

Este último hallazgo tiene lugar apenas un día después de que el Ejército ruso bombardeara un «convoy humanitario» que acudía a la región de Zaporiyia para ayudar a huir a familias y amigos antes de la adhesión. Las 30 víctimas mortales y los 118 heridos contabilizados, según informaron las autoridades ucranianas, eran «todos civiles», miembros de un «convoy humanitario» que fue bombardeado horas antes de que Vladímir Putin anunciara la anexión de este territorio, así como de las provincias de Jersón, Donetsk y Lugansk.

Según Kiev, el Ejército del Kremlin empleó para su carnicería 16 misiles S-300, unas armas tierra-aire que los rusos también utilizan para golpear en tierra. El resultado fue devastador, como se pudo observar en las imágenes y vídeos que comenzaron a circular en las redes sociales, donde todavía podía verse aferrados a los volantes a algunos de los fallecidos, como este sábado en Kupiansk, mientras un reguero de sangre, cuerpos y pertenencias yacían desperdigados en el asfalto.

En el momento del ataque, «la gente hacía cola para marcharse, para recoger a sus familiares o para recibir ayuda. Hay muertos y heridos», declaró un testigo a medios locales. El deseo de huir cuanto antes se había disparado ya que en solo unas horas Putin se disponía a declarar la adhesión del territorio, lo que, según la legislación del Kremlin, convertiría a todos sus habitantes en ciudadanos rusos.

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