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Vox pretende abrir un nuevo frente guerracivilista en medio de la batalla política que protagoniza la precampaña electoral de Madrid. Quiere que se retiren del cementerio de Fuencarral el monumento a los voluntarios soviéticos y las placas en recuerdo de los brigadistas internacionales que participaron en la Guerra Civil en defensa de la República. Todo en un momento en el que las aguas de la memoria histórica llevan ya meses revueltas en la capital.

La formación de extrema derecha obtuvo en septiembre el apoyo de Partido Popular y Ciudadanos, que integran la coalición del Gobierno municipal, para eliminar las calles y estatuas de los dirigentes socialistas Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero y la placa de este último, que fue retirada el pasado 15 octubre. Tras la polémica generada por la retirada de dichos homenajes públicos, la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Ciudadanos), anunció al día siguiente que su grupo municipal daba marcha atrás, que se distanciaba del PP con respecto a la memoria histórica y que su formación no iba a apoyar nuevas iniciativas al respecto.

Vox ha vuelto a apretar ahora a los dos partidos a los que respalda en el Ayuntamiento de la capital. Llevaba al pleno de la Junta de Fuencarral-El Pardo de hoy una propuesta para retirar esos símbolos del camposanto histórico del distrito apoyándose en el artículo 15.1 de la Ley de Memoria Histórica, pero finalmente ha prescindido de sus planes. El PP presentó en la tarde de ayer una enmienda transaccional alternativa para edulcorar los deseos de Vox pero no hubo acuerdo y la propuesta acabó siendo eliminada del orden del día. Los populares les proponían llevar a cabo estudios e informes para “valorar la posible retirada” del monumento y las placas.

En su exposición el partido de extrema derecha aseguraba que son una “humillación” para los muertos del bando nacional enterrados en ese mismo cementerio. Fuentes de Ciudadanos habían dado a entender que no iban a votar a favor y recuerdan lo dicho por Villacís en octubre. Más Madrid y el PSOE iban a oponerse. El popular Javier Ramírez, el edil de Chamberí que mandó retirar la placa de Largo Caballero, es también el concejal-presidente del distrito de Fuencarral-El Pardo. Vox y PP no contaban, sin los votos de Cs, con peso suficiente para sacar adelante la propuesta.

Francisca Sauquillo, que dirigió el Comisionado de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid en el anterior mandato, considera que Vox “retuerce” un artículo que está “pensado para los que se sublevaron”, no para los que defendieron el Gobierno sobre el que se montó el levantamiento. “Quieren saltarse la historia y que la sublevación de Franco no exista”, añade esta abogada. El artículo 15.1 de la ley señala: “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.

El monumento en recuerdo de los soviéticos y las placas de los brigadistas internacionales, así como el monumento en honor de los españoles que combatieron en Europa fueron atacados con pintadas nazis y antisemitas en 2017, como denunció la Embajada de Rusia. Sauquillo recuerda que el informe de los siete miembros del Comisionado pidió por unanimidad, entre otras cosas, que fueran adecentados estos homenajes en el cementerio de Fuencarral. El monumento a los soviéticos, que combatieron en España entre 1936 y 1939, es una mole de mármol y bronce levantado a finales de los años ochenta con materiales traídos de la antigua Unión Soviética.

A unos metros de distancia, en los viejos muros del cementerio, hay una docena de placas que honran la memoria de judíos, estadounidenses, británicos, canadienses, irlandeses, chipriotas, yugoslavos, cubanos, polacos, italianos y franceses. Algunas han sido colocadas directamente por las embajadas de esos países.

“Hablamos de unos voluntarios que vinieron a apoyar a un Gobierno constitucional, democrático y legítimo”, defiende el concejal socialista Ramón Silva. Vox busca “retrotraer el cementerio a la situación en la que estaba antes de la muerte de Franco, en una clara intención de pintar de negro una parte de la realidad histórica de nuestra nación”, agrega Pilar Perea, edil de Más Madrid.

Acabada la guerra, los cuerpos de al menos 424 brigadistas fueron retirados de las tumbas en el cementerio de Fuencarral por las autoridades franquistas y arrojados a una fosa común en las inmediaciones del monte de El Pardo, según el Comisionado y la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI). Ese es otro argumento que esgrimía en su propuesta por el partido de extrema derecha pues, al no encontrarse ahí los restos, “de ningún modo está justificado, ni siquiera como lugar de recuerdo, ni mención alguna”.

“Es vergonzoso que su desconocimiento o desprecio de la Historia se traduzca en este ultraje a los héroes que lucharon contra Hitler, Mussolini y Franco”, dice Almudena Cros de la asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales.

La presidenta de la AABI, Almudena Cros, condena la propuesta de la formación de extrema derecha de “intentar borrar de nuevo” la historia “como ya hicieron los fascistas en 1939”. Y agrega: “Es vergonzoso que su desconocimiento o desprecio de la Historia se traduzca en este ultraje a los héroes que lucharon contra Hitler, Mussolini y Franco”.

La Guerra Civil y la memoria histórica llevan meses enfangando el mandato del alcalde José Luis Martínez-Almeida (PP). Tras un convulso pleno municipal en septiembre, la placa de Largo Caballero apareció destrozada en un almacén del Ayuntamiento. Ya en enero, también por iniciativa de Vox, Ciudadanos votó junto al PP a favor de la eliminación de un mural feminista en el pleno del distrito de Ciudad Lineal. También en esa ocasión el grupo de Villacís dio marcha atrás y apoyó después en el pleno municipal que se mantuviera. Ese mismo mural fue destrozado el 8 de marzo, Día de la Mujer.

En abril de 2017, con Manuela Carmena (Ahora Madrid) de alcaldesa, fue retirado del cementerio de La Almudena el monumento que recordaba a los militares enviados por Adolf Hitler en apoyo de las tropas de Francisco Franco. Fue la empresa municipal funeraria la que ejecutó la orden a instancias de la Embajada de Alemania, propietaria de la placa en la que podía leerse: “Legión Cóndor. Aviadores alemanes muertos por Dios y por España. ¡¡Presentes!!”.

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