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Puede ser uno de los tribunales más antiguos del mundo. Su función, resolver los conflictos entre los agricultores de la Plana de Valencia, una zona que rodea la ciudad española y de donde salen algunos de los mejores cultivos del país. El tribunal, dividido en ocho zonas de acequias, gestiona los problemas de suministro de agua del río Turia para el riego en la región. Una tradición con valor legal que viene de lejos…
José Alfonso Soria García, es el presidente del Tribunal: «El tribunal comenzó en tiempos del califato de Córdoba durante el reinado del emir Abd al-Rahman III hace más de mil años. Quizá no era un tribunal como lo conocemos hoy. Pero era un tribunal en el que se hablaba de los problemas que tenían los propietarios de las acequias y se juzgaba sobre ellos».
La labor de los síndicos es asegurarse de que los agricultores reciben la misma cantidad proporcional de agua. En 2009, la UNESCO incluyó el Tribunal de las Aguas como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Sin embargo, el tribunal no es el único vestigio del pasado en esta región.
Enrique Aguilar es un agricultor local y el administrador de la zona del canal de Rascanya, también es el vicepresidente del Tribunal de las Aguas:»Los árabes nos enseñaron a hacerlo. Llegaron aquí con lo que era entonces, tecnología punta, y nos enseñaron a conducir el agua y a regar nuestras fincas.
También trajeron nuevos cultivos como la chufa, los olivos y muchos otros. Para mí, son los maestros del agua».Históricamente, los problemas más comunes han sido que los agricultores superan su cuota de riego o que no mantienen adecuadamente los canales.
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