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El Parlamento Europeo (PE) debatió este miércoles una resolución sobre el derecho al aborto en una sesión con una fuerte división en la cámara, aunque la mayoría de grupos mostraron su apoyo al dictamen que no ha estado exento de polémica en los últimos días.

El texto, que será votado este jueves en el pleno y ya fue aprobado por una amplia mayoría en la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del PE, se centra en la situación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en la Unión Europea (UE), aunque son los puntos que tratan sobre el derecho al aborto los que más polémica han causado.

En concreto, la resolución, que no es legislativa, insta a los Estados miembros a despenalizar el aborto (por ejemplo, en Polonia y Malta su práctica tiene fuertes restricciones), tacha su denegación como un “acto de violencia de género” y lamenta que los sanitarios puedan negarse a practicarlo amparándose en la “cláusula de conciencia”.

Asimismo, urge a los países de la UE a reconocer que la salud sexual y reproductiva (SDSR), incluido el acceso legal y seguro al aborto, los anticonceptivos, el tratamiento de fertilidad y la atención a la maternidad, son “derechos humanos que no pueden ser violados”.

Durante el debate, izquierdistas, socialdemócratas, verdes y liberales mostraron su apoyo a la resolución con la oposición frontal de miembros de los grupos Identidad y Democracia y los Conservadores y Reformistas Europeos (que acoge a Vox), mientras que en las filas de los populares se mostraron diferentes sensibilidades.

Así, la eurodiputada del PP Rosa Estarás, que ya había votado en contra cuando el texto pasó por la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del PE, dijo que la resolución no tiene “lógica jurídica”.

“El aborto no es un derecho humano”, sentenció Estarás cuyo grupo ha presentado una propuesta alternativa.

Mientras las también populares Frances Fitzgerald y Christine Schneider solo mostraron su rechazo a que no se reconozca el derecho a la libertad de conciencia de los sanitarios.

La eurodiputada de Ciudadanos, María Soraya Rodríguez, profirió duras críticas al grupo de los populares durante su intervención, acusándolo de caminar al lugar “ocupado por la extrema derecha”.

“El aborto no es salud. La simple proposición de presionar a la mujer es un verdadero acoso”, advirtió la eurodiputada de Vox, Margarita de la Pisa, para quien el texto anima a las mujeres “a dar la espalda a la fertilidad y la maternidad”.

Imploró a la Eurocámara a votar en contra “para proteger los derechos humanos” y orientar “nuestras acciones al bien y a la luz”.

APOYO DE LA COMISIÓN

Por su parte, la jefa de los demócratas, la socialista Iratxe García, quiso agradecer la “valentía” de su compañero y autor de la resolución, el eurodiputado Predrag Fred Matic, quien denunció haber recibido correos y presiones para retirar la moción.

“Es inadmisible que en pleno siglo XXI mueran mujeres en Europa y en el mundo por este motivo”, deploró García.

La comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli, fue la encargada de trasladar el apoyo de la Comisión Europea a la resolución y quiso poner el foco en cómo la desigualdad de género puede socavar la salud sexual y reproductiva”.

“Cualquier referencia a los derechos sexuales y reproductivos se vincula rápidamente al aborto, pero los derechos sexuales van mucho más allá”, subrayó Dalli para tratar de abarcar el texto en su conjunto.

Entre otras cosas, el dictamen pide a los países de la UE garantizar el acceso a una gama completa de SDSR, abordar la pobreza menstrual y asegurar el acceso universal a una educación e información sobre sexualidad a los niños.

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