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La policía ha detenido este miércoles a un activista que arrojó varios huevos contra Carlos III y la reina Camila, durante su visita a la puerta medieval de Micklegate Bar, en la ciudad de York. Los monarcas visitaban la zona para inaugurar una estatua en homenaje a la fallecida Isabel II. Las imágenes de vídeo captadas por los móviles de algunos de los ciudadanos presentes y de los equipos de televisión local muestran cómo sobrevuelan al menos tres huevos sobre las cabezas de Carlos y Camila, sin llegar a alcanzarles. El rey mira sorprendido al suelo antes de darse cuenta de que a sus pies había varias cáscaras reventadas.

El detenido ha sido identificado como Patrick Thelwell, de 23 años, miembro del grupo medioambientalista de protesta Extinction Rebellion, que ha protagonizado actos muy mediáticos en Londres y otras ciudades del mundo en los últimos años. Fue, además, candidato en 2019 a las elecciones municipales de Hull Road Ward por el Partido Verde.

En pocos segundos, al menos dos agentes de escolta del monarca y cuatro policías locales han inmovilizado al activista, al que se ha escuchado gritar “este país fue construido con la sangre de esclavos”, en referencia al pasado colonial del Imperio Británico, un asunto cada vez más presente y discutido en el debate público del Reino Unido. Decenas de ciudadanos habían acudido a ver a los reyes, y permanecían detrás de vallas metálicas durante la visita. Enseguida han comenzado a escucharse abucheos contra el autor del incidente, y algunos de ellos han comenzado a cantar el himno oficial, Dios salve al rey.

Carlos III, este miércoles, en York, mira al suelo después de que un activista le arrojara huevos.
Carlos III, este miércoles, en York, mira al suelo después de que un activista le arrojara huevos.JAMES GLOSSOP (AFP)

Dos agentes han llevado en volandas al activista, que no dejaba de gritar y sacar la lengua a las cámaras, hasta un furgón policial. Carlos y Camila han reanudado de inmediato la agenda oficial, que incluía el recibimiento de la pareja real por parte del Lord Mayor, el alcalde de la localidad, David Carr.

La monarquía y el pasado colonial

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Precisamente, Carlos y Camila habían visitado veinticuatro horas antes, en Leeds, la exposición The World Reimagined Globes (Globos terráqueos de un mundo reimaginado), cuya comisaria es la artista Fiona Compton, la hija del ex primer ministro de la isla caribeña de Santa Lucía. “[Carlos III] está ya preparado para abrir una conversación activa sobre la relación de Gran Bretaña con el comercio de esclavos. Planes futuros para mantener un debate abierto y honesto sobre cómo pueden repararse las cosas y que el Reino Unido dé pasos en ese sentido”, había explicado a los medios Compton, después de su encuentro con el monarca.

Los primeros meses como monarca de Carlos III han sido, por lo general, un despliegue de popularidad y aceptación del nuevo rey, sin episodios de protestas parecidos al vivido este miércoles en York. Es cierto, sin embargo, que en el debate sobre ese pasado colonial son varios los historiadores que reclaman algo más de participación y contrición a la familia real británica. Hace un año, siendo aún príncipe heredero, Carlos visitó Barbados, para participar en la proclamación del país como república, después de años bajo la monarquía remota de los Windsor. En su discurso reconoció “la abominable atrocidad de la esclavitud” que “manchará para siempre nuestra historia”. Varios de los países caribeños que formaron parte del Imperio Británico han reabierto el debate de las reparaciones históricas, y algunos miembros de la familia real británica, como el príncipe Andrés, o los príncipes Guillermo y Catalina, han sido víctimas de abucheos y protestas durante sus visitas.

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