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Con más de 6.500 fallecidos y 110.000 casos confirmados al 2 de julio, la pandemia del COVID-19 está descontrolada en algunas regiones de Colombia. Como en otros países de América Latina, la situación se ha visto agravada por la llegada masiva de migrantes desde Venezuela, un flujo que no ha cesado pese a la pandemia y que supone que decenas de miles de personas no están recibiendo la atención adecuada. Para finales de este año, se estima que el número total de personas refugiadas y migrantes de Venezuela en todo el mundo aumentará de 4,5 millones en pasado octubre a 6,5 millones en diciembre de 2020, de las cuales casi el 85% se encontrarán en la región.

Alianza por la Solidaridad-ActionAid, que lleva trabajando más de 20 años en Colombia y está atendiendo acciones humanitarias para la prevención y respuesta al COVID-19, alerta sobre una crisis que, según la Organización Mundial de la Salud, puede empeorar en las próximas semanas, ya que el acceso a los servicios sanitarios está prácticamente saturado y los migrantes tienen un complejo acceso debido a su estatus regulatorio.

Hasta el momento, la ONG ya ha conseguido apoyar con diferentes acciones a más en los departamentos del Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Amazonas, pero también en la zona peri-urbana de Bogotá y en el municipio de Soacha. En estos últimos, el trabajo se ha centrado especialmente en colectivos de alto riesgo de contagio, como son las mujeres provenientes de Venezuela que realizan actividades sexuales pagadas para sobrevivir y familias acogidas en albergues.

Acceso al agua potable y mejora del saneamiento para prevenir el contagio

En consorcio con otras organizaciones, que se ocupan de los cuidados en salud, albergue, alimentación y protección, Alianza ha centrado su intervención en el proyecto Agua Saneamiento e Higiene. Con este proyecto, facilita dos de los recursos fundamentales para mantener la higiene que recomienda la OMS en la lucha contra el coronavirus. En concreto, se están adecuando sistemas de agua y distribuyendo filtros para el agua, así como mejorando los suministros y los saneamientos.

Además, se distribuyen miles de kits de higiene personal y familiar (mascarillas, jabón, geles desinfectantes, detergentes, etcétera) para la prevención de COVID19 y ayudas en forma de paquetes de alimentos dada la precariedad económica que está generando la pandemia en un país donde los trabajos informales son más del 50% en muchas regiones y donde los migrantes están asentados sin recursos. Por último, se atiende con una estrategia de protección a mujeres víctimas o en riesgo de violencia de género, proporcionándolas atención psicológica, orientación jurídica y otros recursos.

Para la puesta en marcha de estas acciones, Alianza por la Solidaridad-ActionAid  ha adoptado una serie de protocolos de protección para el personal de la organización y de las personas en riesgo de contagio de COVID-19. Se han establecido puntos de lavado de manos para las personas sin acceso al agua, así como campañas informativas y talleres en las comunidades sobre higiene personal que debe realizarse, junto con medidas preventivas de la violencia de género.

En los casos donde no hay un acceso a agua segura, se colocan sistemas de almacenamiento de 120 o 150 litros y una unidad de tratamiento (filtro de arcilla) y se garantiza que haya agua disponible al menos durante tres meses para el lavado básico de manos. También se están instalando filtros comunitarios en las zonas rurales, adaptados a los sistemas de abastecimiento de cada lugar. Actualmente, más del 13% de la población colombiana no tiene acceso continuo a agua potable.

Los kits de higiene y los de aseo (éstos últimos destinados a desinfección de las casas) con duración estimada de un mes, se reparten en colaboración con las comunidades o los responsables locales, tratando de adaptarse a sus características culturales, dado que hay productos, como hidrogeles, que muchas no han utilizado con anterioridad.

Los riesgos de violencia y explotación sexual de mujeres y niñas aumentan en estas situaciones

De este modo, Alianza por la Solidaridad-ActionAid, a medida que aumentan los casos en América Latina, está dando respuesta a situaciones de extrema necesidad, con apoyo de la financiación de la la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea, COSUDE, Tamarin Foundation, AECID, PMA, FAO, así como de sus socios y socias.

“En estos momentos de tanta necesidad estamos trabajando mucho para llegar a la mayor cantidad de gente posible, con acciones de prevención y respuesta. En Colombia hay demasiadas personas en situación de vulnerabilidad ante una pandemia que puede causar muchas víctimas si se extiende más. Los riesgos son mayores para la población desplazada, confinada, refugiada y con necesidades de protección internacional, así como las comunidades de acogida que, a su situación de vulnerabilidad, suman su poca capacidad para afrontar las medidas necesarias frente al COVID-19. Esta situación es especialmente grave para las mujeres. El impacto de las migraciones, el conflicto armado, el desplazamiento forzado y el coronavirus COVID -19 son factores que exacerban los riesgos de violencia y explotación sexual de mujeres y niñas”, señala la coordinadora del operativo desde España, Cristina Selva.



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