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Arthur Ozerov es un joven ucraniano de 32 años que vive en Kiev. Lleva más de 40 días ya sufriendo las consecuencias de la guerra. Escuchando las bombas que caen sobre su ciudad y contabilizando muertos a diario. Sufre el horror que sufren millones de ucranianos a diario, pero con una particularidad. Arthur también es AuRa, una drag queen reina del espectáculo y escandalosa (o excesiva). Así es como se define en su perfil de Instagram.

Arthur o AuRa, como en la película alemana de 1933 Víctor o Victoria, sólo que aquí el protagonista que se viste de mujer es un hombre y no al revés. En cualquier caso, poca broma; porque Arthur, que antes de que estallara la guerra trabajaba en el campo de la ecología y la protección forestal (además de ser apicultor) y daba clases de química y biología en la Universidad, ahora se enfunda un uniforme militar cada día porque no le queda más remedio que ayudar a su país.

Contacté con él a través de su cuenta de Instagram y, tras intercambiar unos cuantos mensajes y valorar la posibilidad de realizar una entrevista a través de Skype finalmente acordamos que lo mejor era hablar por Telegram y hacer la entrevista por escrito. Telegram es ahora mismo la red de mensajería más utilizada por los ucranianos para comunicarse y gracias a ella Arthur pudo contarme su historia.

«Durante los primeros diez días de invasión no sabía qué hacer. Estaba en casa y tenía miedo de hacer cualquier cosa, incluso de salir a la calle. Pero después me cansé de estar sin hacer nada. De pronto, llegó al trabajo una propuesta para colaborar con el Ejército e inmediatamente accedí. Empecé a fabricar ataúdes para los militares y los civiles que morían en los combates de Kiev. Saber que estás fabricando ataúdes es algo aterrador en un primer momento, pero poco a poco vas comprendiendo que debes hacerlo. Y con el paso de los días y a medida que iban llegando más y más órdenes llega un punto en el que te olvidas de que estás haciendo ataúdes y piensas en ellos como si fueran simples cajas», explica. «Al final te acostumbras a fabricarlos», añade.

De los ataúdes pasó a trabajar en un aserradero. Y ahora su trabajo consiste en «fabricar material para la construcción de refugios y búnkeres militares». También ayuda «con el suministro de leña para calefacción y cocinas» y colabora en la fabricación de «ruedas para vehículos de transporte».

Arthur Ozerov.

«Lo peor en los alrededores de Kiev es lo que ocurre detrás de nosotros. Tan terrorífico como suena», quizás refiriéndose a las bombas lanzadas desde Rusia y Bielorrusia, quizás refiriéndose a que uno siempre tiene que protegerse las espaldas. En cualquier caso, señala que «al final uno se acostumbra a la guerra». Y explica que actualmente «Kiev vive una relativa calma y la ciudad va poco a poco volviendo a la vida».

La guerra no se está viviendo con la misma intensidad en todo el país, por eso cuenta que «muchos de mis amigos, los que pudieron, se fueron al oeste de Ucrania y otros se quedaron en Kiev», para estar más o menos protegidos. No ve a sus amigos pero sí a sus padres porque «están conmigo», señala.

Hablamos de las atrocidades cometidas en Bucha, en Mariúpol, en Járkov e incluso en Kiev… «Lo de Bucha es el infierno en la tierra y, por desgracia, lo que hemos visto es sólo el principio. El Ejército ucraniano está entrando en ciudades que consigue liberar y se encuentra con las atrocidades que han cometido las tropas rusas. La maldad que llevan a cabo no se puede perdonar. Deben ser castigados y ese castigo debe ser el mayor posible. Yo no he visto cadáveres en las calles, pero he hecho los ataúdes de los ucranianos que están muriendo en la guerra».

Llegados a este punto de la entrevista le pregunto a Arthur si su orientación sexual le ha supuesto un problema desde que entró a formar parte del Ejército. «Hay algunas personas que conocen mi orientación sexual pero en este momento a nadie le interesa si te gustan los hombres o las mujeres ni el hecho de que algunas veces me vista de mujer y realice actuaciones. Lo más importante ahora es luchar por la paz, luchar por Ucrania». 

Arthur vestido como AuRa.


Arthur vestido como AuRa.

Cedida

Ahondando un poco más indica que «poco a poco los ucranianos se han acostumbrado al hecho de que los gais, las lesbianas o las personas transgénero son gente normal que no supone ningún peligro en absoluto. Más bien al contrario porque la comunidad LGTBQ está ayudando a los ciudadanos. Ayudaban antes y lo hacen también ahora, durante la guerra» y aclara que aunque ha salido hace realtivamente poco tiempo del armario «mis padres son muy tolerantes conmigo y me comprenden».

Arthur estuvo casado con una mujer, aunque admite que su matrimonio «no duró mucho tiempo». Cuenta que «de común acuerdo con mi pareja decidimos poner fin a la relación porque nos dimos cuenta de que lo mejor para nosotros era que cada uno hiciera su vida. Han pasado siete años ya, pero todavía somos amigos y mantenemos el contacto. Nos llevamos bien. Simplemente llegó un momento en el que comprendí que me gustaban los hombres y que no sentía ninguna atracción sexual por las mujeres. Lo acepté, lo compartí con mis amigos y la mayoría de ellos me tratan con comprensión y respeto».

Y de una cosa pasamos a otra. Y volvemos a hablar de Ucrania, en este caso, de Volodimir Zelenski. «Desde el momento en que anunció que se presentaba a la presidencia, en diciembre de 2018, decidí que le iba a votar. Siempre simpaticé con él y me alegro de no haberme equivocado porque estoy orgulloso de mi presidente», enfatiza.

«Ucrania va a ganar la guerra, no tengo ninguna duda. Creemos en nuestro Ejército, en nuestro pueblo y en nuestro Estado. Con el apoyo internacional, Ucrania logrará la victoria. Pero es una pena que el apoyo internacional haya llegado tarde porque si hubiéramos recibido las armas que habíamos pedido desde el principio, las vidas de muchos ucranianos se podían haber salvado», asegura.

«Ucrania va a ganar la guerra, no tengo ninguna duda»

Defiende que está a favor de «una solución pacífica y democrática del conflicto con Rusia» pero reconoce que «después de lo que hemos visto que están haciendo en Ucrania, especialmente en Bucha y otras muchas ciudades… tenemos que echar a Rusia de nuestro país y conseguir que quede aislada internacionalmente».

Arthur opina que durante las negociaciones de paz «no se establecieron condiciones de neutralidad» sino que «Rusia violó todos los acuerdos». «Incluso si se aceptara una tregua y acabara la guerra, no podríamos confiar en Rusia porque siempre miente», aunque por otro lado cree que «es posible que durante algún tiempo no volvieran a atacar Ucrania».

Y en relación con la OTAN «no estoy muy seguro de que los rusos quisieran vernos allí. Tengo la impresión de que la OTAN tiene miedo de Rusia pero Ucrania no tiene miedo y continúa luchando por su libertad y su independencia. Necesitamos un nuevo bloque de seguridad junto con otros países del mundo. Debería crearse una nueva organización militar para garantizar la seguridad de los países europeos», expone Arthur Ozerov, muy en la línea de lo que defiende Zelenski.

Y cuando le pregunto por la posibilidad de que Ucrania entre a formar parte de la Unión Europea (UE) me recuerda que «Rusia no está en contra de que formemos parte de la UE. Por lo tanto, espero que Ucrania pueda entrar a formar parte de la Unión», dice Arthur con tono esperanzador. Pero si eso ocurre, no tendrá lugar hasta que acabe la guerra. Y sólo ocurrirá si Ucrania, que está a las puertas de Europa pero no forma parte de la Unión, consigue ganar una guerra que ya dura demasiado tiempo.

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