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Para los humanos, el canto de los pájaros no es mucho más que un conjunto bonito de sonidos. Sin embargo, si queremos entender por qué cantan los pájaros, debemos tener claro que su canto puede tener múltiples funciones prácticas. El canto de un macho puede servir para ahuyentar a un macho rival o para atraer a una hembra. En cualquiera de los dos casos, la información que llegue al individuo debe por lo menos dejar lo bastante claro si el emisor es o no de la misma especie y si se trata de un macho o de una hembra.

 

Los pájaros cantores varían mucho en su forma de cantar.

 

En algunas especies de entre los varios millares con que cuentan los pájaros cantores, los machos son auténticos «virtuosos» del canto. A lo largo de su vida, aprenden nuevas “canciones” y así pueden hacer más variado su repertorio, posiblemente porque un repertorio rico impresiona más a las hembras.

 

En otras especies, los machos son mucho más estereotipados y uniformes. Copian las canciones de sus congéneres lo más fielmente posible, y así facilitan el reconocimiento de la especie. Sin embargo, estas especies con un canto «uniformista» suelen tener repertorios distintos dependiendo de su ubicación geográfica. Es como si en cada región, se hablase un dialecto distinto del mismo idioma común. Dentro de una región, todos los machos entonan su canto de la misma manera, pero en otras regiones los cantos difieren de los de esa y es posible identificar fronteras obvias entre zonas, tomando como referencia el dialecto dominante en cada zona.

 

Los pájaros de la especie Taeniopygia guttata pertenecen a un tercer tipo de canto. Los machos también aprenden sus canciones de los congéneres de su entorno, pero eso solo lo hacen a una edad temprana. Luego, cada macho desarrolla sus propias versiones de las canciones, y emplea dichas versiones durante el resto de su vida. Debido a estas firmas individuales en los cantos, durante mucho tiempo se ha supuesto que la formación de dialectos no era posible en los pájaros Taeniopygia guttata.

 

Sin embargo, con la ayuda de una técnica de inteligencia artificial, el equipo de Wolfgang Forstmeier, del Instituto Max Planck de Ornitología en Alemania, ha podido demostrar ahora que los cantos de cuatro poblaciones diferentes de aves Taeniopygia guttata presentan diferencias adicionales claras entre poblaciones.

 

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La imagen muestra dos parejas de aves Taeniopygia guttata: una pareja de una población silvestre (los pájaros del centro, hembra a la izquierda, macho a la derecha), y una pareja de una población domesticada (macho a la izquierda y hembra a la derecha). Obsérvese que las aves de la población doméstica son notablemente más grandes. (Foto: MPI for Biological Intelligence, i.f. / Wolfgang Forstmeier)

 

Forstmeier y sus colegas también han descubierto que estos dialectos son decisivos para la elección de pareja por parte de las hembras.

 

Los investigadores llevaron a cabo un experimento para separar el papel de los genes y el de la cultura en la elección de pareja. Para ello, unos polluelos Taeniopygia guttata de una población fueron criados por progenitores de la misma especie pero de otra población. Esto dio lugar a pájaros con los mismos rasgos culturales pero un conjunto distinto de rasgos genéticos (por ser de una población distinta).

 

Cuando estos “hijos adoptivos” alcanzaron la edad suficiente para buscar pareja, resultó que las hembras prefirieron escoger para eso a machos de otra población (y “etnia”) pero que cantaban en el mismo dialecto, en vez de machos de la misma etnia pero dialecto distinto.

 

La preferencia por el dialecto fue mucho más fuerte que la tendencia a elegir a un compañero en función de su apariencia física o “etnia”. Dicho de otro modo, las hembras prestaron más atención a un rasgo cultural que al aspecto físico del macho.

 

El estudio se titula “Machine learning reveals cryptic dialects that explain mate choice in a songbird”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Communications. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

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