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«La música y las artes están por encima de cualquier conflicto o guerra». Así lo aseguró y demostró este jueves Pablo Mielgo, director titular de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, en un aplaudido discurso que sirvió como apertura para el concierto que ofreció ayer la formación a beneficio de los damnificados por el conflicto bélico en Ucrania en el Teatre Principal de Palma. Lo que tenía que ser un concierto regular de temporada, tal y como apuntó, se convirtió en un emotivo recital para el campo de refugiados que tiene Creu Roja en Polonia.

La velada musical benéfica arrancó, precisamente, con una pieza que entró en el repertorio en el último momento, una delicada obra del compositor ucraniano Myroslav Skoryk, fallecido el pasado 2020. El emotivo concierto contó después con la participación especial de la joven pianista rusa Alexandra Dovgan y, además, se estrenó una nueva partitura del reputado compositor mallorquín Joan Valent, titulada Simplicity. Por su parte, Dovgan interpretó el Concierto para piano núm. 2 op. 21 en fa menor de Frédéric Chopin, una obra de gran belleza melódica con tintes dramáticos.

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Numeroso público arropó esta velada solidaria en el Principal. 


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Andreu Manresa, Pere Malondra, Sofía Alonso, Joan Valent, Miquel Company y Fina Santiago, minutos antes de este recital benéfico.


El programa se completó con una de las sinfonías más originales del siglo XIX, la Sinofnía núm. 2 en si menor de Aleksandr Borodín, «uno de los compositores rusos más importantes del siglo XX», en palabras de Mielgo. El evento, que prácticamente llenó el aforo del Teatre Principal de Palma, contó con la presencia de autoridades como, entre otros, el conseller de, Fons Europeus, Universitat i Cultura del Govern balear, Miquel Company; Fina Santiago, consellera de Afers Socials i Esports, o Sofía Alonso, titular del área de Drets Socials. También el gerente de la Simfònica y del Institut d’Estudis Baleàrics (IEB), Pere Malondra.

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